Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces", símbolo del sentido común, el coraje y la determinación, sabio ermitaño, leal con sus amigos, amante del buen tiempo y de los rayos del sol, y busco el equilibrio entre lo que yace bajo la tierra y lo que descansa sobre ella.
Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces",simbolo del sentido común,el coraje y la
- El tejón
- Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces",simbolo del sentido común,el coraje y la determinación, sabio ermitaño,leal con sus amigos, amante del buen tiempo y de los rayos del sol, y busco el equilibrio entre lo que yace bajo la tierra y lo que descansa sobre ella.
Uy, a una lumbre como esa he estado yo arrimada ayer mismo.
ResponderEliminarEn mi casa ya no la hay, y es una pena, con lo a gusto que se está.
Qué extraña la primera foto, cómo quedó el hielo, no?
Besos
Buena helada parece que cayó
ResponderEliminarAbrazos
A eso vengo, a arrimarme a la lumbre.
ResponderEliminarAbrazo Tejon.
Disfruta de las ascuas
ResponderEliminarque te dan amor
arrima a la lumbre
el gelido corazon
Menuda helada,joder,aqui de momento no las vi tan gordas.
Buenas fotos aunque te hallas tenido que agachar.En una cocina como esa apoyaba yo la espalda en la barra y le estallo a mi madre una cafetera y me fue a la espalda.Una temporada durmiendo boca abajo porque me abraso la espalda.Mis recuerdos con las cafeteras y las cocinas no son agradables.
Un abrazo Jesus y otro para Mila
Cuando he visto la foto de la lumbre, hasta me ha llegado el olor de leña y carbón...umm¡. Mi suegra no hace mucho que la retiró, mágnifico el calor, pero muy sucio y mucho trabajo.Un abrazo
ResponderEliminarUmmm que calorcito mas bueno!!
ResponderEliminar¿Eso es escarcha? De veras que tengo unas ganas de pasar un invierno con frío!!!! Seguimos en mangas de camisa en pleno diciembre, y mucha gente lo envidia, pero yo añoro ver todo eso que nos muestras!!!
ResponderEliminarY sentir ese calor del hogar, y acurrucarse alrededor, y oler la leña quemarse y escuchar como cruje, y.......Lo añoro!!!!
Hola Tejón,
ResponderEliminarHoy no sé qué me gusta más si tus foticos o tus versos....
Besicos amigo.
Esa cocina me trae el recuerdo de las que tenían mis padres en el restaurante,lo único que estas eran abase de carbón.
ResponderEliminarAhora parece ser lo poético en la capital son los cassetes con leña por supuesto.
Un saludo
En la casa de mi infancia había una cocina de esas...
ResponderEliminarSi, señor: helada fuera y cocina económica en casa. Una buena charla y a disfrutar.
ResponderEliminarAbrazos, Tejón
Versos al amor de la lumbre.
ResponderEliminarLa imperiosa necesidad de un hogar que caldee el sentimiento y el cuerpo!.
Bonita entrada.
Un abrazo
Cristina
Han hecho unos días de lluvia y mucho frío. Parece que ahora tenemos una pequeña tregua.
ResponderEliminarEn las ciudades ya no tenemos las cocinas de leña y carbón, las bilbainas, ni la distracción de encenderlas y alimentarlas, pero al lado de la estufita se está muy bien.
Un abrazo.
Estos últimos días han sido cálidos por estas latitudes, pero ya vendrán las heladas y nos refugiaremos en el calor del hogar.
ResponderEliminarHoy he podido salir un rato con la bici en pantalón corto,... (ya tenía mono por subirme a mi "burra").
Un abrazo.
He asado manzanas en una cocina igual que esa este puente :)
ResponderEliminarAquí también se siente eso, Tejón, la del Tasugo es una cueva con cocina de leña. Un abrazo.
A la hora que saqué las fotos ya se estaba deshaciendo el hielo Anjana, por eso se ve así ajado y roto.
ResponderEliminarUn beso.
Y buena la que se está preparando esta noche Fermín.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un beso muy fuerte,Arena.
ResponderEliminarMuy bueno Jose Manuel, ya te vas soltando, me gustó de verdad.
ResponderEliminarNo sabe uno a veces donde está el peligro.
Abrazos para ti y para Piliña.
Que mania Marce le ha entrado a la gente mayor, que ha tenido toda la vida cocinas de leña con que son sucias y dan mucho trabajo.Esta es de casa de mi madre, tira de maravilla y no la quiere encender por eso mismo.
ResponderEliminarUn abrazo.
No lo hay más sano y natural, Nieves.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mirar el fuego y el mar, son dos de las cosas que no me cansan nunca, Mimosa.
ResponderEliminarDisfruta del caloruco del sol.
Un abrazo.
Gracias cabopá.
ResponderEliminarBesucos.
Todo vuelve amigo José.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Sara por pasarte y comentar.
ResponderEliminarUn saludo.
De heladas tambien sabreis bastante por ahí, verdad Xibeliuss.
ResponderEliminarUn abrazo.
Al calor de una lumbre, versos, fantasias, venturas y desventuras...
ResponderEliminarUn abrazo, Cris.
me encanta encender la lumbre, lito, para mi es como una ceremonia.
ResponderEliminarUn abrazo.
No sabes cuanto me alegro José Antonio de que empieces de nuevo a rodar.
ResponderEliminarUn abrazo grande.
Alma, esa conocia no sabes lo que para mi representa, lo mismo sirve para asar manzanas que para calentar el ladrillo refractario que cada noche se llevaba mi padre a la cama para calentarse los pies.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jo,que recuerdos de casa de mi abuela,cuando estabas metido en la cama y te llegaba el olor a leña y desayuno,era todo un acto de valentia el levantarse.Muy buena la foto del helada.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un pequeño verso pero con gran sentimiento. Solo de ver esa lumbre al rojo vivo dan ganas de arrimarse, un afectuoso saludo desde Reinosa Tejon.
ResponderEliminarMe alegro Fosi, que te traiga buenos recuerdos la lumbre.
ResponderEliminarUn abrazo.
Por Reinosa tambien habrá buenas escarchas amigo seva.
ResponderEliminarUn abrazo.
Estuve en Torrelavega hace un par de semanas, me dió el yuyo ciático y no pude salir del hotel. Pero estuve ma´s veces yvolveré (entre otras cosas, porque tengo familia en SANTOÑA. Pero nunca he visto "los ragueros"!!
ResponderEliminarEncantado de conocer tu blog. Pienso quedarme, que es acogedor como Cantabria.