...igual que tú me siento, son iguales tus arrugas y las mías.
Me gusta que me susurres al oído cuando me acerco a ti, que me digas que continúe, que resista, que luche contra los contratiempos, aunque la vida ponga seres despreciables en mi camino.
Tu sabes de mis decepciones, de mis tristezas, de mis desalientos.
Te acaricio y me cuentas un secreto, me preguntas:
¿Sabes qué me haría más feliz?.
No.
Que cuando yo muera, alguien construya con mis ramas una cuna.