Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces", símbolo del sentido común, el coraje y la determinación, sabio ermitaño, leal con sus amigos, amante del buen tiempo y de los rayos del sol, y busco el equilibrio entre lo que yace bajo la tierra y lo que descansa sobre ella.
Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces",simbolo del sentido común,el coraje y la
Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces",simbolo del sentido común,el coraje y la determinación, sabio ermitaño,leal con sus amigos, amante del buen tiempo y de los rayos del sol, y busco el equilibrio entre lo que yace bajo la tierra y lo que descansa sobre ella.
visillos, el mejor camuflaje para las vecinas cotillas. Me encanta este arrebato libertario que has tenido, así como cuando termina la hibernación y tiene la necesidad de saltar por la ventana a un mundo de luz... Y las repuestas llegarán solas con la misma naturalidad que se cuestionan las preguntas.
El visillo guarda celoso el interior de la casa, así queda completamente oculto a la mirada de los curiosos. Eso hace que nosotros nos quedemos con silo una mirada exterior a la casa la cual ofrece hermosas texturas de piedra en sus pareces y unas hermosas plantas que llenan de alegría las inmediaciones de las ventanas.
Detrás de los visillos muchas y muchos nos volvemos cotillos compulsivos,abramos las ventanas que entre el sol y la claridad y así mejor te encontrarás.
El título de la entrada me recuerda a una nnovela que leí recientemente, "Entre visillos" de Carmen Martín Gaite. Detrás de una ventana pueden pasar muchas cosas y al otro lado también. A veces no existe relación entre lo que pasa fuera y lo que pasa dentro,... otras sí. Estar al otro lado de la ventana es estar a medias entre fuera y dentro. Un saludo
A veces esos visillos equivalen a las telarañas de nuestros ojos que nos impiden ver la realidad, por eso es bueno abrirlos para permitir que nos llegue la luz en forma de pura conciencia.
Por detrás de los visillos y del reflejo de monte y cielo y sol, por detrás de los visillos, más allá de ellos, todo un camino que seguir para seguir luchando.
Y sin embargo, nos vemos forzados a blindar los visillos con rejas que nos impiden saltar... y cualquier día, nos robarán el hierro de las rejas, arrancándolos como en las películas del oeste...
No se asomará la viejal visillo??
ResponderEliminarBreve y contundente Poema.
ResponderEliminarPara sentir la Vida, no hay que quedarse oculto. Hay que convivir.
Si señor, muy Bueno.
manolo
En la calle... o en esa montaña que se refleja en los cristales: las respuestas están (siempre) fuera.
ResponderEliminarUn abrazo, Tejón
visillos, el mejor camuflaje para las vecinas cotillas.
ResponderEliminarMe encanta este arrebato libertario que has tenido, así como cuando termina la hibernación y tiene la necesidad de saltar por la ventana a un mundo de luz... Y las repuestas llegarán solas con la misma naturalidad que se cuestionan las preguntas.
Pues eso Tejón ¡ Adiós Visillos!
:)
El visillo guarda celoso el interior de la casa, así queda completamente oculto a la mirada de los curiosos.
ResponderEliminarEso hace que nosotros nos quedemos con silo una mirada exterior a la casa la cual ofrece hermosas texturas de piedra en sus pareces y unas hermosas plantas que llenan de alegría las inmediaciones de las ventanas.
Besos
http://ventanadefoto.blogspot.com.es/
Sí mejor sin visillos... así se podrá ver la estupenda vista que se refleja en los cristales:))
ResponderEliminarBuen fin de semana.
un beso
Ah...¡ Pero que belleza !
ResponderEliminarBeleza a vista... uma bela reflexão.
ResponderEliminarBeijos,precioso.
cierto, si nos encogemos en nuestro caparazón y no salimos a la calle, tendremos una visión fragmentada y diminuta de la vida.
ResponderEliminarUn saludo.
ResponderEliminarEn algunas ocasiones, hay que entrar por alguna ventana para poder encontrar las respuestas a lo que pasa fuera.
Buena foto, maestro.
· dos abrazos TyT
· CR · & · LMA ·
Detrás de los visillos muchas y muchos nos volvemos cotillos compulsivos,abramos las ventanas que entre el sol y la claridad y así mejor te encontrarás.
ResponderEliminarSaludos
Las respuestas no siempre hay que buscarlas fuera, a veces se encuentran dentro.
ResponderEliminarSaludos
El título de la entrada me recuerda a una nnovela que leí recientemente, "Entre visillos" de Carmen Martín Gaite. Detrás de una ventana pueden pasar muchas cosas y al otro lado también. A veces no existe relación entre lo que pasa fuera y lo que pasa dentro,... otras sí. Estar al otro lado de la ventana es estar a medias entre fuera y dentro.
ResponderEliminarUn saludo
preciosa la casa, pues sí hay que salir a la calle más.
ResponderEliminarMirar detras del visillo tiene una leyenda, y cuidado que llegue la noche enciendas la luz y no cierras ña piersiana bien,
ResponderEliminarclica mi mik y veras. besos
Siempre, la calle ha enseñado más de lo que parece, y me parece que ya es el momento de salir a buscar todas las respuestas.
ResponderEliminarSaludos,
Un poema profundo y una bonita fotografía. Los visillos celosos guardando el interior a veces sin atreverse a ir más allá a buscar respuestas.
ResponderEliminarComo me gustan esas ventanas con visillos !!!!! saldrá, seguro que saldrá en busca de respuestas... solo necesita su tiempo.
ResponderEliminarMe encantó tu post Tejón.
Abrazos
Todas las respuestas están dentro pero...¿cuales son las preguntas?
ResponderEliminarGracias por la visita. Sigo desde hoy tu interesante blog.
Saludos
A veces esos visillos equivalen a las telarañas de nuestros ojos que nos impiden ver la realidad, por eso es bueno abrirlos para permitir que nos llegue la luz en forma de pura conciencia.
ResponderEliminarUn saludo.
Por detrás de los visillos y del reflejo de monte y cielo y sol, por detrás de los visillos, más allá de ellos, todo un camino que seguir para seguir luchando.
ResponderEliminar:)Si la vista es la que se refleja en la ventana yo también diría fuera visillos...
ResponderEliminarPero en mi cocina me dan ganas de ponerlos...no lo hago porque en primavera los tejados de enfrente se llenan de gorriones.
Un beso, Tejón. Otro para Mila.
Y sin embargo, nos vemos forzados a blindar los visillos con rejas que nos impiden saltar... y cualquier día, nos robarán el hierro de las rejas, arrancándolos como en las películas del oeste...
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