Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces", símbolo del sentido común, el coraje y la determinación, sabio ermitaño, leal con sus amigos, amante del buen tiempo y de los rayos del sol, y busco el equilibrio entre lo que yace bajo la tierra y lo que descansa sobre ella.

Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces",simbolo del sentido común,el coraje y la

Mi foto
Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces",simbolo del sentido común,el coraje y la determinación, sabio ermitaño,leal con sus amigos, amante del buen tiempo y de los rayos del sol, y busco el equilibrio entre lo que yace bajo la tierra y lo que descansa sobre ella.

21/12/15

TRES RENOS- UN CUENTO PARA EL SOLSTICIO DE INVIERNO

El niño miraba por la ventana con cierto temor; las pequeñas luces que bordeaban el camino de casa de la abuela, la niebla  de la noche que  se deslizaba silenciosa entre los arbustos y Silva la perra del tío olisqueaba el rastro de  algún roedor esquivo.

El niño se rascaba la nariz preso de los nervios del momento, era Nochebuena y escondido tras la ventana de su cuarto buscó   a los tres renos que su tío había tallado con sus artesanales manos para decorar el jardín rupestre.  Pero aquella vigilancia nocturna no era casual,  el abuelo le había contado que esos renos no eran unos renos cualquiera ya que en Nochebuena cobraban vida y se convertían en los renos voladores, los del trineo de ese hombre barbudo que daba regalos a todos lo que habían sido lo suficientemente buenos y amables todo el año.

Pacientemente observaba sin pestañear a los tres renos, con los nervios de ser descubierto por alguno de los mayores o aún peor que ese hombre de barba espesa y blanca descubriera su furtiva vigilancia.    Después de mucho rato de vigilancia, los bostezos llegaron a su pesar y los párpados cayeron involuntarios en un par de ocasiones pero cuando estaba a punto de darse por vencido y creer en lo que su amigo Sebas le había dicho,  la nariz del reno más grande se encendió como una de esas bombillas del árbol, la nariz brillaba roja chispeante,  los cuernos se empezaron a mover tímidamente, el niño se puso de pie  alucinado ante lo que veían  sus ojos, el animal comenzó a dar brincos enérgicamente y empujar a sus dos compañero que terminaron por despertar de su letargo de madera y los tres se dedicaron a pasearse por todo  el jardín de la abuela.  Silva, la perra de la abuela ladraba ante tal algarabía  y atacó con sus fauces al más pequeño de los renos.  El niño desde la ventana de su cuarto pudo ver como un trozo de cornamenta del pequeñín caía al suelo provocando un sonido de dolor y brincos descontrolados, tal fue el descontrol que no supo cómo llegó aquel trineo que levitaba a pocos metros del suelo. El hombre de la barba blanca estaba subido en él y esperó que los dos renos mayores se acoplaran a los demás que ya empujaban del trineo.  El pequeñito hacía ruidos  y el hombre dejó que subiera a su lado y lo acarició descubriendo el trozo de cornamenta que le faltaba. 
Los renos subieron hasta el cielo y los perdió de vista...

A la mañana siguiente la madre del niño lo despertó:

"¿Pero qué haces ahí en el suelo? Anda corre al árbol... creo que tienes algún regalo para ti"

El pequeño descubrió entonces que se había quedado dormido.  Y durante un instante dudó del secreto de los tres renos del tío.  Al mirar por la ventana vio que los tres renos estaban donde siempre, con sus cuerpos tallados en pura madera...

"Pero hijo estás bien..." La madre no entendía porque el travieso de hijo no salía corriendo escaleras abajo para romper los papeles de su regalo.


