Desafiando a la ola de calor anunciada por los hombres del tiempo, el pasado domingo nos desplazamos hasta Pidrasluengas, un puerto de montaña entre la provincia de Palencia y la comunidad de Cantabria de 1.355 mts de altitud.
El objetivo es Peña Labra, una especie de meseta que se encuentra a 2.018 mts y que parece desafiarnos desde la altura, aceptamos el reto y a las once y media de la mañana con el termómetro marcando 30º comenzamos el ataque por la base.
El camino al principio no está muy marcado pues debido al retroceso de la ganadería de montaña han ido desapareciendo las huellas y los escobales han crecido tanto que es dificultoso caminar entre ellos y hemos de dar algún que otro rodeo.
El camino al principio no está muy marcado pues debido al retroceso de la ganadería de montaña han ido desapareciendo las huellas y los escobales han crecido tanto que es dificultoso caminar entre ellos y hemos de dar algún que otro rodeo.
Entre las escobas crece esta curiosa planta conocida como orobanche, bastante dañina puesto que en realidad es un hongo parásito que se agarra a la genista y al brezo succionando la clorofila hasta conseguir que se sequen.
En el cielo ni una nube y las mochilas bien cargadas de líquidos para hacer frente al fuerte desnivel que tenemos por delante.
En algunos sitios no queda más remedio que meterse entre las escobas que sobrepasan nuestras cabezas y tener buen cuidado de no llevar un escobazo del que va por delante.
En el cielo ni una nube y las mochilas bien cargadas de líquidos para hacer frente al fuerte desnivel que tenemos por delante.
En algunos sitios no queda más remedio que meterse entre las escobas que sobrepasan nuestras cabezas y tener buen cuidado de no llevar un escobazo del que va por delante.
Seguimos subiendo a buen ritmo y a nuestra espalda podemos ver bastante nítida la cumbre de Peña Prieta.
Más peligro que las escobas tiene la que llevo por delante que si no me distancio de ella me mete el bastón por los ojos, si la adelanto sprinta y me vuelve a pasar y eso que lleva el paquete de tabaco en la mochila pero menudos pulmones tiene.
Hemos llegado a la cumbre y aunque en la foto no se aprecia muy bien, tenemos unas vistas maravillosas de todo el Valle de Polaciones con el embalse de La Cohilla al fondo
Ha sido de gran ayuda el viento que soplaba mientras subíamos, pero en esta otra cara no se mueve una gota de aire y los insectos nos devoran.
Ha sido de gran ayuda el viento que soplaba mientras subíamos, pero en esta otra cara no se mueve una gota de aire y los insectos nos devoran.
Son casi las dos de la tarde, buena hora para comer y continuar ruta.
El siguiente objetivo es El Pico Tres Mares, 2175 mts de altitud y que debe su nombre a que en sus laderas nacen tres ríos y cada una desemboca en una cuenca hidrográfica y un mar distintos.
El río Nansa que va al Mar Cantábrico, un afluente del río Pisuerga que a su vez es afluente de el río Duero que desemboca en el Atlántico, y el otro río es el Hijar, cuya surgencia da lugar al nacimiento de Ebro y que lleva sus aguas al mar Mediterraneo.
El pico todavía se ve lejano.
El pico todavía se ve lejano.
Parece que no hay paso hasta la crestería pero no sin cierta dificultad vamos pasando por la canal que tenemos por delante.
Una vez superada la dificultad continuamos por la cresta que nos llevara al Tres Mares que aún se sigue viendo lejano.
Desde el mirador del Tres Mares volvemos la vista atrás para admirar disfrutar una vez más de la belleza que tiene Peña Labra, pues las vistas que hay al otro lado son desoladoras...
....la estación invernal de Alto Campoo sin nieve es como un campo arrasado por la erosión, los desmontes, pistas y carreteras han hecho del lugar un páramo.
Una vez superada la dificultad continuamos por la cresta que nos llevara al Tres Mares que aún se sigue viendo lejano.
Desde el mirador del Tres Mares volvemos la vista atrás para admirar disfrutar una vez más de la belleza que tiene Peña Labra, pues las vistas que hay al otro lado son desoladoras...
....la estación invernal de Alto Campoo sin nieve es como un campo arrasado por la erosión, los desmontes, pistas y carreteras han hecho del lugar un páramo.
Me pregunto si merecerá la pena tanto daño y tanta agresión a la naturaleza para el disfrute de unos pocos.
Espero que no se cometa otro atropello en el Pico San Glorio.
Una ruta tan bonita no merecía este final.
Una ruta tan bonita no merecía este final.