....todavía no se oyen los ruidos del discurrir cotidiano, hasta las ocho no dará el reloj de la iglesia las primeras campanadas, la noche ha sido estrellada y huye lentamente para dejar paso al día, las montañas del fondo aún se ven borrosas y este año parece que la nieve se retrasa en blanquear sus lomas.
No tardaran los mochuelos, las lechuzas y los cárabos en irse a dormir y apenas los primeros rayos de sol calienten portales y solanas pondrán a secar en ellos las cosechas de alubias, las nueces y las avellanas.
Voy andando con cuidado de no aplastar los últimos caracoles que se esconden entre los arbustos, y de entre estos se oyen los primeros trinos de algún miruello madrugador.
El rocío todavía no se convierte en escarcha y del fondo de los pozos entre los viejos pinos nacen bolas de algodón que se disipan lentamente con los primeros destellos de luz.
Me sumerjo cada día y me aferro a este mundo armonioso de la naturaleza que da sentido a la vida, fuerza y esperanza.
Es algo que me encanta, madrugar para ver el amanecer y respirar el silencio y contemplar como se despereza la tierra, como los pájaros alegran el día.... tu me has traído esos momentos al leerte y contemplar tus fotografías... precioso y mucho. Un gran post. Un enorme abrazo.
ResponderEliminarVives y te mueves en el "paraíso" y además nos lo enseñas...
ResponderEliminarHoy tus palabras me recuerdan a Miguel Hernández
Besicos, amigo
A mí me gusta mucho haber madrugado...lo que me joroba es madrugar :D
ResponderEliminarPero compensa, tú bien lo sabes y ¡que bien lo has dicho!
Un beso
La madrugada llega despacio serena, por fin ha podido con la noche y la manda a dormir, para que esté descansada y vuelva otro día y pueda salir.
ResponderEliminarSaludos
Coincido con Alma, cuando he madrugado me gusta especialmente porque parece que estás estrenando el día, pero a mi pesar me cuesta madrugar.
ResponderEliminarUnas fotos estupendas.
Un abrazo.
Seguro que cuesta menos madrugar cuando al salir te saluda este paisaje...
ResponderEliminarSaludos, Tejón.
Veo amanecer cada día, pues me levanto a las 4:30, pero este amanecer que has pintado no está a mi alcance...
ResponderEliminar¿qué es un miruello?
A mí también me gusta mucho madrugar. El paisaje y el ambiente que se ve a esas horas es algo magico.
ResponderEliminarUn beso
Qué bonitas estas mañanas de otoño, cuando el rocío/escarcha se convierte en una neblina perezosa. Y cómo destacan los colores contra el gris azulado...
ResponderEliminarYo me quedo embobado mirando.
Abrazos, tejón
Madrugar para ver ese paisaje no debe dar ni pereza. Si mis paseos tuvieran esa belleza madrugaría mucho más.
ResponderEliminartejón nos muestras paisajes tan bellos y los adornas tan bien que es un placer pasar por tu casa.
Abrazzos
Qué hermosura de fotos y de palabras... Y de vida natural, que sí, es la que muchas veces nos da sentido incluso a nosotros mismos.
ResponderEliminarViendo las fotos y leyéndote puedo casi sentir el fresco de la noche, y ese aire tan puro que es un regalo respirar.
Me cuesta madrugar, cuando lo hago es porque tengo que salir para algún viaje, entonces lo hago a gusto sin embargo, no puedo sacar esas hermosas imágenes del amanecer porque me cogen en el tren o en un autobús.
ResponderEliminarEsos primeros destellos de luz que has fotografiado son una maravilla.
Un abrazo.
http://ventanadefoto.blogspot.com.es/
Te entiendo, Tejón... la naturaleza es la vida en su más plena expresión, es real, es como es, no hay en ella engaños!!! lo que depende de nosotros los humanos a veces defrauda.
ResponderEliminarUn abrazo y sigamos disfrutando de esas nieblas, esos rojos otoñales y esa tranquilidad inigualable que tan bien has sabido captar. Siempre un abrazo
¡Cómo te entiendo Jesús Angel, ya sabes lo que a mí me gusta ver despuntar el día!
ResponderEliminarVer como se despierta la vida; oir nada más que el trinar de los pajarillos que se levantan al alba, esa paz que se respira, se siente y se vive. La esperanza del día que comienza, todo nuevito... No me extraña que los poetas como tú se inspiren a esa temprana y recien estrenada hora... Y digan palabras tan hermosas.
