Busco el silencio donde el ruido es atronador,
donde el agua arrastra las mentiras,
donde la niebla se convierte en alas de esplendor,
donde habita la magia entre las sombras,
donde contracorriente navega la esperanza,
donde se aplaca el odio entre las montañas,
donde no crece entre el musgo el egoísmo,
donde a pesar del cansancio del camino,
de mi pecho salga el más angustiado de los gritos.
Surgencia del Río Asón.
Un lugar donde la búsqueda es hallazgo. Amo este silencio que el río Asón te sugiere. Con silencios así incluso el grito es paz.
ResponderEliminarAbrazo enorme, Tejón
Un grito viene bien de vez en cuando, Nuria.
EliminarUn abrazo.
Que bela imagem; sugere o silêncio.
ResponderEliminarPrazer em conhecer seu blog.
janicce.
Gracias por la visita,
EliminarUn saludo.
Precioso rincón lleno de tranquilidad y poesia. Me gusta!
ResponderEliminarUn abrazo, Tejón.
Me alegro te guste, Jordi.
EliminarAbrazo Jordi.
He disfrutado de ese hermoso rincón a través de tus fotos y además también he tenido la oportunidad de disfrutar de un espacio Natural ,hace pocos días, en el que el agua también ocupa un lugar destacado.
ResponderEliminarBesos
Este rincón es uno de mis favoritos, Antonia, ya lo he traído más veces a la cueva y creo que lo volveré a traer.
EliminarUn beso.
A pesar de estruendo del agua, se percibe el silencio del entorno.
ResponderEliminarUn saludo.
Me agrada que lo escuches, Cayetano.
EliminarSaludos.
Fotón.
ResponderEliminarSiempre el agua. Eres un ser adorable, ¿lo sabías? Sí, sí que lo sabes. Lo que se te olvida es que acechan lobos y lobas, pero de los de dos patas y con piel de corderito y corderita. A mi también se me olvida siempre:)
Me quedo en este silencio tuyo un rato, no te vayas lejos.
Besazos:)
Eres muy generosa conmigo y lo sabes...
EliminarBesos.
¡que vaaa!
EliminarAl ver la imagen lo primero que pienso es "Silencio...? Menudo bramido debe escapar de esta surgencia"
ResponderEliminarPero leo tu texto y lo entiendo perfectamente: es ese silencio que a todos nos hace falta.
Abrazos, amigo
Tendré que marcarte el camino que te lleva a ese silencio, amigo.
EliminarUn abrazo.
Yo también me apunto
EliminarPues cuesta casar el silencio con el sonido de una cascada, pero tú lo consigues.
ResponderEliminarUn abrazo.
Al menos lo intento y creo que consigo ese silencio, Valverde.
EliminarUn abrazo.
Es una soledad aprovechada
ResponderEliminarSeguro que me entendiste
un besazo
Muy bien aprovechada, paisanuca.
EliminarUn beso.
Me encanta tejón, una maravilla. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarGracias, Lola.
EliminarSe presiente guapa la primavera.
Un beso.
·.
ResponderEliminarTienes alma de poeta, un poeta que sube Asón arriba para encontrar el silencio que le regala el estruendo de Cailagua. Un silencio que acompaña entre el 'sudor' de las hayas. Un silencio que permite oír las alas de los buitres.
Has escogido un buen sendero para ver que no siempre llueve del cielo.
Abrazos TyT
.·
LMA · & · CR
Ya será menos...jejeje.
EliminarUn abrazo.
Que maravilla poder acercarme a ese silencio tuyo a través de esa magnífica fotografía y ese texto evocador.
ResponderEliminarSiempre salgo ganando cuando te visito.
Mil gracias.
El que gano soy yo con tu amable comentario, Maripaz.
EliminarUn beso.
Un precioso lugar el que nos muestras. Si no recuerdo mal fue en esa zona donde "senderistas" se quejaron sobre la presencia de heces vacunas por el camino.
ResponderEliminarSaludos.
Pues que pensaban encontrar, jejeje
EliminarHay gente para todo Tomás.
Un cordial saludo.
Impresionante lugar para escuchar a la Naturaleza.
ResponderEliminar"donde la niebla se convierte en alas de esplendor,"
"donde contracorriente navega la esperanza,"
...................
Maripaz decía que siempre sale ganando cuando te visita y así lo creo yo también.
Saludos.
Muchas gracias, Chelo.
EliminarSaludos.
Tus palabras son capaces de transmitirnos el sonido de la naturaleza, no es ruido, es armonía en su estado más puro.
ResponderEliminarSaludos.
Me alegro haberte podido transmitir todo eso, Manuela.
EliminarMuchas gracias.
Saludos.
Que pasada!!! Ese silencio nos saca todo lo malo que llevamos y volver de ahí, regresamos plenos de una gran calma.
ResponderEliminarUn abrazo.
La Vespa está esperando que la lleves a conocer esa calma, Laura.
EliminarUn beso.
¿El Asón nace así? tengo que ir a verlo y a disfrutar de ese silencio tumultuoso de la fervenza
ResponderEliminarSalu2
Cailagua está espectacular, Juan Carlos, y ha vuelto a nevar con lo que tendremos salto para rato.
ResponderEliminarUn saludo.
Un día leí a un autor comentando que había visitado las más grandes cataratas del mundo, pero que ninguna le gustaba tanto como un pequeño salto de agua que había cerca de su casa. Que eso sucedía porque el ser humano no puede asimilar de un solo vistazo algo tan grande como el Niágara.
ResponderEliminarEs cierto que sí puedes sentir y abarcar en plenitud un paraje pequeño, con su cascada, su bosque, su hojarasca, su ruido... O tal vez sea porque, por estar en tu tierra, lo sientes "tuyo"... Lo cierto es que a mi también me pasa como a ti, que suelo buscar estos rincones cercanos, me encanta sentir ese silencio atronador.
Un abrazo
Me alegro te haya gustado,Óscar.
ResponderEliminarUn saludo.