Hoy volví a pasar por el "prao" de la "junquera" y me puse evocador.
Volví a escuchar la voz de mi padre cuando con el "dalle" al hombro y la "colodra" en la
cintura me decía:
Niño, apareja la burra, ponle el albardón y los "cenachos"y tira "pala" "junquera" que yo voy delante segando.
No había "prao" que menos me gustara.
Era el que más lejos de casa quedaba y en invierno era un infierno caminar con las katiuscas, por
aquellos barrizales.
Con lluvia, con granizo, con las manos ateridas por el frío era casi imposible manejar la rastrilla.
La burra atada a un árbol, mi padre segando y yo detrás "atropando" el verde si es que así podía
llamarse, pues mas bien lo que yo iba cargando en los cenachos eran juncos, helechos, ortigas y escajos.
Era un "prao" muy poco agradecido aunque bien cerca corría el regato de la fuente del monte.
Si sería poco fértil el "prao" aquel, que mi madre nos contaba que el primer año de casados, mi padre
y ella sembraron unas alubias pensando tener una buena cosecha.
" Más valia que en vez de sembrarlas las hubiéramos echado al puchero y habríamos comido caliente aquel día".
Hoy el "prao" de la junquera se ha convertido en el hermoso bosque que se ve en la foto y esas "cagigas" tan frondosas me han reconciliado con él .
En la entrada encontrareis varias palabras entrecomilladas que forman parte del "palabreru" de Cantabria que se pueden escuchar en los pueblos y valles de mi tierra.
Y para darle un toque de modernidad la canción que os dejo es una fusión de música tradicional de
Llevo días escuchándolo en bucle y espero que os guste.
Grabado en directo en la torre medieval de Villaescusa del Bardal.
¡ Que recuerdos !. Duros y bonitos , al mismo tiempo, supongo. Preciosa fotografía y entrañable la canción.
ResponderEliminarMagnífica entrada
Saludos
Gracias, Pini, van pasando los años y afloran muchos recuerdos.
EliminarUn saludo.
Buenos recuerdos te evoca el bosque, con tanta lluvia tiene un esplendoroso verdor.
ResponderEliminarUn abrazo.
El bosque me reconcilia, si.
EliminarUn abrazo.
Siempre es bueno reconciliarse aunque sea con un lugar que te trae malos recuerdos de la niñez.
ResponderEliminarLa canción me encanto.
Saludos.
Acertado comentario, Tomás.
EliminarMe alegro que te gustara Casapalma.
Saludos.
Cambian los trabajos, los paisajes y hasta el folclore, pero permanecen intactos en los recuerdos.
ResponderEliminarPreciosa entrada, saludos.
Lo que uno lleva en el interior permanece para siempre.
EliminarUn saludo.
Recordar es vivir
ResponderEliminarDe eso se trata, de vivir.
EliminarY seguro que mientras recordabas se dibujaba una sonrisa en tu cara. Totalmente de acuerdo con el anterior comentario: recordar es vivir
ResponderEliminarUna sonrisa no, pero un gesto de agrado igual si, Vera.
EliminarUn saludo.
Has descrito una hermosa reconciliación y además de nosotros, creo que hasta tu subconsciente te lo agradece, al convertir un recuerdo negativo en positivo y eso es algo impagable, porque "volver a vivir" algo doloroso a veces nos vuelve a doler, de esta forma, has vuelto con la dulce sensación de ver en presente disfrutando, ese pasado que no te gustaba ver entonces.. así que me alegro un montón, un abrazo muy fuerte y gracias siempre!
ResponderEliminarGracias a ti también María. Siempre.
EliminarUn abrazo.
Precioso el cambio del prao. Y alegra tu reconciliación con él. Que nunca perdamos esas palabra que hemos hablado toda la vida y seguimos usando. Me llamó la atención atropando y fui a ver, ya se que es. Por Cáceres somos de cachinos y poquinos.
ResponderEliminarBuen domingo de Pascua Tejón.
Un abrazo.
Muchas gracias, Laura.
EliminarTambién era un poco lo que quería provocar con los palabros, que buscarais su significado. Creo que es una manera de conocernos todos un poco más y respetarnos.
Un abrazo.
Hola :)
ResponderEliminarImagino que no hay lugar mas propicios para escuchar las voces antiguas de nuestros ancestros que tus bosques y montañas.
Emotivo y mágico como todo lo que nos regalas
Abrazos
Me alegra verte por aquí, Nieves.
EliminarUn abrazo y gracias.