Mi última entrada creo que rezumaba pesimismo, esta de hoy quiero que sea un poco más alegre.
Una reciente salida por territorio pasiego me dio en pensar que hay otras formas de vivir y de sentir.
Aquí, donde no llegan los periódicos, donde no se ve la televisión, donde no se escucha la radio se siente la vida alrededor.
No tienen cobertura los teléfonos, nadie nos va a llamar ofreciéndonos un seguro de vida. Seguro que nadie cobra si no te mueres.
Quién explica a estas gentes que Jennifer López ha asegurado su culo en seis millones de dolares.
Te preguntarán que a cuanto sale un pellizco en ese culo.
Diles que las piernas de David Beckham cuestan cuarenta millones millones de dolares.
¿A cuanto sale la patada en la espinilla?.
Fernando Alonso tiene asegurados sus dedos pulgares.
No encontró seguro para asegurar el cuello.
Explicaselo a estas gentes que lo único que tienen seguro es que todos los días sale el sol por la cresta de las montañas, que muchos días al año llueve y está nublado, que ese sol y esas nubes alimentan sus prados, sus ríos y sus ganados.
Y mientras tanto, muchos de nosotros preocupados por si están seguros en las redes nuestros datos.
Hay otras maneras de vivir.