Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces", símbolo del sentido común, el coraje y la determinación, sabio ermitaño, leal con sus amigos, amante del buen tiempo y de los rayos del sol, y busco el equilibrio entre lo que yace bajo la tierra y lo que descansa sobre ella.

Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces",simbolo del sentido común,el coraje y la

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Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces",simbolo del sentido común,el coraje y la determinación, sabio ermitaño,leal con sus amigos, amante del buen tiempo y de los rayos del sol, y busco el equilibrio entre lo que yace bajo la tierra y lo que descansa sobre ella.

26/2/15

EL SILENCIO-II

El silencio en este mundo es atronador, tanto que no deja escuchar los pasos en la nieve, por unos caminos  que solo existen en la memoria de estas gentes.

No se escucha al ternero recién nacido que berrea esperando la ubre de su madre, mientras la nieve, silenciosamente, se disuelve en el techo de la cabaña donde el humo del fuego encendido no encuentra chimenea para escapar y lo hace, silencioso, por entre las juntas de las losas de pizarra.

No se escucha, (es de pocas palabras) al pasiego que sujeta el ronzal  atado al noble animal, ni se oyen los ladridos de los fieles escuderos que lleva detrás.

Y no se escucha porque está cansado ya de hablar, donde nunca le quisieron escuchar.

21/2/15

EL SILENCIO-I

Nacieron distanciados y se fueron alejando.
Ignoran que  les une la cima del monte,  el canto de los pájaros.
 El silencio de la noche y la luz de un cielo estrellado.

12/2/15

VIERNES 13

No soy supersticioso pero hoy es viernes 13 y no hay foto que enseñar, la imagen se queda grabada en mi memoria.

He de tomar aire para poder continuar pues la pena anidó dentro de mi.

 Bien temprano por la mañana, antes de comenzar la jornada laboral he atropellado a una pareja de miruellos, (mirlos) que barruntando la primavera están ya en plena ceremonia nupcial con sus vuelos rasantes al amanecer y sus trinos, posados sobre los morios de piedra con la cola levantada.

El golpe fue seco, y el frenazo brusco de nada sirvió, el macho sangraba por su pico amarillo y la hembra aleteaba perdiendo parte de sus plumas.

Este año no anidaran y no alegraran con su canto mis atardeceres.