Un abrazote.
Parece que sumergirse en un mundo de naturaleza, repleto de olores, sonidos de lo mas sutiles y vistas idílicas sea como aquel paraíso que nos describen, como un poco ciencia ficción... pero no lo tenemos aquí, tan cerca que entre tanta noticia catastrofista nos hacen olvidad.
ResponderEliminarMenos mal que te tengo a ti para que me "rescates" de un panorama oscuro y me enseñes el colorido.
Me encantaron las fotos y tus letras tan bonitas que hacen que por un instante esté ahí.
Un besote :)
· Muy poética forma de reflejar la vida cotidiana, Está hecho un artista.
· un abrazo
CR· & ·LMA
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Me agrego a ñoco, me gustan tanto las fotos como lo bien que has acompañado el texto.
ResponderEliminarUn saludo, que bonito es madrugar.
Qué descripción más poética y bonita de los amaneceres, que , dependiendo del lugar, se pueden tener y sentir algunas sensaciones algo diferentes, pero, sin duda, a grandes rasgos, es tal como lo has descrito;algo que compruebo casi diariamente, por mi trabajo.Pero, yo prefiero el atardecer, cuando todo se queda en calma tras la puesta de sol.
ResponderEliminarSaludos
Que delícia é sentir o amanhecer através de suas palavras tão românticas quando nos fala dos detalhes esplêndidos da natureza... que paz... uffff... que paz...
ResponderEliminar(belíssimas fotografias, Jesús!!!!!)
Bom fim de semana.
Beijo carinhoso.
...Y todo está en una pácida calma!!
ResponderEliminarEste es uno de los regalos diarios que nunca nos cansarenos de ver.
En la playa, me levanté pronto para verlo y un día...es impresionante ver salir el sol por el mar.
Gracias por este otro amanecer:))
Buen fin de semana Jesús.
Un beso.
Madrugar y disfrutar de todas esas sensaciones que describes,Carlos, puede ser que no la entiendan la mayoría de los mortales. Hay todavía una cosa más que añadir a esos placeres, a mi me encanta leer también temprano, con el amanecer.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cabopá, por favor, no me hagas esas comparaciones que me da mucha vergüenza y me pongo colorado,jajaja
ResponderEliminarUn abrazo.
Sacudirse la pereza tiene su recompensa.
ResponderEliminarUn abrazo, Alma.
Buen complemento a mi entrada tus bellas palabras, amigo José.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues te digo lo mismo,Valverde, hay que desperezarse, madrugar tiene su recompensa.
ResponderEliminarUn saludo.
Pues si,Raquel, además el otoño ha entrado muy benigno, lo malo será cuando llueva y granice, aunque trataremos de buscarle el lado bueno.
ResponderEliminarUn saludo.
Eso ya es demasiado,Ruben, a esas horas ten cuidado de no golpearte con alguna esquina,jejeje
ResponderEliminarUn saludo.
Bienvenida al club de los madrugadores.
ResponderEliminarUn abrazo,maluferre.
Tu si que entiendes de rocíos y de escarchas,Xibeliuss.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias,Esmeralda, madrugando se tejen mejor los sueños.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias,Eastriver, he perdido tu pista y últimamente no te sigo,¿podrías mandarme un enlace?.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es una razón buenísima madrugar para viajar,Antonia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es triste pero es así,Isabel, los humanos a veces defraudamos.
ResponderEliminarUn abrazo,grande.
Gracias por estar ahí,Transi.
ResponderEliminarOtro abrazote para ti.
Muchas gracias,Nieves, te deseo un buen lunes al sol...
ResponderEliminarUn beso.
Sentado en un banco entre sequoias reflejas tu la vida de forma más poética que yo, querido don ñ.
ResponderEliminarUn abrazo.
Acuerdo entre tocayos,jejeje.
ResponderEliminarGracias,Alfonso.
Se pueden disfrutar tanto como los amaneceres los atardeceres,Pini. Se puede y se debe.
ResponderEliminarUn saludo.
Sensaciones de paz y de libertad,Teca.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias,Laura, el solo por estas latitudes y en estas fechas sale y se pone entre montañas, y eso también es precioso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Maravillosas Fotos, envidiable el poder estar en esos parajes Y tus explicaciones aparte de lo amena, es pura Poesía en Prosa.
ResponderEliminarSaludos, manolo
Muchas gracias,manolo.
ResponderEliminarUn abrazo.