Hoy se cumplen diez años...
Nos dejó pero sigue vivo.
Sigue vivo en nuestros recuerdos, y sigue vivo, porque sigue viva la higuera que le regalé y que con tanto cariño plantó.
Este año dará una cosecha abundante,como las cosas que nos enseñó.
Nos enseñó a ser humildes como la higuera, como esta higuera, generosos, a ser acogedores como la sombra de una higuera, y a sobrevivir en tiempos difíciles, como sobreviven las higueras en los bordes de los caminos.
Porque es áspera y fea,
porque todas sus ramas son grises,
yo le tengo piedad a la higuera.
En mi quinta hay cien árboles bellos,
ciruelos redondos,
limoneros rectos
y naranjos de brotes lustrosos.
En las primaveras,
todos ellos se cubren de flores
en torno a la higuera.
Y la pobre parece tan triste
con sus gajos torcidos que nunca
de apretados capullos se viste...
Por eso,
cada vez que yo paso a su lado,
digo, procurando
hacer dulce y alegre mi acento:
«Es la higuera el más bello
de los árboles todos del huerto».
Si ella escucha,
si comprende el idioma en que hablo,
¡qué dulzura tan honda hará nido
en su alma sensible de árbol!
Y tal vez, a la noche,
cuando el viento abanique su copa,
embriagada de gozo le cuente:
¡Hoy a mí me dijeron hermosa!
POEMA DE JUANA DE IBARBOUROU
Es su fruto tan dulce como la miel, dejando en el paladar una sensación que solo él, el higo, deja.
ResponderEliminarBonito recuerdo, una higuera.
A ver si madura alguno en Ongayo a tiempo de que pueda yo probar su incomparable sabor.
Salud, Tejon.
Ya sabes Fermín que los higos vienen por San Miguel, a finales de septiembre,pero igual tienes suerte y puedes comer alguno, aunque sea un poco "hinchón"
ResponderEliminarUn saludo.
Siempre nos quedarán los recuerdos y mil cosas que nos han enseñado.
ResponderEliminarMuchas veces no valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos.
Un abrazo, amigo.
otra vez lo has bordado. Un beso a tod@s y un recuerdo "al viejo"
ResponderEliminarGracias José Antonio por el comentario y la visita.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias Javier,un beso.
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