Esta entrada que voy a etiquetar como "Rutas y senderísmo",es algo más, es naturaleza, paisajes, mar, instantes, y más que nada es un homenaje al esfuerzo, al tesón, al sacrificio y a la fuerza de voluntad de una de las mujeres de mi vida. Se llama Noemí y es mi hija la mayor. Acaba de enterarse de la entrada que estoy haciendo y me dice: " pero yo no soy significativa, era una actividad para deportistas, y yo no lo soy".
El día amaneció nublado y seguía gris cuando llegamos a la localidad costera de Isla, en el Municipio de Arnuero, la marea estaba baja y desde esta orilla del mar tomamos la salida a las nueve de la mañana los más de seiscientos andarines inscritos para hacer un recorrido de 25 kilómetros, con un desnivel acumulado de 1700m y 850m de desnivel positivo aproximadamente.
Tras unos primeros 800 metros por las calles de Isla-Playa accedemos a
la senda costera de la Ría de Quejo, que nos llevará hasta el Molino de
Mareas de Santa Olaja (Km. 2 aprox.), corazón del Ecoparque de Trasmiera
que da nombre al Trail, y que atravesaremos por el dique interior del
molino.
Enfrente ya vemos el Monte Cincho (249 m.), preciosa atalaya de la Costa de Siete Villas,
tupida de encinar cantábrico,y que visto desde fuera parece imposible que se pueda caminar por la espesura de su interior.
Tras dejar atrás las marismas y los pueblos de Soano y Castillo comenzamos a subir a la Sierra del Molino del Viento (210 m). El camino está completamente embarrado por las lluvias de días anteriores y por aquí Noemí ya empieza a resoplar.
A partir del kilómetro ocho nos empiezan a adelantar los primeros participantes que hacen el trail corriendo y han salido una hora más tarde. Hemos de apartarnos para no entorpecer su ritmo, vamos ya tan retrasados que son ellos los que nos dan animo para continuar y Noemí dice:"Me apunte sin saber a lo que me iba a enfrentar y una vez aquí no me queda más remedio que acabarlo".
Saliendo del bosque el paisaje verde y las cajigas son un estimulo para la marcha pero Noemí ya no puede ni con la botella del agua. Marta que todavía nos acompaña se hace cargo del paraguas y los bastones, un poco más adelante, siguiendo mi consejo nos dejará para continuar a su ritmo y ya no la volveremos a ver hasta el final.
"La
dificultad de asistir a estos eventos no siendo deportista, hace que la
marea te lleve a un ritmo que no es el tuyo y ahí desgastas más que nada". Esta es la reflexión que hace Noemí cuando empezamos a subir las primeras rampas de El Cincho, cada paso es un sacrificio, hago que tome liquido continuamente y tiene que engancharse a mi brazo para poder llegar a la cima.
Hemos llegado al kilómetro catorce, la organización tenía calculado que quien no pasara por este punto antes de las doce y media no podría continuar, son las doce, luego tenemos licencia para seguir.
Hasta pasar por la Iglesia de Isla el terreno es llano, algunos huertos de Isla, tan apreciados por sus pimientos, tomates y toda clase de verduras, ya están sembrados y se ven tierras recién aradas.
En el avituallamiento reponemos líquidos y tomamos frutos secos y manzanas, los plátanos se han terminado.
Hasta pasar por la Iglesia de Isla el terreno es llano, algunos huertos de Isla, tan apreciados por sus pimientos, tomates y toda clase de verduras, ya están sembrados y se ven tierras recién aradas.
En el avituallamiento reponemos líquidos y tomamos frutos secos y manzanas, los plátanos se han terminado.
"No te puedo decir nada del entorno porque no me enteré".
Pues mira que bonito era, todo verde, los caballos pastando, la ría de Castellanos y allá, al fondo la Iglesia románica de Santa María de Bareyo...
...las encinas, los madroños, las rapaces volando sobre nosotros, todo esto te lo perdiste...
...mientras seguías tú lento caminar. Alguna pausa para darte animo, un achuchón, un beso, un abrazo, tú habías salido mentalizada para ser la última y yo aquí ya estaba convencido de que así iba a ser.
Para cuando quisimos asomarnos a la mar, ya era casi seguro que no teníamos a nadie detrás y no te quedaban fuerzas para ver a las olas saltar.
Ya hemos llegado al kilómetro veintidós, este tramo costero por los Acantilados de Quejo es espectacular, se respira la sal, huele a mar...
... y parece que recuperas un poco el animo, para saltar los obstáculos que en el camino se nos han de cruzar.
El Cabo de Quejo esta circundado por la espuma y las aguas verdes, lugar casi inaccesible con unos fondos rocosos donde se crían las apreciadas langostas que tanta fama gastronómica dan a los pueblos turísticos de la zona.
Kilómetro 24, parece que ya está cerca el final pero quedan, "las cuestas más pindias que jamás vi..."
Caminando detrás de ella me experimento una mezcla de sensaciones y emociones que no se como explicar. El echo de estar aquí, ayudando a mi hija como cuando era chica me hace creer que sin ser imprescindible, uno aún es útil para ayudar a los hijos y que aunque tengan su vida y hayan abandonado el nido siempre nos van a necesitar.
Vamos,Noemí, adelante que este no nos va a ganar.
Ya se ve el final, aquello del fondo es Santoña y el Monte Buciero, El Brusco y la playa de Trengandín y Noja, ya no nos queda "na".
"Es que no hay más que plantear, había que hacerlo y punto, aunque sin ti no lo hubiera acabado,papá.
Me siento satisfecha, pero tampoco exageradamente, las sensaciones hubieran sido más intensas si hubiera abandonado, que entonces me hubiera cabreado muchísimo conmigo misma".
Las nubes continuaban allí, cuando llegamos había subido la marea y al pasar por meta el chip que llevábamos en el dorsal nos dio el tiempo y Noemí no vio cumplido su objetivo.
En el diploma que me dieron pone: Posición General-277- Posición Categoría-277 Tiempo total 6 horas, 1 minuto, 3 segundos. Distancia 25 kms- Velocidad media, 3,96 km/h.
Noemí quedó en la posición 276 y un segundo menos, mecachis en la mar, me ganó.
Me siento satisfecha, pero tampoco exageradamente, las sensaciones hubieran sido más intensas si hubiera abandonado, que entonces me hubiera cabreado muchísimo conmigo misma".
Las nubes continuaban allí, cuando llegamos había subido la marea y al pasar por meta el chip que llevábamos en el dorsal nos dio el tiempo y Noemí no vio cumplido su objetivo.
En el diploma que me dieron pone: Posición General-277- Posición Categoría-277 Tiempo total 6 horas, 1 minuto, 3 segundos. Distancia 25 kms- Velocidad media, 3,96 km/h.
Noemí quedó en la posición 276 y un segundo menos, mecachis en la mar, me ganó.