Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces", símbolo del sentido común, el coraje y la determinación, sabio ermitaño, leal con sus amigos, amante del buen tiempo y de los rayos del sol, y busco el equilibrio entre lo que yace bajo la tierra y lo que descansa sobre ella.

Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces",simbolo del sentido común,el coraje y la

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Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces",simbolo del sentido común,el coraje y la determinación, sabio ermitaño,leal con sus amigos, amante del buen tiempo y de los rayos del sol, y busco el equilibrio entre lo que yace bajo la tierra y lo que descansa sobre ella.

19/11/15

COLOR ESPERANZA

Quizás a estas horas ya haya emprendido el vuelo y no vea esta entrada hasta la vuelta.

Mi maestro me enseñó que el color verde no es el de la esperanza, el color de la esperanza es el rojo y él me enseñó también que la paciencia es amarga pero sus frutos son dulces.

Maestro, donde esté, si ve esto sepa que no todas las aguas que va a encontrar serán tan calmas como las de esta bahía santanderina, su bahía.

Y que por grandes que sean las dificultades siempre tendrá una buena maroma donde agarrarse. 

17/11/15

RIBERO PINTADO

A la sombra del Pico Tres Mares,(2.175 metros de altitud), divisoria geográfica de Cantabria y el Valle de Los Redondos en la Montaña Palentina hay un lugar de ensueño adonde quiero que me acompañéis hoy y que aparte del viaje a través de las fotografías hagáis otro retrocediendo en el tiempo 350 millones de años, cuando esta tierra emergida, estaba muy cerca del ecuador terrestre.
El arroyo Lombatero discurre alegre y sonoro por el valle, el otoño está resultando muy benévolo y habría que escuchar sus aguas torrentosas cuando lleguen el invierno y el deshielo. Entonces el agua correrá por encima de los puentes, las sabinas, los endrinos, las zarzas y los escaramujos. 
Una ligera brisa desprende de los chopos las últimas y amarillentas hojas...
...y las va depositando mansamente sobre las raíces de estos esbeltos árboles que esperan a que la nieve abrigue sus ramas desnudas.
De repente aparece ante nuestros ojos un mural que caprichosamente a través de millones de años ha ido impregnándose de la paleta de colores que hay a su alrededor.
Estratos de areniscas que dependiendo de la época del año y de la luz mudan de colores...
...y convierten estas olas verticales en una fantasía de colores...
...que pasan desde las transparencias de las aguas del arroyo a los ocres de las hojas del otoño, el negro del carbón de las minas hoy cerradas...
...el purpura de los brezos, y los verdes más variados e inimaginables de prados y escobares.
Ribero Pintado, mosaico de colores...un sueño.

6/11/15

RÍO CASAÑO

¡¡¡Que ganas tenía de ir a verte!!!
Entrando por el pueblin asturiano de La Molina, una pintada en la pared  señala el camino y un reguero de hojas secas de color otoñal indican el sendero que hay que seguir.
Tan solo unos pocos metros de pista de cemento nos introducen en una resbaladiza calzada de piedra y las hojas van a ser compañeras todo el tiempo remontando el río. 
El pequeño y bello puente de Pompedro protege y esconde lo que pasa bajo su arco.
El Río Casaño no es cualquier río, los hay más largos, más importantes, más anchos pero en belleza no tiene nada que envidiar.

Sus aguas, libres, salvajes han encontrado el paso entre las rocas, forjando  hermosos barrancos.
Centenarios castaños escoltan sus orillas...
... y castaños son los que guardan vestigios del pasado.
Pequeños claros en el bosque, el sendero se va estrechando...
...mientras el río sigue su curso...
...unas veces mansamente...
...y otras dando saltos.
Poco a poco va tomando altura, la senda se vuelve umbría y las hayas se  elevan cada vez más altas en busca de los rayos del sol.
Hay un puente de nueva construcción que sustituye a otro de madera en mal estado. Hay que cruzarle con cuidado.
La duda me invade, seguir la ruta y emprender altura...
...o quedarme hipnotizado viendo el transcurrir de sus aguas.
 Habré de volver en verano a bañarme en ellas.
Enormes y verticales paredes de piedra, envueltas por la niebla...
...no empequeñecen la belleza que hay entre el musgo a ras del suelo.
Se pone pindio el camino,  mil metros de desnivel  separan la cumbre del cauce del río.
El bosque  mágico, sereno,profundo, hermoso...
...nos conduce a espacios más amplios, donde se rompe el silencio...
... donde la piedra habla con las nubes...
...y el río allá en lo más profundo sigue arrullando al niño que todos un día fuimos, como arrullan las olas del mar, las aguas nuevas que allá por Tina Menor, entre Asturias y Cantabria, habrá recibido de este y otros ríos.

Sin conocerte ya me tenías cautivo, y ahora que te conozco soy un náufrago de río.