En la casa de la abuela, pasan lentas las horas y hasta los relojes parece que se están quedando sin pilas.
En la casa de la abuela, ha entrado la rutina y parecen iguales todos los días.
En la casa de la abuela, se repiten cada día interrogantes y preguntas.
-"Niño, (para la abuela sus hijos siempre seremos niños), ¿por qué se me olvida donde guarde ayer las zapatillas?. ¿Por qué se me olvidó como encender la lavadora?, y no se me olvida como se trenzan las cebollas".
La rutina se ha adueñado de la casa de la abuela, y de la rutina parece huir cuando sale a caminar con paso firme, a sus 87 años, todos los días.
Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces", símbolo del sentido común, el coraje y la determinación, sabio ermitaño, leal con sus amigos, amante del buen tiempo y de los rayos del sol, y busco el equilibrio entre lo que yace bajo la tierra y lo que descansa sobre ella.
Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces",simbolo del sentido común,el coraje y la
- El tejón
- Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces",simbolo del sentido común,el coraje y la determinación, sabio ermitaño,leal con sus amigos, amante del buen tiempo y de los rayos del sol, y busco el equilibrio entre lo que yace bajo la tierra y lo que descansa sobre ella.
Un beso para la abuela.
ResponderEliminarValla por dios,besos para la abuela y un abrazo fuerte para vosotros..
ResponderEliminarUN BESO UN ABRAZO COMPRENSION Y CARIÑO, ELLA SON 87 ¿LLEGAREMOS?. UN ABRAZO
ResponderEliminarEsos olvidos son de esa misma rutina de la que hablas, ya después de tantos años sus manos trezan las cebollas son que tenta que pensar como hacerlo.
ResponderEliminarUn beso a la abuela y a tí (que tienes suerte en tenerla aún a tu lado)
:)
Son tan entrañables las abuelas con todos los que a su alrededor estan,y la historia que encierran y cuentan es para pasr horas y horas escuchandols.
ResponderEliminarCreo que los olvidos todos los tenemos alguna vez ¿Quién no queria meter los gayumbos en el frigorifico?.
Uno mil abrazos para la abuela.
Saludos
No importa dónde están las zapatillas o cómo se pone la lavadora, lo que importa es ese cariño que nos transmite, especialmente trenzando cebollas.
ResponderEliminar¡Un saludo amigo tejón!
La abuela ha dedicado toda su vida a la familia. Ha cuidado con todo cariño a sus hijos. La diferencia de edad hace que siempre los vea como niños. Pero ¿quién no ha tenido un despiste y no se acuerda dónde puso las llaves o cualquier otro objeto?...
ResponderEliminarAquí en Andalucía está la costumbre de decir las niñas aunque ya tengan bastantes años. Mi abuela llama niñas a hermanas solteras que eran más pequeñas que ellas.
Demos todo nuestro cariño a las abuelas porque ellas se han pasado toda la vida preocupándose de nosotros.
Un abrazo
http://ventanadefoto.blogspot.com/
Precioso homenaje a la abuela, ell@s que tanto han luchado y luchan por la vida y han dado todo lo que tienen, lo merecen. Un enorme saludo y precioso post.
ResponderEliminarMuy tierno. El día a día de nuestros queridos y sabios mayores. La foto en blanco y negro muy bonita. Un abrazo, Tejón.
ResponderEliminarLa casa de la abuela es el refugio contra todos los males.
ResponderEliminarLa abuela es especial, su casa es la casa de todos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me encanta la foto y me encanta la abuela, ¡qué será de nosotros cuando nadie recuerde como se trenzan las cebollas! Para lo otro sirve cualquiera, pero para eso...
ResponderEliminar:)
Besos
Ni el amor por los suyos. Seguro que tampoco lo olvida.
ResponderEliminarAbrazos, Tejón
Me fascina...esto es pura delicia.
ResponderEliminarAyer visité a la mía, de 89 años...
Qué tendrán las abuelas que me emociona el alma cuando veo este trabajo o me acuerdo de la mía?
Gracias.
Delicada y tierna estampa de una abuela que cómo los nietos hace preguntas sin parar...
ResponderEliminarBesicos para la abuela, los nietos y los hijos de la abuela.
Hola Tejon.
ResponderEliminar¿Y no sera una indirecta para que lo hagas tu?,jajaja.
Para una de mis abuelas tambien somos todos niños.
Saludala y un abrazo para ti.
No hay nada mas placentero que una buena rutina!
ResponderEliminarSaludos camperos.
El saber popular, aquel que se guarda en las zonas rurales, aquel que guardan nuestros mayores, es tan intrínseco al ser humano como cultivar o parir. Durante miles de generaciones los hombres lo han conocido y ahora, necios de nosotros, por huir a las grandes ciudades, renegamos de él como si fuera una peste. Recuperémoslo y mimemos este saber en bien de nosotros mismos y de las generaciones futuras.
ResponderEliminarSaludos
Gracias,Arena, un beso par ti.
ResponderEliminarGracias también a ti, Jose Manuel.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias,chus. Me resulta muy dificil comentarte en tu blog, paro sabes que te sigo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Nieves, (me cuesta menos llamarte así).
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias también a ti,amigo José.
ResponderEliminarUn abrazo.
Fernando J. Feliu, no sabes bien el cariño y la ilusión que puso trenzando las cebollas y el buen rato que pasé junto a ella mientras las trenzaba.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ventana de foto, y sigue preocupandose por nosotros porque dice que da mucho la lata y que nos va a aburrir.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias,Carlos por dejar el comentario y el elogio.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegro que te guste la entrada,Marce, y espero que estés más animado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bien dices,Logio, allí es donde me refugio.
ResponderEliminarUn abrazo.
Siempre la quiere ver llena,Valverde.
ResponderEliminarUn abrazo.
No hará falta trenzarlas,Alma, cuando ya nadie plante cebollas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tiene a todos presentes en su memoria, Xibeliuss.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias, Remei, por recibir tan bien lo que quiero expresar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Besicos y un abrazo,Cabopá.
ResponderEliminarYo no lo sabría hacer como ella, fosi, en vez de trenzas saldrían churros,jejeje
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Campero, por dejar tu comentario.
ResponderEliminarSaludos.
CarmenBejar, ¿de verdad crees que alguien recogerá el testigo y el legado que dejan nuestros mayores?.
ResponderEliminarUn abrazo.
· Todo una gran paso hacia el Blanco y Negro.
Todo un homenaje a esa abuela que piensa más en afectos que en recuerdos.
· Salud·os
CR & LMA
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querido Tejon, es así, el tiempo nos va alejando de a poco de nuestro mundo cotidiano, quizás para avisarnos que ya llegó la hora del despojo, te abrazo amigo mio
ResponderEliminarGracias,ñOCO.
ResponderEliminarSaludos.
Abuela, muchas gracias por el comentario.
ResponderEliminarUn abrazo.
No tenían que desaparecer las abuelas, ni los trenzados de cebollas y ajos, ni el dehojar la panoja ni degranar el maíz ni espacir las alubias para secar, ni.....tejones como tú.
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