El niño reaccionó y corrió a  abrir el gran paquete que resultó ser su primera bicicleta.  Después con los años vinieron otras, que después de convirtieron en motocicletas...     con los años todo fue cambiando, evolucionando y la vida fue trayendo cosas nuevas y sorprendentes pero por muchos años que pasaran y con la sorpresa de  todos los amigos y familiares, aquellos renos eran imprescindibles en el jardín de casa. Él sabía que los renos de su tío no eran simples tallas de madera, no,  claro que no... lo sabían su abuelo y él y algún día le rebelaría ese secreto a algunos de los pequeños de la familia... A uno de esos corazones traviesos y limpios que les son imposible de distinguir la vida de los sueños, y los sueños de la vida.

Una vez más yo le presté la foto y ella se encargó de escribir este bello cuento.

Gracias,Nieves.

14 comentarios:

  1. Tres bellos renos y un hermoso cuento para este solsticio que ya se acerca.

    Abrazo grande.

    ResponderEliminar
  2. Precioso cuento y preciosos renos. La navidad para los niños es especial, solo hay que mirar sus caritas. Un fuerte abrazo querido amigo y felices días.

    ResponderEliminar
  3. Bonita historia e imaginativos renos.
    Felices fiestas.

    ResponderEliminar
  4. Pero bueno!....nada más que iniciaba la lectura iba pensando, este cuento parece haberse escrito para esta imagen y tan sólo terminada su lectura pude comprobar l buena aportación de tu amiga Nieves. Mi felicitaciones para los dos, esa buena colaboración engradece esta entrada.

    Aprovecho para desearos mucha Felicidad en estas fiestas de navidad.

    Besos

    ResponderEliminar
  5. Parabéns aos dois que tanto enriqueceram o motivo das festas de final de ano.
    Feliz Natal sempre!
    Um beijo.

    ResponderEliminar
  6. Muy Buenos los Ciervos imaginativos, que gracias a la Foto, han ganado mucho.
    Muy Buena Foto.

    Y unas Felices Navidades les deseo a ti y Familiares.

    Y que el Año 2.016 sea un Año lleno de Alegrías.

    manolo
    .

    ResponderEliminar
  7. Bonita historia y bendita inocencia
    feliz navidad, unos caracoles una tostada y un brindis, el brindis por todos, lo anterior por mi
    BESOS


    ResponderEliminar
  8. Bonito cuento de navidad, ójala siguiera creyendo que esos preciosos renos de la foto van a moverse y guiñarme un ojo, como los niños...Aunque, quien sabe tejón...
    Un beso grande :)

    ResponderEliminar
  9. Para si e sua família desejo um Natal de Luz! Abençoado e repleto de alegrias.
    AG

    ResponderEliminar
  10. Hay magia en estas fechas de Solsticio, Navidad o como queramos llamarlas cada uno: es la magia que hace que los adultos volvamos a comportarnos como niños para que los niños las disfruten como niños. Y eso no puede ser malo.
    Un fuerte abrazo para todos los tuyos, Tejón

    ResponderEliminar
  11. Precioso. Que nunca nos falten los sueños tejón y podamos seguir disfrutando de esa inocencia con los niños en estos días.
    Te deseo unas buenas fiestas ♥ ;)
    Gracias a los dos.
    Besos.

    ResponderEliminar
  12. Impresionante Jesús, que perfecta conjugación hacéis, mi enhorabuena a los dos y desearos a ambos una gran Navidad y un mejor año 2.016. Un enorme abrazo amigo.

    ResponderEliminar

  13. Pues una vez más hacéis un buen equipo. Debéis cultivar esa faceta, foto-narración.
    Me ha gustado el cuento. Seguro que todos tenemos algún secreto de 'aquellos' días.
    La foto es estupenda. Ya verás como El Corte Inglés te copia la idea.

    Unos abrazos TyT
    Ya contaré...

    · LMA · & · CR ·

    ResponderEliminar
  14. Un bonito cuento de Navidad el que nos dejas es que la imaginación que tenemos de niños es muy alta y esa candidez que nos lleva a creer todo o casi todo.

    Saludos.

    ResponderEliminar