Si en las entradas anteriores os enseñé pintura y cerámica, hoy quiero que veáis las obras de arte que nos regala la madre naturaleza.
Acompañado de un grupo de buenos amigos y desde el bonito pueblo lebaniego de San Pedro de Bedoya, subí a la braña de los tejos a poco más de 1400 metros de altitud.
Acompañado de un grupo de buenos amigos y desde el bonito pueblo lebaniego de San Pedro de Bedoya, subí a la braña de los tejos a poco más de 1400 metros de altitud.
Para los amantes del senderísmo de dentro y fuera de Cantabria es esta una de las rutas más difundida, que también se puede realizar desde Lebeña o desde Cicera.
El día fue claro y despejado y a medida que íbamos subiendo ya podíamos disfrutar de maravillosas vistas de Los Picos de Europa.
Pasamos por hayedos en un estado perfecto de conservacion, cargados de luz y una magia especial, donde imaginabamos que se nos pudieran aparecer duendes, anjanas y demás seres de la mitología cántabra.
El día fue claro y despejado y a medida que íbamos subiendo ya podíamos disfrutar de maravillosas vistas de Los Picos de Europa.
Pasamos por hayedos en un estado perfecto de conservacion, cargados de luz y una magia especial, donde imaginabamos que se nos pudieran aparecer duendes, anjanas y demás seres de la mitología cántabra.
Indicador que señala el Camino hasta Lebeña y Santo Toribio de Liebana y más vistas de Los Picos y pastizales para el ganado, pues en el trayecto se pueden ver manadas de vacas y caballos.
Por fin la braña y el que sin duda es el más anciano del lugar....
.....este tejo, puede tener mil años, no puedo resistir fundirme en un abrazo con el, siempre que subo a la braña.
¿No son verdaderas obras de arte estos tejos?.
Por fin la braña y el que sin duda es el más anciano del lugar....
.....este tejo, puede tener mil años, no puedo resistir fundirme en un abrazo con el, siempre que subo a la braña.
¿No son verdaderas obras de arte estos tejos?.
El tejo fue un árbol sagrado para los celtas y en especial para los cántabros, que lo llevaban siempre consigo y preferían envenenarse antes que verse sometidos.
En esta campa y a la sombra de los tejos dimos buena cuenta del avituallamiento que llevamos y os aseguro que la tortilla, el queso, el jamón, y el vino se disfrutan doblemente en este lugar paradisiaco.
Que envidia y yo trabajando!!Espero que para la próxima contéis conmigo. Un saludo!
ResponderEliminarPor mi no hay inconveniente Cristina,escoge día y ruta.
ResponderEliminarUn abrazo.
El tejon no descansa... para satisfacción de sus lectores.
ResponderEliminarDe nuevo un abrazo.
Satisfaccion la mia con los comentarios que me dejais.
ResponderEliminar