Leyendo a Jesús Cancio, el poeta del mar del que se ha reeditado su obra completa. El martes iré a Comillas a por el tercer libro " Romancero del mar".
El sol y la mar tenían amores.
Amores de madrugada.
Por cada beso de luz
Un rizo de espuma blanca.
El mar le dijo a la aurora
"¿Me quieres linda mañana?"
Y ella por loca respuesta
Llenó de besos su cara.
Con la mar crecieron
De los amantes las ansias
Hubo suspiros de brisa
Hubo arrullos de oleadas
Y hubo palpitaciones
De las encendidas aguas.
Eran voces contenidas
Palabras entrecortadas
Por cada emoción nacida
De lo más hondo del alma.
Esta entrada se la dedico a "Transi".
Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces", símbolo del sentido común, el coraje y la determinación, sabio ermitaño, leal con sus amigos, amante del buen tiempo y de los rayos del sol, y busco el equilibrio entre lo que yace bajo la tierra y lo que descansa sobre ella.
Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces",simbolo del sentido común,el coraje y la
- El tejón
- Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces",simbolo del sentido común,el coraje y la determinación, sabio ermitaño,leal con sus amigos, amante del buen tiempo y de los rayos del sol, y busco el equilibrio entre lo que yace bajo la tierra y lo que descansa sobre ella.
Que bello poema nos regalas hoy para pasar el fin de semana Tejon, un afectuoso abrazo desde Reinosa.
ResponderEliminarBellas palabras del poeta del mar dedicados al amor del sol y la mar para leerlos en una puesta de sol al borde de tus acantilados favoritos.
ResponderEliminarUn abrazo.
El mar no podemos dejar de amar su embrujo su historia y vida, las diferentes historias que en el puedes revivir unas veces lo ves manso ofreciéndote unas aguas tranquilas otras embravecido esta por lo que no dejan de tirarle tanta basura sin el más mínimo pesar.
ResponderEliminarSiempre será más generoso que nosotros que no lo sabemos respetar.
Saludos
...Sin comentarios, pero con emociones
ResponderEliminarPrecioso poema, la mar, el mar y el amor que más podemos pedir. Saludos.
ResponderEliminarAmores de madrugada, al alba. Bellos como la luz de la amanecida a la orilla de la mar en calma.
ResponderEliminarExpresiones
Piedra
No hay nada como la mar y su entorno para la inspiración...
ResponderEliminarLinda poesía y preciosas fotos.
Un besito :)
Qué paisajes y letras tan hermosos... Tengo muy buen recuerdo de Comillas. Saluda d emi parte a El Capricho de Gaudí, haz el favor.
ResponderEliminarSaludos
Regalazo de fin de semana, la persona a la que va dedicado puede sentirse orgullosa.
ResponderEliminarsaludos desde JAÉN, mar de olivos.
Bellos poemas y bellas imagenes...
ResponderEliminarSaludos
Un poema muy sugerente, expresa muy bien la relación del mar con la luz y en especial con la aurora.
ResponderEliminarUna foto muy oportuna.
Un abrazo.
Momento mágico.
ResponderEliminarUn abrazo
Cristina
Qué calma...
ResponderEliminarGracias,seva.
ResponderEliminarUn abrazo.
No se muy bien,Lito, cuales son mis acantilados favoritos, hay tantos donde escoger.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sin dudarlo, José, el mar es generoso pero a veces se cobra vidas y no por eso lo dejamos de amar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias,Amado.
ResponderEliminarSalud.
Mar que compartimos, Carlos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Miguel Bueno, gracias por pasar y comentar.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias, muerte roja.
ResponderEliminarUn beso.
CarmenBejar, cuando no sabemos donde ir, Comillas es siempre el mejor de los recursos. La proxima vez que seguro será más pronto que tarde, saludaré al capricho de tu parte.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Ana, por pasarte por mi cueva y comentar.
ResponderEliminarSi cierro los ojos veo ese mar de olivos.
Un abrazo.
Gracias, Flores.
ResponderEliminarUn saludo.
Nadie como Cancio supo querer al mar.
ResponderEliminarUn abrazo,Valverde.
Verdaderamente mágico,cris.
ResponderEliminarUn abrazo.
Calma y estado de buena esperanza, ¿o no?.
ResponderEliminarUn abrazo,Diana.
Precioso poema para tan preciosos amaneceres, muy relajante la lectura.
ResponderEliminarUn abrazo,
Al final ¿te dije donde estaba el mayor Tejedal de Europa aqui en Asturias?
ResponderEliminarEl sol,la luna, y la mar
ResponderEliminarel viento, la arena y la mar
los besos,la noche y la mar
La luz,la vida y la mar.
...siempre la mar, el mar.
Un repente vespertino desde el patio con olor a jazmines
Besicos salados.
Jo!!! Tejón!!! Qué emoción!!!
ResponderEliminarHe estado unos días de "vacaciones web" y me encuentro con este detalle tan maravilloso... Y casi soy la penúltima en enterarme!!! (cachis la mar!!!)
GRACIAS!!!
El poema me encanta, yo ya sabía que Mar y Sol tienen algo, y es en la madrugada cuando más se nota ...
(Tengo los vellos de punta!)
Un beso, un abrazo...
De lo que no se ha hablado nunca es de los amores de Mar y Luna...
ResponderEliminar(A Mar yo creo que le van todos los palos, para ella la belleza no tiene sexo...)
(Que quede entre nosotros, no sea que dañemos sin querer su reputación...)
Otro besote.
Precioso poema.
ResponderEliminarGracias por visitarme y compartir mi amor por Córdoba
Gracias marce, tener el mar, la mar tan cerca nos ofrece este privilegio y este espectaculo que me gusta compartir con quienes estais tierra adentro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Si,Alfonso, el mayor de Europa otra de las singularidades con que cuenta Asturias, tierra querida y hermana. A ver si consigo que de este año no pase ir a conocerlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Como dice Transi un poco más abajo, es un poco promiscua la mar, tiene tantos amores,sssssshhhh, pero que no se entere nadie.
ResponderEliminarUn abrazo, Cabopá.
¡¡Me cachis en la mar!! Ya estaba yo diciendo. "a que no viene, a que no viene". Pero llegaste y me alegro mucho que te haya gustado el poema. Esta tarde voy a Comillas a por el tercer libro de poesía de Cancio.
ResponderEliminarUn abrazo, Transi.
Chary Serrano, bienvenida y gracias por comentar, me asomaré más veces por Córdoba y su sierra.
ResponderEliminarSaludos cantábricos.
Una vez más gracias por dedicar esta entrada a tan ilustre Comillano.
ResponderEliminarUn saludo de otro amante de la mar.