Cuando el camino se vuelve complejo nos ocultamos tras la máscara y escondemos las emociones.
Todo resulta turbador , nos invade la ira, la pena, la rabia y la tristeza.
Y ocultamos para que no nos hieran, si reímos, si amamos, si lloramos.
Pero caminamos.
Y mi voz se vuelve un Salmo.