Bueno pues aquí me teneis dispuesto a contaros un poco más de mi paso por la "mili". Ya en mi anterior entrada conté que aquellos eran los años de la transicion y el paso del blanco y negro al color, por eso las fotos de hoy tienen la luz y el color de una tierra que se encuentra como la guitarra de Paco de Lucía entre dos aguas, entre dos mares, el Mediterraneo y el Atlantico y que ansiaba salir del aislamiento que venia padeciendo al cerrarse la frontera que unia la Linea con el Peñón de Gibraltar.
Estas fotos están sacadas en la playa de Levante y en el Barrio de La Atúnara en La Linea de la Concepción, un barrio de humildes casas de pescadores con muy pocos recursos pues ni de un puerto donde resguardar sus también humildes y pequeñas embarcaciones disponían, y que cuando regresaban de sus pesquerias tenían que arrastrar, tirando de gruesas cuerdas hasta quedar varadas en la arena. No se oponían a que alguna vez pusiéramos nuestras manos en la soga para ayudarles pues era una tarea que requería grandes esfuerzos y no pocos sudores. Esfuerzos y sudores que veíamos compensados cuando en las tabernas y los bares del barrio nos ponían acompañando los vinos unas exquisitas y variadas tapas, unas veces de "pescaito" frito, las aceitunas aliñadas más ricas del mundo y las cazuelitas caseras de garbanzos con callos.
El cierre de la Frontera fue un duro golpe para la economía de la zona y para quienes tenían su puesto de trabajo en Gibraltar. Los que no renunciaron al puesto de trabajo se vieron obligados al distanciamiento y el alejamiento de sus familias pues se cortaron todos los medios de comunicacion entre un lado y otro del Peñón. Las lineas telefónicas se anularon y una amplia franja de terreno neutral marcada por la ONU, con una gran valla a cada lado, no eran impedimento para que los días de fiesta y en fechas muy señaladas, se comunicaran a grandes voces de un lado y otro de la valla y sin ningún tipo de reparo ni vergüenza esposas y maridos, padres e hijos. Así, fui testigo en las navidades de 76 de una conversacion muy curiosa entre un marido que anunciaba a su mujer que tenía permiso para pasar las fiestas con la familia en La Linea.La alegría que sintió la mujer con la noticia como podéis imaginar fue indescriptible, risas nerviosas, lágrimas, gritos....
El cierre de la Frontera fue un duro golpe para la economía de la zona y para quienes tenían su puesto de trabajo en Gibraltar. Los que no renunciaron al puesto de trabajo se vieron obligados al distanciamiento y el alejamiento de sus familias pues se cortaron todos los medios de comunicacion entre un lado y otro del Peñón. Las lineas telefónicas se anularon y una amplia franja de terreno neutral marcada por la ONU, con una gran valla a cada lado, no eran impedimento para que los días de fiesta y en fechas muy señaladas, se comunicaran a grandes voces de un lado y otro de la valla y sin ningún tipo de reparo ni vergüenza esposas y maridos, padres e hijos. Así, fui testigo en las navidades de 76 de una conversacion muy curiosa entre un marido que anunciaba a su mujer que tenía permiso para pasar las fiestas con la familia en La Linea.La alegría que sintió la mujer con la noticia como podéis imaginar fue indescriptible, risas nerviosas, lágrimas, gritos....
El marido continuo voceando."He comprado un regalo muy bonito para tu madre".
¿Y a mi, que me traes?- ¿ A ti ?-respondió el marido- Un "mango" así de gordo, mostrando su puño cerrado y doblando el brazo a la altura del codo.
El signo más evidente de que las cosas estaban cambiando era que se empezaron a ver las primeras tetas en los quioscos y en el cine, aunque suponía un riesgo meter estas revistas y otros medios de comunicacion en el cuartel. Su visionado y lectura era clandestino y era común esconder periódicos y revistas en la funda de los colchones para que no se descubrieran en los registros y librarnos de arrestos y sanciones disciplinarias.
Recuerdo como el día que se legalizó el PCE, nos sorprendió a todos por las calles gente anunciando la venta en libertad de El Mundo Obrero y como a la entrada del cuartel nos fueron registrando y requisando los ejemplares que habíamos comprado.
No hubo medidas disciplinarias, si las hubieran aplicado nos tendrían que haber arrestado a todos.
Quiero cerrar esta entrada recordando un grupo de aquellos años, Jarcha y su canción Libertad sin ira que fue un himno y que marcó una época.