Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces", símbolo del sentido común, el coraje y la determinación, sabio ermitaño, leal con sus amigos, amante del buen tiempo y de los rayos del sol, y busco el equilibrio entre lo que yace bajo la tierra y lo que descansa sobre ella.

Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces",simbolo del sentido común,el coraje y la

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Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces",simbolo del sentido común,el coraje y la determinación, sabio ermitaño,leal con sus amigos, amante del buen tiempo y de los rayos del sol, y busco el equilibrio entre lo que yace bajo la tierra y lo que descansa sobre ella.

29/11/13

MAZANDRERO-ENTRAMBASAGUAS

Íbamos en busca del otoño y nos recibió el invierno en forma de carámbanos helados como tarjeta de visita.
Aún los lugareños no han troceado la leña para las chimeneas y cuando despertaron, la nieve cubría como nata montada los troncos de haya.
Salimos de Mazandrero, uno de los muchos y bellos pueblos de Campoo, a 1040 metros de altitud, y vamos subiendo por una pista de suave pendiente, a medida que  ganamos altura se van ampliando las vistas, y el pueblo destaca en el valle envuelto en una luz especial.
A partir de aquí, envueltos entre escobales y algunos árboles cuyas ramas han cedido por el peso de la nieve, nuestro caminar se va haciendo cada vez más lento, silencioso y ordenado.
La huella es cada vez más profunda y las botas antes manchadas de barro ya no dejan rastro de suciedad en la blanca nieve.

Aunque parezcamos un ejercito en perfecta alineación, nuestras intenciones son totalmente pacificas, no hemos llegado hasta aquí para perturbar a nadie y  cuando nos  detenemos a contemplar lo que hay a nuestro alrededor, de nuestras bocas solo salen palabras de admiración.
Pasamos por un pilón conocido como Fuente de la Piluca, detrás crece un tejo y algunos acebos, como no tenemos sed continuamos la marcha metidos ya de lleno en el Monte Milagro, un denso bosque de robles, tejos, acebos, abedules, avellanos y serbales, que tanto echaba en falta ya este año.
Los escobales, cada vez más altos, nos siguen acompañando y se inclinan por el peso de la nieve a nuestro paso.
Difuminadas entre la niebla, allí al fondo,  parecen distinguirse unas cabañas, pero no, son unas curiosas formaciones rocosas colgadas sobre la montaña que se conocen como los Balcones del oso, pues no hemos de olvidar que caminamos por zona osera y no sería de extrañar que desde algún lugar el oso nos esté observando.

Pasaremos más adelante junto a ellos y de no ser por la niebla,  habríamos disfrutado de unas buenas vistas sobre el valle.
La nieve es silencio, y en silencio seguimos caminando y admirando buenos ejemplares de tejos...
...acebos de brillantes y verdes hojas, cubiertos de bolas de un rojo intenso...
...y caballos que se han visto sorprendidos por la nevada y se refugian bajo las hayas.

La nieve es silencio cerca de la cabaña del Portillo, y tan en silencio vamos y tan integrados con el entorno que sin querer asustamos a una manada de venados, alguno más rápido que yo consigue fotografiarlos, yo me quedo con las ganas y he de conformarme con verlos subir monte arriba dando espectaculares saltos, cuando ya se ven seguros, muy chulos ellos, se detienen a mirarnos.
Las marcas del sendero han desaparecido bajo la nieve, el GPS se encarga de llevarnos cuesta abajo, por pendientes pronunciadas donde hay que tomar buenas precauciones antes de apoyar la pisada, y todas las precauciones son pocas y pocos nos libramos de una buena culada.
Hayas, paredes cubiertas de musgo y el suelo cubierto de hayucos...
...y al final del barranco, Puente De, un puente natural que el río Hijar ha construido desgastando las rocas y que toma ese aspecto de puente con unos muros armados con piedras.
No penséis que nos quedamos con nostalgia pues a pesar de la visita del invierno el otoño estaba allí, y no en ese centro comercial que todos los años nos dice:"el otoño ya está aquí".

Y allí se quedó.

21/11/13

ESCARABAJO DE LA NARIZ SANGRANTE

¿A que nunca habéis oído hablar de él?.

 Ni yo, hasta que asistí a unas rutas guiadas sobre la Geodiversidad por los acantilados de Costa Quebrada.

Allí me enteré de que es un  escarabajo muy común en la península Ibérica y que su nombre se lo pusieron los ingleses que parece ser que son muy propensos a darle nombre a todas las cosas.

