Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces", símbolo del sentido común, el coraje y la determinación, sabio ermitaño, leal con sus amigos, amante del buen tiempo y de los rayos del sol, y busco el equilibrio entre lo que yace bajo la tierra y lo que descansa sobre ella.

Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces",simbolo del sentido común,el coraje y la

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Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces",simbolo del sentido común,el coraje y la determinación, sabio ermitaño,leal con sus amigos, amante del buen tiempo y de los rayos del sol, y busco el equilibrio entre lo que yace bajo la tierra y lo que descansa sobre ella.

29/4/11

DE PROCESIÓN POR ASTURIAS-2ª PARTE



Casi sin darnos cuenta se nos pasó la tarde, comenzaba a oscurecer, unas nubes negras que amenazaban tormenta nos hicieron retornar de vuelta y en Unquera nos cogió de golpe el chaparrón y nos quedamos con las ganas de ver la desembocadura del río Purón.

Aparte de despistado soy bastante terco y me propuse volver otro día sin tardar mucho y convencí a Mila para ir al día siguiente y ver además de la desembocadura también el nacimiento de este pequeño río que merece considerarse como tal aunque apenas tiene cinco kms de recorrido.

Para ello nos dirigimos hasta el pequeño pueblo asturiano de Purón perteneciente al municipio de Llanes. Una pequeña localidad que da nombre al río y que apenas cuenta con una cincuentena de habitantes, pero que nos sorprende nada más llegar al encontrarnos con unas casas de indianos muy bien conservadas, con unos tejos viejos y en una de ellas el boj que se ve en la foto de abajo.

La madera del boj es muy apreciada por los constructores de gaitas y aunque este árbol de tipo arbustivo no suele alcanzar grandes dimensiones si que puede envejecer muchos años.


Un poco más adelante este cartel nos indica que aquí rodó Garci alguna secuencia de su película "You`re the one".Hay una ruta que se llama Llanes de Cine que indica distintos lugares y localidades donde se han rodado escenas de películas.

Como dije al principio, son numerosos los ejemplares de tejos que hay en el pueblo, al lado de la iglesia y del cementerio, algunos severamente podados, otros aislados en los prados, otros se adivinan sus siluetas en la distancia, en las laderas de las montañas.




Volviendo al río, para llegar hasta su nacimiento hay que hacerlo dejando el coche al lado de un cartel bastante rustico, al lado de una estabulación de ganado donde se ven confluir dos pequeños ríos. Ya dije en la anterior entrada que Asturias es para investigar y descubrir los sorprendentes lugares que esconde, donde se vea un caminin o un sendero hay que aventurarse.

Dejamos el coche y comenzamos a andar, apenas un km y cruzando un puente hay un edificio con un el cartel donde se anuncian distintas actividades deportivas y de turismo rural.

El río que antes iba a nuestra izquierda, al pasar el puente queda a la derecha y por la izquierda desemboca en él un torrente de agua cuyo origen desconozco que baja canalizado desde la montaña y lo hace bastante fuerza y mucho ruido.

Más adelante solo el rumor de las aguas verdes del río, pajaros que pasan volando a ras del suelo llevando lombrices colgando de sus picos, trabajan sin descanso para llevar alimento a sus nidos en esta tarde primaveral.


No es que haga calor pero se agradece la frescura que dan la sombra de los árboles.

Despacio, sin prisas y disfrutando del entorno hemos llegado al nacimiento, brotan las aguas debajo de las piedras cubiertas por el musgo y comienzan a correr mansamente por el cauce.



Apenas han recorrido unos metros y una presa las retiene para desviarlas hasta una piscifactoría abandonada que nos deja una mala sensación, pues afea bastante el paraje tan bonito que tenemos a nuestro alrededor.




Una vez liberadas emprenden el camino hasta el cercano mar, abandonando las laderas de la Sierra del Cuera, ocultándose entre la abundante vegetación.

Sus aguas riegan avellanos,castaños, fresnos, acacias en flor, alisos, helechos...

Es el Purón un río muy apreciado por sus truchas.

Casi al final el cauce se encajona....

....cambia la vegetación y se rodea de encinas y de flores del tojo....

....antes de entregarse mansamente a las aguas del mar Cantábrico.

22/4/11

DE PROCESIÓN POR ASTURIAS/ 1ª PARTE



Como en las plazas de toros, lleno hasta la bandera, así dicen que están algunas localidades de la cornisa cantábrica en esta Semana Santa.El agua se quedó en el sur y el viento sur nos trajo buenas temperaturas y cielos casi despejados.

Decidimos hacer una escapada a tierras asturianas y para evitar las procesiones kilométricas que había en la autopista. Pasando Unquera nos metimos por carreteras secundarias y sin saber muy bien como, llegamos a un lugar donde desde lo alto se nos ofrecía una vista espectacular del mar Cantábrico, y decidimos acercarnos para verlo más de cerca.

El pueblo se llama Buelna, está pegado a la carretera nacional a medio camino entre Unquera, (Cantábria) y Llanes, (Asturias).

El tramo de la autopista del cantábrico que incomprensiblemente lleva años parado, hace que las obras paradas del mismo, den una sensación de abandono de estos pueblos tan bien conservados y tan necesitados de esta vía de comunicación para poder desarrollar el potencial turístico y los atractivos que esconden.


