La ruta que os traigo hoy la hice el pasado domingo siete de septiembre y desde entonces estoy dándole vueltas a la cabeza para ver como contarla pues en cada ruta que hago, son tantas las sensaciones, tantas veces repetidas, tanto lo que disfruto, aunque se sufra, que ya no sé que calificativos usar para tratar de transmitir en lo que escribo todo lo que siento.
Olvidemonos del teleférico y de subir en la cabina que es utilizada por miles de turistas para subir a uno de los destinos más turísticos y atractivos de Los Picos de Europa, porque lo vamos a hacer por donde hay que hacerlo.
Por senderos, trochas,y caminos trazados por los mineros, los pastores, el ganado y los rebecos que son los auténticos dueños de estas montañas.
La ascensión desde la base del circo Fuente Dé parece inverosímil, cuesta creer visto desde abajo que se puedan salvar esa murallas.
Hemos dejado atrás la famosa subida de "Los Tornos de Liordes, para tomar la senda del Hachero que nos llevará, pegados a las paredes rocosas en un empinado y permanente ascenso, hasta el Collado de Valdecoro.
El día es caluroso y para la tarde hay aviso de tormentas, las nubes, unas veces blancas y otras oscuras, nos acompañan evolucionando sobre nosotros y nos prestan su sombra, en estas laderas no hay árboles ni vegetación espesa como la que se ve en la cara de enfrente.
Ya hemos llegado al collado, la subida ha sido dura pero constante y en apenas dos horas hemos salvado setecientos metros de desnivel, desde aquí las vistas ya son de impresión...
... aquí es donde empiezan las sensaciones que contaba al principio, estamos a 1780 metros de altitud, enfrente, Peña Remoña,(2229), La Padiorna,(2319), al fondo Torre de Salinas,(2446)...
...y girando un poco la cabeza, Peña Vieja, (2619) la cima más alta de Los Picos en la parte cántabra.
Todo un espectaculo, ¿se puede pedir más?, verdes, grises, ocres, azules, no hay paleta de pintor que lo iguale.
Difícil de explicar, ¿verdad?.
Los Picos de Valdecoro, y digo picos porque en realidad es una cresta con dos cimas distintas aunque de poca diferencia, la de El Joracao de 1837 metros y la propiamente conocida como Pico Valdecoro de 1816.
El descenso es vertiginoso...
...las nubes siguen amenazando y un tanto precipitadamente damos cuenta de las viandas...
...para rápidamente seguir bajando.
Cuando vuelvo la vista atrás y veo la cima del pico asomando por ente los árboles, me parece imposible que haya estado subido en aquella pirámide.
La tormenta llegó y el primer chaparrón lo capeamos dentro de un precioso bosque de avellanos, robles, hayas, espinos y castaños...
...ideal para hacer y disfrutar cuando lleguen los colores del otoño.
No hubo tiempo para más fotos, tuve que guardar la cámara para protegerla de la lluvia y ya había pasado la tormenta y atardecía cuando saqué esta última.
La siguiente ruta ya está hecha, fue por tierras asturianas. Dadme tiempo para prepararla, que todavía me duele la espalda.