Lo de la nariz sangrante es porque cuando se siente atacado destila un liquido rojizo para ahuyentar a sus posibles enemigos, aves por lo general, gaviotas y demás pájaros de la costa.

Tiene un color azulado, no vuela y se pasa todo el día pastando vegetación de los acantilados.

La hembra dobla en tamaño al macho, y él, muy inteligentemente se distingue además de por su tamaño, porque sus patas han desarrollado unas potentes ventosas para acoplarse a la hembra con el fin de reproducirse, como bien se puede observar en las fotos.

Una vez más queda demostrado que solo las hembras son capaces de hacer más de una cosa a la vez, pues al mismo tiempo que copula se va alimentando y camina acarreando al macho encima. ¡Y no se cae!.

Seguro que la próxima vez os fijareis más en este insecto tan común que muchas veces habremos aplastado sin querer.

13/11/13

AMIEVA-DESFILADERO DE LOS BELLOS

Me levanto y el cielo está empedrado, espero que no se cumpla el refrán y el suelo no esté mojado, hace ya bastante que no ando y las piernas se me están apolillando. Así que nos vamos una vez más a Asturias.

 Si Cantabria es "Infinita", la tierra hermana es,"Paraíso Natural".

 Apenas he salido de casa me para el benemérito cuerpo en un control de alcoholemia, sin darme ni los buenos días me pregunta el agente si he bebido, le digo que si, una taza de leche de soja con café y unas galletas,  mira la mochila que llevo en el asiento del pasajero y sin hacerme soplar me manda continuar.
Partimos del Concejo de Amieva, un bello pueblo rodeado de montañas por donde discurren algunas de las rutas de senderismo más clásicas como son la Senda del Arcediano y la Jocica, dentro del Parque Natural de Los Picos de Europa.

Apenas hemos comenzado a andar y la arquitectura típica asturiana se manifiesta con hórreos muy bien conservados, yo siempre me detengo para admirarlos, con sus lajas de piedra encima de la vieja madera para que no suban los ratones a comerse la cosecha, sus balaustradas, sus tejas...
...maravillas que desentonan con el armatoste de mirador que se construyó en épocas de bonanza, cuando se asfaltaban playas y se echaba hormigón en las montañas.

Que torpe y que necia es la especie humana.
Para ver estas maravillas, no hacía falta meter la maquinaria y destrozar el cotero que todo lo dominaba.
Menos mal que un poco más arriba estas lepiotas nos alegran la marcha, más de uno estuvo tentado de cargarlas en la mochila para cocinarlas.
El viento sur ha hecho subir unos cuantos grados la temperatura, la ropa empieza a pesar cuando poco a poco se va empinando la cuesta...
...y las nubes que por León amenazan agua, quedan retenidas tras las montañas.
Las vacas se quedan mirando a nuestro paso y parecen querer animarnos para llegar a la cima...
...donde casi no cabemos y posamos por el viento arremolinados.
Vuelta a bajar y desandar el camino andado, entre masas de brezo florecido y enrojecido por el otoño recién entrado.
Abajo, en el valle, van quedando los pueblos, seguro que allí, a resguardo de las montañas el viento está calmado.
Y bajamos por caminos empedrados, bajo un cielo azul, limpio, despejado...
...dejando atrás hoyas profundas, donde hemos tomado resuello para seguir caminando, de nuevo cuesta arriba...
...hasta alcanzar una nueva cima y tocar desde ella, las nubes con las manos.
Y otra vez bajamos, y nos emborrachamos de picos...
... de árboles, de montañas...
...de roca caliza, de cabañas...
...hasta llegar a la Olla de San Vicente y sus transparentes aguas.
En Vis, más hórreos y las manzanas cosechadas, para elaborar sidra nueva que refresque nuestras gargantas.
Cosecha nueva también de castañas...
...caídas de viejos castaños que parece bostezar, aburridos de ver tanta gente pasar.

Hemos llegado al final del sendero, allí, encajonado, en el desfiladero de los Bellos, nos espera el río Sella, y a él han desembocado sus aguas el Ponga y el Dobra.

Nunca nos cansamos, y nos queda tanto por andar, que volveremos siempre por el "Paraiso Natural".

1/11/13

LA ESPERANZA

En un mundo en blanco y negro, ella es un soplo de esperanza y lo ve todo,  lleno de colores.


"La esperanza es el unico bien común a todos los hombres;
los que todo lo han perdido,
la poseen aún".
Tales de Mileto.

...y mientras sonaba: "La vida es bella".