No me mires así que me apena tú mirada, soy humano pero no tengo malas intenciones, si de mi dependiera me enfrentaría a toda esta gente que viene a verte tan triste , acompañando a sus niños, y haría cualquier cosa por dejarte libre y que no te encuentren aquí cautivo.
Una vez leí que en la jerarquía zoológica, de los pájaros hacia arriba, todos los animales sueñan mucho.Tú ahora tendrías que estar soñando y no despierto a la luz del día.
Hoy yo también me siento abatido, miro a mi alrededor y me deprimo, no me consuela ni bajar a la cueva, fui hoy a dar una vuelta y no me gusta lo que vi.
El tiempo está muy loco, florecen los manzanos y los rosales, los miruellos andan despistados y parece que quieren hacer nido, las hayas, los fresnos y los castaños no acaban de tirar las hojas.
Donde se secaron los olmos han plantado eucaliptos, donde se sembraba el maíz crecen los plumeros, este verano los prendieron fuego y con ellos ardió un tejo, a ver si este año consigo que me prendan las semillas del ceibo y voy a dejar que crezcan todos los acebos.
Cómo me apena tú mirada y que recuerdos me vienen de niño, cuando abría las jaulas que encerraban los nidos de jilguero en los perales, cómo me gustaría poderte soltar, o guardarte en una caja hasta que anochezca como aquella vez que encontré un hermano tuyo en el garaje donde guardaba la Vespa mi padre.
Buenos picotazos me dio y con las garras me arañó, pero igual lo tenía merecido por no haberme armado hoy de valor y haber seguido caminando sin hacer caso a tu suplicante mirada.
Tú ahora tendrías que estar soñando.