Abuela Marcelina, déjame que recuerde algunas cosas tuyas que marcaron mi vida.
Déjame que rebusque en el pasado y me aferre a algunas vivencias a tú lado, que ni quiero ni puedo olvidar.
Déjame que recuerde tú mirada y los ojos vivarachos que echaron chispas hasta tus últimos días.
Déjame que recuerde el moño donde se recogía tu melena, sujeto por unas recatadas horquillas.
Déjame que recuerde cada 29 de septiembre, el día de San Miguel, cuando juntabas a todos los nietos, y las uvas que celosamente guardabas para nosotros en un caldero de cinc con agua fresca.
Déjame que recuerde la última vez que te visité en aquella residencia.
Aún conservabas el candor y el pudor de tus años jóvenes y cuando te pedí un beso me dijiste que a ella solo le besaba su marido.
"Pero si soy tu nieto,abuela.
Tú nieto mío, pues, ¿de quién?.
De Benito, el mayor de tus ocho hijos."
Déjame que recuerde el instante en que tus brazos abrazaron mi cuello y me diste el más dulce de tus besos.
Déjame que recuerde, abuela Marcelina, algunas cosas que con el paso de los años, ya casi no duelen.
Precioso recuerdo a la abuela Marcelina.
ResponderEliminarEn la imagen parece una persona cercana y con la que es gusto conversar.
Dura vida de trabajo tuvo que pasar la mujer, para sacar sus hijos adelante y sin las comodidades que hay ahora.
Besos
¿Se te agolpan los recuerdos, esos que casi no duelen? Un abrazo grande, Tejón.
ResponderEliminarSe juntan muchos recuerdos, pero ademas es una gran foto costumbrista. Fregaban la madera con arena de piedra arenisca.
ResponderEliminarQué suerte, los que hemos podido disfrutar de abuelas...Por la foto y el texto me recuerda a las mías, sencillas y buenas.. Del tipo de personas que necesita urgentemente este mundo...
ResponderEliminarLas abuelas nunca se olvidan. Y si son tan entrañables como Marcelina siempre se recordará con la sonrisa en los labios.
ResponderEliminarUn besote :)
·.
ResponderEliminar"Con el paso de los años ya casi no duelen..."
Y están ahí, agazapados los sentimientos que desencadenan el dolor o, cuanto menos, la nostalgia.
La foto no la has hecho tú pero el esto... ¡me quito el sombrero!
Un abrazo, TyT
· LMA · & · CR · ·.
Un abrazo,
· LMA · & · CR ·
La abuela estaría encantada de oírte...las abuelas se merecen todos los buenos calificativos...los nietos son su segunda vida
ResponderEliminarUn abrazo
Precioso recuerdo y homenaje a la abuela Marcelina; joder estas cosas emocionan. Muy bien por ti.
ResponderEliminarAbrazo
Preciosos recuerdos que yo no puedo tener de las mías ya que la única que vivía cuando nací murió siendo pequeño.
ResponderEliminarSaludos.
Me han emocionado y mucho tus hermosas palabras, me recuerda tanto a mi abuela, palabras que emocionan y traen recuerdos mi querido amigo, como olvidar... un buen montón de abrazos.
ResponderEliminarBonito homenaje, tierno y entrañable, a una persona importante en tu vida. Nada menos que la abuela.
ResponderEliminarUn saludo.
La abuela Marcelina, como muchas, o todas de esa generacion, no se pueden olvidar, eran con nada todo, multiplicaban, y aun les quedaba, ¿como?, casi lo se, pero...
ResponderEliminarun abrazo
¡Precioso!
ResponderEliminarMagnífico homenaje a tu abuela, Marcelina y de paso a todas esas abuelas que han marcado la infancia y la vida de tantos niños.
Un abrazo querido amigo.
La abuela Marcelina encarna a la abuela de cada uno de nosotros. Mi abuela María tenía unos ojos también vivarachos, me contaba cuentos inventados pues no sabía leer ni escribir, había tenido 9 hijos y siempre tuvo una fuerza interior y una sabiduría popular que ya quisiéramos para nosotros a su edad. Murió con 83 años cuando yo sólo era una cría, pero aún la recuerdo.
ResponderEliminarUn saludo
Sigue rebuscando amigo que esos recuerdos son para no olvidarlos, y recuerda así a tu abuela con esa mirada tan viva.
ResponderEliminarBesos.
Recordar con estas letras tan entrañables a tu abuela Marcelina, es el mejor homenaje que has podido hacerle, demuestras amor en cada línea, sus palabras te quedaron grabadas en el alma y ahí seguirán mientras vivas.
ResponderEliminarYo estoy de acuerdo contigo, las abuelas son algo muy importante en nuestra existencia, antes de abuelas, fueron madres y saben como seguir transmitiendo ese cariño de por vida.
Te felicito por esta maravillosa entrada, me has recordado a mi abuela y me has emocionado, la quería tanto...
Ha sido un placer pasar por tu espacio y leerte.
Cariños y buen fin de semana.
kasioles
Las abuelas son muy especiales, como es el caso de la abuela Marcelina. Una entrada que rezuma cariño, como el que sienten los nietos por las abuelas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cuánto cuenta esta foto. El tendedero, el medeiro del fondo, las zapatillas, la bata, el gesto, la mirada... el que la publiques con las palabras que la acompañas.
ResponderEliminarMucha ternura.
Un abrazo
Bonito homenaje,... todos tenemos una abuela Marcelina...
ResponderEliminarQué bien consigues transmitir tus emociones!
ResponderEliminarLa nostalgia maravillosa de tu texto me hizo pensar..............
ResponderEliminarCuanto me alegra por todos aquellos benditos que habéis tenido la maravillosa oportunidad de disfrutar de la abuela.
ResponderEliminarSi ella pudiera estar ¡que abrazo te daría!
De todos modos, te lo mando yo.
Que guapo homenaje tejón, entrañable foto, su cara lo dice todo. Por cierto el banco es como los que hay en mi casa. Un besin.
ResponderEliminarSe me ha puesto el vello de punta, que recuerdos me ha traído este bello homenaje a tu abuela. Un fuerte abrazo desde Castro.
ResponderEliminarNo puedo comentar la foto... hiciste que recordara a mis abuelitas. ¡Gracias!
ResponderEliminarSalu2
Muchas gracias por vuestros comentarios,con esta entrada quise hacer un homenaje a todas las abuelas y creo que así lo habeis entendido. Siento que alguno no hayais podido disfrutar de esas abuelas.
ResponderEliminarAbrazos para todos.