tras la explosión del Cabo Machichaco
Hace 115 años el pueblo y la ciudad de Santander sufrieron, en un instante, la mayor tragedia padecida hasta entonces por una ciudad portuaria europea. La causa fue la explosión de un barco atracado en sus muelles, y cargado con más de 5O toneladas de dinamita.
Era una multitud la que contemplaba los esfuerzos que se venian realizando para intentar apagar el incendio declarado a bordo del vapor Cabo Machichaco. La explosión de su mortifera carga, a las cinco menos cuarto de la tarde del 3 de Noviembre de 1893 , acabó fulminantemente con la vida de más de 500 personas, hirio gravemente a otras tantas y destruyó gran parte de la ciudad.
Dejó así mismo gran número de huerfanos y un inmenso dolor solo aliviado con el paso de las generaciones.
La sociedad civil se vio seriamente afectada , pues en el momento de la explosión se encontraban sobre el barco siniestrado la practica totalidad de las autoridades civiles y militares, así como tecnicos,armadores y marineros de Santander.
La detonación acabó con todos ellos, de modo que la ciudad quedó practicamente descabezada.
La detonación provocó un verdadero terremoto, que abrió paredes , derribó tabiques, balcones y miradores y destrozó la totalidad de los cristales en un radio de varios kilometros.
El resultado fue 61 edificios destruidos, de ellos 25 en ruina por la onda expansiva y 36 por el incendio, además de otros 86 seriamente afectados. Cifras que, unidas a las grandes perdidas de mercancias quemadas en los almacenes y negocios fueron altamante significativas para una ciudad de 50.000 habitantes.
La explosión del Machichaco tuvo una trascendencia universal, a través de los medios de comunicación, fue objeto de asombro, consternación, solidaridad y discusión política por todas partes.Entre otras cosas, obligó a reconsiderar las legislaciones sobre el transporte de materias explosivas e inflamables. Pero también motivó en todo Occidente la reflexión sobre las dos caras del progreso, la de la riqueza y bienestar y la del desastre incontrolado.
La reflexión que me hago es , como todavia siguen existiendo en el interiorde nuestras ciudades puertos y estaciones de ferrocarril depositos con mercancias peligrosas.
Aprendemos a base de palos, y nos cuesta tomar inicativas para evitar accidentes posibles.
ResponderEliminarTodavía recuerdo un accidente en Tarragona, en el camping de los Alfaques donde murieron un montón de personas por un camión cisterna que tuvo un siniestro,...
Saludos.
Yo tambien recuerdo el accidente de los Alfaques José Antonio.
ResponderEliminarEn torrelavega llevan años las asociaciones de vecinos peleando por el traslado de un deposito de mercancias peligrosas en la estacion de RENFE.Todos los politicos prometen retirarlo en campaña electoral y así va pasando el tiempo.Hasta que pase una desgracia en fin.....
Un saludo.