Vas caminando por la cresta de la montaña y de repente alguien dice:
¡¡¡Quietos, mirad!!!
Dirigimos la mirada hacia el fondo del valle donde nos señala con el dedo.
Sus reflejos han sido mayores y nos han descubierto primero.
Ya toda la manada está mirando hacia nosotros, en guardia, con las orejas levantadas y olfateando el aire.
Hemos interrumpido su hora del rumio tras haber madrugado para pacer la hierba fresca antes del amanecer, ajenos a cualquier mirada.
De forma lenta al principio, inician la huida sin dejar de mirarnos con recelo para instantes después emprender una carrera trepidante saltando entre brezos y enebros antes de adentrarse en el hayedo.
Nervioso descuelgo mi cámara del cuello y a falta de trípode, confiando en mi pulso me apoyo en una piedra.
Zoom a tope y disparo.
No mato a ninguno, eso se le daba bien al Emérito cuando venía de cacería por estas tierras.
No se la satisfacción que le produciría a él matar astados, pero estoy convencido que no era mayor que lo que yo sentí al hacer esta mediocre fotografía.
Por un instante me he sentido como el primitivo que pintaba ciervas en la cueva de Altamira.
Precioso texto y precioso momento, que has sabido bien aprovechar con esta fabulosa foto.
ResponderEliminarBesos
Gracias,Antonia.
EliminarUn beso.
Un instante en mi retina, toda la vida en mi corazón.
ResponderEliminarEllos son así; salvajes, libres, ágiles, fugaces..
Si pudiera ver Altamira, la de verdad, lloraría. De alegría y no sé cuántas cosas más...tantas como las que siento cuando ellos se dejan ver ese instante. Y no, no hace falta matar para ser un gran cazador; quizás los mejores cazadores son los que dejan vivir.
Un enorme abrazo
Veremos ciervas pintadas en alguna cueva y creerás que están vivas.
EliminarUn abrazo.
Que gran momento Jesús, ellos os miran seguro con la misma sorpresa que vosotros a ellos.
ResponderEliminarBesos !!!
Con la diferencia de que nosotros no nos asustamos y ellos si, les damos miedo y huyen...
EliminarUn beso.
En las cuevas de Altamira... tu mirada poética, como la suya. Abrazo enorme, Tejón.
ResponderEliminarParecen empeñados en que volvamos a las cavernas,Nuria.
EliminarUn abrazo.
Ya sabes lo que me gustan y lo que los disfruto, de madrugada o al atardecer cuando pastan tranquilos y esperarlos, siempre se el corazón me palpita y seguirá palpitanto cada vez que vea uno, dos o cien... buena captura.
ResponderEliminarPdta.- En el Oriental todavía quedan restos de las balas que usaban los Emeritos en cumbres como el Jierru donde hubo en su tiempo una caseta para que estuvieran comod@s y los cazaran agusto.
Y espero que puedas hacerlo mucho tiempo y en la mejor de las compañías,amigo Carlos.
EliminarDos abrazos.
Si realmente es difícil de ver pero alguno según dice sale a comer un bocadillo al pie de una montaña y ve de todo.
ResponderEliminarSaludos.
Y hay que madrugar,Tomás,jejeje, el bocadillo sabe muy bien en la cima.
EliminarUn saludo.
Una descripción perfecta.
ResponderEliminarGracias Luis.
EliminarMe gustó mucho, tanto la foto como contaste la experiencia.
ResponderEliminarMuchos saludos.
Gracias por pasar y comentar,Mirella.
EliminarSaludos desde esta orilla.
Que bonita cena!!! Muito bem captada na velocidade da sensação...
ResponderEliminarUm beijo
Un beso,Teca y gracias por estar.
EliminarAhí queda el testimonio de los momentos tan bonitos y excitantes que nos puede brindar la naturaleza. Unos disfrutan con el clik del dedo en la cámara y resaltar la vida animal y otros, con el click en el gatillo de un rifle para resaltar la muerte. Y encima, los indeseables, tiene la poca vergüenza de posar con el animal abatido.
ResponderEliminarSaludos
No pueden ser de peor gusto las fotos de las que hablas,Pini.
EliminarUn saludo.
Que maravilla tejón, la foto espectacular y el texto genial, enhorabuena. Besos.
ResponderEliminarQue el descanso te siente bien,Lola.
EliminarUn beso.
Bonita fotografía, estoy de acuerdo contigo, no entiendo qué puede de haber de satisfactorio en disparar a un animal "por deporte"...
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por pasar y comentar,Guillermo.
EliminarUn abrazo.
Una estampida en toda regla y cuesta arriba. ¡Buen ojo!
ResponderEliminarUn saludo
Un poco precipitada la foto,Carmen, pero creo que con ella conseguí transmitir las sensaciones del momento vivido.
EliminarUn abrazo.
Jesus perfecta la foto y las palabras
ResponderEliminarDesafortunadamente hay personas que disfrutan con cosas sin sentido, pero una vez digo, la vida es bella
UNOS SUFREN, Y OTROS HACEN SUFRIR
Un abrazote
Creo que nuestra forma de disfrutar es la buena,María Jesús.
EliminarUn beso.
Buen rebaño.
ResponderEliminarUn saludo
Alguno no entró en la foto,jejeje
EliminarUn saludo.
Que envidia de paisajes, y vaya suerte la tuya que tienes el placer de disfrutar de tan bellos parajes.
ResponderEliminarAbrazo.
Gracias, Rafa, me alegro de tu vuelta.
EliminarAbrazo.
Espectacular momento, seguramente tu te sientas mucho mejor habiendo "cazado" esta instantanea.
ResponderEliminarSaludos
Mucho mejor,Flores.
EliminarUn abrazo.