Casi todos mis paseos terminan aquí,
donde nacen y mueren los días.
Donde las olas golpean más fuerte en mi presencia,
para acallar los ruidos que bullen en mi cabeza.
Y mientras, la vida pasa...
Donde las olas golpean más fuerte en mi presencia,
para acallar los ruidos que bullen en mi cabeza.
Y mientras, la vida pasa...
Donde nacen y mueren los días... ayer miraba yo el ocaso. Ayer, el amanecer. Ay, Tejón poeta... la vida pasa y, entretanto, la vives con instantes plenos como el que hoy nos muestras.
ResponderEliminarGrandísimo abrazo, Tejón.
Ojalá todos alcancemos esos días plenos de luz, sin sombras.
EliminarUn abrazo, Nuria.
Tienes la suerte de vivir cerca del mar y poder verlo diariamente.
ResponderEliminarMe encanta la visión de esa costa abrupta en esa imagen tan bella que has plasmado.
Besos
Gracias, Antonia, me alegro te gusta mi mar una vez más.
EliminarAbrazos.
Como decía Lennon, la vida es eso que pasa mientras hacemos planes (o algo así) Paisajes, imágenes como la que nos traen ayudan a fijarte en el momento.
ResponderEliminarAbrazos, amigo.
Pues eso, menos planes y más vivir la vida.
EliminarAbrazo,Xi.
Una escenografía muy de la estética romántica, con el agua azotando tenaz la costa rocosa. Y un texto breve a juego. O viceversa.
ResponderEliminarSaludos.
Muchas gracias, Cayetano.
EliminarSaludos.
·.
ResponderEliminarEsa nuestra costa, especialmente cuando rugen las tormentas, es la mejor para acallar los ruidos de nuestras cabezas.
Y a veces, cuando el mar está en perfecta calma, la mejor para que nuestros otros ruidos, los creativos, salgan en libertad a explorar olas de otros lugares.
La foto es la mejor que se puede encontrar para tu poético texto.
Abrazos T&T
.·
LMA · & · CR
Saldré en busca de otros ruidos, otras olas y otros mares.
EliminarAbrazo, ciruelos y caracoles.
Me ha sonado a una doble promesa... :)
EliminarAhhhh...
EliminarY las olas siguen su lento y cadencioso batir contra las rocas, donde mueren y renacen de nuevo.
ResponderEliminarUn saludo
Infatigables como las olas, Carmen. Cada día golpeando y haciendo frente a los escollos que nos depara la vida.
EliminarUn abrazo.
Vaya paraje.. Normal que acabes ahí. Aunque no me quedase muy a mano, yo también haría porque acabasen ahí mis paseos. El mar siempre invita a reflexionar... Un abrazo
ResponderEliminarEl mar, ya sea calmo o embravecido siempre invita a reflexionar, Óscar.
EliminarUn abrazo.
Da gusto terminar el paseo en ese precioso lugar y el instante que nos regalas acompañando a tu paseo es impresionante.
ResponderEliminarAbrazote utópico, Irma.-
Otro para ti, Irma, y gracias por pasar.
EliminarPero que rinconcitos tenemos en La Tierruca para evadirnos, mientras la vida pasa... Fantástica foto amigo mío, un fuerte abrazo desde Castro.
ResponderEliminarBien los conoces, Germán.
EliminarUn abrazo, paisano.
Sabes bien donde terminar amigo, el lugar es para dar paz a los pensamientos.
ResponderEliminarBuen fin de semana.
besos.
Los días andan más revueltos que la mar, Laura.
EliminarUn abrazo.
Guapa foto y mejor reflexión.
ResponderEliminarBuen finde.
Gracias, Cienfuegos.
EliminarUn abrazo.
Um belo cenário de vida enquanto as ondas passam...
ResponderEliminarUm beijo
Muchas gracias, amiga.
EliminarUm beijo.
Un bello lugar donde no solo admirar el paisaje y el golpeo de las olas en la orilla mientras nos relajamos.
ResponderEliminarSaludos.
Una escapada desde el otro lado de las montañas para ver el mar siempre tiene recompensa, Tomás.
EliminarSaludos.
La vida pasa demasiado rápido. Pero ahí para, la paras tú y la haces frenar, al lado de ese mar, tu palabras llenas de paz , el pensamiento armónico. Y la foto.... es impresionante, y llena de amor y deseos...
ResponderEliminarUn beso, tejón, y otro para Mila:)
Nuestros mejores deseos para vosotros, Moni.
EliminarBesos.
Preciosa foto y preciosas palabras y que pronto pasa la vida mi querido amigo, esto es un suspiro, así que no podemos permitirnos perder un segundo. Feliz semana. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarNo nos permitamos perder ni un segundo, Lola.
EliminarAbrazo grande, amiga.