Y es que al contrario que en Cantabria donde todo está quizás excesivamente señaliazado y masificado, Asturias guarda muchos y bellos rincones secretos y hay que jugar a adivinar donde nos llevan sendas y caminos.


Así encontramos playas escondidas entre la vegetación, hermosos acantilados y vacas que nos miran con curiosidad, pastando al borde del mar en los verdes prados.

Un caminin paralelo a la orilla de la via del tren de FEVE que une Santander y Oviedo, nos acerca a este curioso indicador hecho con una traviesa ferroviaria.

Se lee, "Cubijeru", y la curiosidad nos lleva por unas tierras sembradas, huertos, árboles frutales y arroyos hasta un lugar lleno de sorpresas.

Un arrollo de aguas transparentes, que baja escondido entre helechos, se mete en esta gruta y desaparece para entregar sus aguas al mar en un acantilado al que se puede llegar recorriendo el interior de la cueva pero ha de hacerse acompañado de buenas linternas y agachándose mucho pues las estalactitas hasta donde pude llegar me rozan la cabeza.





Nada hace imaginar que apenas unos metros más allá vamos a encontrar una playa tan singular.


Está metida tierra adentro, y el agua del mar llega a través de galerías subterráneas que entran con cada golpe de mar, bufando y formando torbellinos de espuma.





Espectacular es la roca horadada en el impresionante acantilado, que a modo de puente y pasando por encima de ella nos lleva hasta el lugar donde hace años rodó Garci una secuencia de su película "El Abuelo", cuando una bocanada de aire salida de uno de los numerosos bufones arranca de la cabeza el sombrero del actor ya desaparecido,Rafael Alonso, cuando trataba de suicidarse arrojándose al mar ayudado por el también desaparecido Fernando Fernán Gómez.

Nos alejamos del lugar y dejamos a la gaviota vigilando en la roca y mirando curiosa el gran numero de curiosos que lo visitan.




Volveremos con linternas.

17/4/11

MONTE RÍO LOS VADOS.


Quien me conoce ya sabe que mis despistes son frecuentes y el de hoy ha sido superior.

Ya me extrañaba a mi que cuando llegué con el coche al aparcamiento donde nos recogería el autobús no hubiese nadie esperando.

¿Será que solo me he apuntado yo?, pensé.

Pasa el tiempo y el autobús que no llega. Me impaciento y saco de la mochila el papel de la reserva y veo que no me he enterado que han cambiado la fecha programada y la ruta fue ayer sábado. Con las ganas que tenía yo de subir La Matanela y andar por la zona pasiega.

Que cabreo descomunal. ¿Que hago, si lo tengo todo preparado?. Y para una vez que creo que no se me ha olvidado nada.

Dudo, me dan ganas de tomar el primer autobús que pare y perderme.

Decido volver a casa. Menos mal que no hacen chufla de mi despiste y me animan a coger mi libro de rutas y a que haga una solo por mi cuenta.

Y en eso estoy,en media hora me he acercado hasta el Parque Natural del Saja-Besaya y a medida que me estoy adentrando, los rayos de sol colándose entre las hayas, el rumor del agua de los ríos que se escucha al fondo de los barrancos, y el canto de los pájaros hacen que se me calme el espíritu y se me vaya pasando el enfado.
Este Parque Natural guarda uno de los mejores robledales de Cantabria y además abundan otras especies como hayas y acebos.
A lo largo del camino veo que se está señalizando para la prueba de bicicleta de montaña, que se celebrará en el mes de mayo. No me parece muy indicado meter por un Parque Nacional diez mil bicicletas que es la cifra que parece que pretenden conseguir este año.

Los arboles que han estado desnudos todo el invierno, comienzan a lucir sus trajes nuevos con una gran variedad de tonos verdes.
Pierdo la cuenta de puentes de madera y arroyos que encuentro por el camino.
Me desvío unos cien metros para visitar uno de los árboles catalogados como singulares de Cantabria. Se conoce como roble "tumbao". Le pesan tanto los años que se ha ido agachando igual que un anciano y está todo él cubierto de musgo y de plantas de arándanos.
El hayedo con los rayos de sol filtrándose entre sus ramas luce así de espectacular. Y sigo encontrando y cruzando ríos.

Me pregunto como pasaran por aquí las bicicletas. Ya me lo contará aquí mi amigo Hilario, que es uno de los que se ha apuntado a los 10.000 del Soplao.

Solo se oye cantar al cuco.

Aisladamente en varias zonas del bosque encuentro yeguas recién paridas con sus crías.

Me habría gustado haber visto algún corzo o algún venado pero son astutos y no se dejan ver.

Ya he llegado casi al final, todo el agua de los arroyos que he dejado atrás se concentra en un solo río que se despeña en sonoras cascadas antes de llegar al llano.


De nuevo entre los humanos, este es un lugar que disfruta mucho la gente cuando hace bueno y en verano.


Comencé a andar a las diez de la mañana y son las cuatro de la tarde, solo he parado media hora para comer el bocata y reponer fuerzas.

Vuelvo a casa y en el coche suena El Cigala y Bebo Valdés.