28/11/14

ME APENA TÚ MIRADA

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No me mires así que me apena tú mirada, soy humano pero no tengo malas intenciones, si de mi dependiera me enfrentaría a toda esta gente que viene a verte tan  triste , acompañando a sus niños, y haría cualquier cosa por dejarte libre y que no te encuentren aquí cautivo.

Una vez leí que en la jerarquía zoológica, de los pájaros hacia arriba, todos los animales sueñan mucho.Tú ahora tendrías que estar soñando y no despierto a la luz del día.

Hoy yo también me siento abatido, miro a mi alrededor y me deprimo, no me consuela ni bajar a la cueva, fui hoy a dar una vuelta y no me gusta lo que vi.
 El tiempo está muy loco, florecen los manzanos y los rosales, los miruellos andan despistados y parece que quieren hacer nido,  las hayas, los fresnos y los castaños no acaban de tirar  las hojas.

Donde se secaron los olmos han plantado eucaliptos, donde se sembraba el maíz crecen los plumeros, este verano los prendieron fuego y con ellos ardió un tejo, a ver si este año consigo que me prendan las semillas del ceibo y voy a dejar que crezcan todos los acebos.

Cómo me apena tú mirada y que recuerdos me vienen de niño, cuando abría las jaulas que encerraban los nidos de jilguero en los perales, cómo me gustaría poderte soltar, o guardarte en una caja hasta que anochezca como aquella vez que encontré un hermano tuyo en el garaje donde guardaba la Vespa mi padre.
Buenos picotazos me dio y con las garras me arañó, pero igual lo tenía merecido por no haberme armado hoy de valor y haber seguido caminando sin hacer caso a tu suplicante mirada.

Tú ahora tendrías que estar soñando.

15/11/14

LAS MOZAS DEL AGUA

    Las Mozas del Agua eran muy majas y salían de las juentes y de los ríos, vestías con capas de hilos de plata y de oru.
    Eran chicucas y tenían en la frente una estrella del color de las nubes cuando el sol se va...
    En los deos de la mano derecha gastaban unos anillos blancos y en la muñeca de la mano izquierda una argolla de oru con franjas negras apaecía a las gargantillas que usaban las viudas haz muchos años.
    Estaban descalzas y tenían las trenzas rubias, lo mesmu que las pestañas y los ojos.
Todas las mañanas salían del agua del ríu o de la juente con muchas madejas de hilos de oru que hilaban por la noche.
     Como las madejas estaban mojás. las ponían en los cantos o en las yerbas de las orillas pa que se secaran al sol, y mientras se secaban empezaban a bailar agarrás de la mano, riéndose y cantando unos cantares mu suaves y mu alegres.
     Al pisar en el suelu nacían unas flores amarillas y colorás.Cuando el sol estaba un pocu altu, cogían las madejas y se golvían a sus palacios debajo del agua. Si alguna persona llegaba en el momentu en que las Mozas del Agua se golvían a los sus palacios y cogían una de las flores amarillas y colorás, sería dichosa toda la vida y nunca la faltaría dineru y alegrías.
     Pero diz que nadie pudo coger las rosas porque se deshacían como la espuma, cuando las mozas entraban en el ríu con las madejas de oru que habían sacau al sol. Si algún mozu podía coger un hilu de las madejas, las mozas jalaban de él y le llevaban a su palacio onde se casaba con la más guapa de toas.
     To los años el mesmu día de San Juan salía el mozu del agua con la su mujer y sembraban por los senderos del monte una gargantilla, un anillu y un coral que na más que podían ver las pastoras honrás y cristianas. Las que alcontraban los regalos de la Moza del Agua y del su hombre, tendrían el aquel de curar toas las enfermedades con el agua de las juentes y los ríus, y los sus rebaños serían los más tresnados del monti...

De la tradición oral y recogido por Manuel Llano en su libro "Mitos y leyendas de Cantabria".

La fuente de la foto bien pudiera ser la morada de una Moza del Agua.

 Y no es niguna leyenda que yo haya encontrado a dos, una vive aquí, y  la otra aquí.

5/11/14

SI, LA NATURALEZA NOS HABLA...

...pero no nos detenemos a escucharla.
Su mensaje es claro, no demoremos  oír sus palabras.
Nos dice que si la montaña que subimos parece cada vez más imponente es porque la cima está cada vez más cerca.
Que allí donde no hay asfalto, es más grande la belleza.
Que hay que trepar a lo más alto, sin pisar a nadie la cabeza.
Que de la misma tierra nacen la muerte y la vida.
Que juntos seremos más fuertes...
...siempre respetando a quien es diferente.
Y que aunque es difícil y cada día cuesta más, podemos sobrevivir entre espinas, podemos encontrar la armonía, podemos oler los vientos, porque en nuestro interior late un corazón que harto de escuchar el silencio,  espera anhelante que lleguen nuevos tiempos.

Las fotos están sacadas el pasado domingo en la ruta que hice desde Velilla del Río Carrión hasta el Santuario de la Virgen del Brezo, por la montaña palentina.