Salimos al clarear el día en busca del sonido de los bosques.
La nieve amortigua nuestras pisadas.
Solo se escucha el silencio.
La nieve amortigua nuestras pisadas.
Solo se escucha el silencio.
Amalgama de colores pastel en el cielo y de blanco merengue parece el suelo.
Los caminos están abiertos y una leve brisa acaricia los frutos del acebo.
Charcas mágicas atrapan bajo el hielo, el azul del cielo.
Con cautela nos acercamos, no vaya a ser que aún las hadas y los faunos del bosque no hayan despertado.
Ellos si que saben de música...
...del crujir de las ramas secas, del crepitar de la leña en la hoguera.
Mil veces pasarás por un bosque y cada vez oirás un sonido distinto.
Hayas, abedules, madera para violines de música celta y para tambores con ritmos africanos...
...canto de pájaros que se unen al murmullo del río...
...y al bronco sonido...
...de aguas que se precipitan en torrentes y cascadas...
...por bosques donde siempre encontrarás abiertos los caminos.