Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces", símbolo del sentido común, el coraje y la determinación, sabio ermitaño, leal con sus amigos, amante del buen tiempo y de los rayos del sol, y busco el equilibrio entre lo que yace bajo la tierra y lo que descansa sobre ella.

Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces",simbolo del sentido común,el coraje y la

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Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces",simbolo del sentido común,el coraje y la determinación, sabio ermitaño,leal con sus amigos, amante del buen tiempo y de los rayos del sol, y busco el equilibrio entre lo que yace bajo la tierra y lo que descansa sobre ella.

30/3/11

"LA OVEJA BUENA....


....mama a su madre y mama a la ajena".

27/3/11

SAN SEBASTIAN DE GARABANDAL.


Apenas tenía yo seis años y aún recuerdo cuando oí por primera vez el nombre de este pueblo, (San Sebastian de Garabandal), una aldea perdida entre montañas a los pies de Peña Sagra, con unas decenas de habitantes y adonde se llegaba subiendo por una angosta y sinuosa carretera.

Era el mes de junio de 1961 cuando las primeras paginas de los periódicos recogieron la noticia de que cuatro niñas del pueblo en edad escolar ( Conchita, Mari Cruz, Jacinta y Mari Loli) dicen que han presenciado la aparición del arcángel San Miguel y la Virgen María.


Unas placas y unas vitrinas, profusamente adornadas con flores de plástico, recuerdan el lugar de las apariciones.




Igual que la imagen erigida y donada por un devoto del Sagrado Corazón de Jesús.


Se organizaron en aquellas fechas excursiones en autobús desde toda la provincia y aunque como dije al principio yo era muy niño, recuerdo como escuchaba embobado de boca de los que hasta allí subieron, relatar que habían visto a las niñas bajar corriendo y saltando por un camino de piedras que de repente caían de rodillas entre espasmos y provocaban una especie de éxtasis colectivo.


Las apariciones pronto alcanzaron difusión mundial y el pueblo se llenó de peregrinos de todos los lugares del planeta y se empezó a conocer como el "Lourdes español".


La transformación que desde entonces ha sufrido el lugar es más que evidente. Las casas de típica construcción montañesa hoy se ven rodeadas de por magnificas casas y apartamentos de piedra de sillería.


Los portales y balcones, donde antes había artesanos trabajando la madera, se han convertido en bazares de "souvenirs" "made in China" y al pueblo se llega por una arreglada y asfaltada carretera.


Aunque la iglesia católica nunca ha reconocido oficialmente los milagros, el lugar se ha convertido en punto de destino, y lugar de culto de sectores más o menos integristas del cristianismo. El día que saqué las fotos, un numeroso grupo de fieles venidos desde Italia celebraba un "via crucis" acompañando los cánticos con guitarras, cuando ya el sol se escondía.


En una de las numerosas placas que adornan el lugar puede leerse: "Para la tierra sería más fácil existir sin el sol que sin el Sagrado Sacrificio de la Misa".

Integristas de otro tipo la han emprendido a pedradas con algunas de las vitrinas.


En el lugar conocido como de los pinos, donde supuestamente se apareció la Virgen, la gente deja mensajes escritos con sus peticiones.

Muy cerca acaban las estaciones del "via crucis" y actualmente se está abriendo un largo camino hasta lo más alto de la montaña que lo llaman el camino del Santo Rosario.


Y hasta aquí llegaron en procesión estas orugas.

Hasta aquí mi visión escéptica pero respetuosa de San Sebastian de Garabandal, lugar que aparte de las apariciones tiene otros encantos y bellezas.

En este enlace se puede ver uno de los numerosos videos que sobre las apariciones hay en Youtube.


22/3/11

RECUPERACIÓN AMBIENTAL


Estamos tan acostumbrados a denunciar tantas cosas cuando se hacen mal, que de justicia es destacar algo cuando se hace bien.
Es el caso de la recuperación ambiental llevada a cabo por la Demarcación de Costas y el Ministerio de Medio Ambiente de la playa de Berellin en Prellezo.
En una de las zonas más singulares de la costa occidental de Cantabria, un lugar con un encanto y una belleza especial, donde la mar ha ido erosionando la roca entrando doscientos metros tierra adentro y formando una playa de finas arenas resguardada de los vientos, ahí, imcumpliendo todas las leyes, fue construida en los años ochenta una vivienda sobre el mismo acantilado. Por fin tras años de pleitos se ha derribado y recuperado un espacio natural y publico.

Nada impide ahora disfrutar del paisaje y de un entorno singular.



Se han respetado una palmera y dos eucaliptus que los propietarios de la casa habían plantado



Compiten los tonos verdes de las aguas con el verde del prado, y arriba en lo alto de la loma se ve un rebaño de vacas pastando.

18/3/11

SIEMPRE LLEGA LA PRIMAVERA










La primavera, siempre llega
Antes que los grandes almacenes,
y las hojas del calendario,
lo dicen por las mañanas
los pájaros cantando,
las lagartijas y los caracoles,
que salen de su letargo,
y los aromas envolventes,
de las mimosas y los laureles.
La primavera, siempre llega,
y con ella vendrán amores,
e ilusiones nuevas.

14/3/11

TUDANCA.....



....así se llama este bonito pueblo de montaña que inspiró a Pereda su novela costumbrista "Peñas Arriba", convirtiéndolo en "Tablanca", lugar al que llegó allá por el año de 1893, Marcelo, un joven universitario de buena familia ligado a la alta sociedad madrileña, invitado por su tío Celso, propietario de la Casona de Tudanca.

Y no es de extrañar que aquí se quedara, en este valle verde rodeado de una sucesión de lomas y montañas que se dan sombra unas a otras, donde la vida aún transcurre apacible, sus gentes son amables y de marcado carácter montañés.

La abundancia de montes hizo en otros tiempos que la madera fuese uno de los pilares de su economía. Con ella fabricaban útiles de trabajo y aperos de labranza que usaban en las praderías situadas en lo más alto de las montañas, accediendo por caminos que parecen auténticos despeñaderos.

Sus poco más de cien habitantes han evitado la degradacion paisajística y conservan el lugar de tal manera que no es de extrañar que el pueblo fuera declarado conjunto histórico-artístico en el año de 1983.



Destaca en lo más alto del pueblo, La Casona de Tudanca, un soberbio edificio de piedra convertido en museo que guarda en su biblioteca auténticos tesoros manuscritos de entre otros, Alberti, Lorca, Gerardo Diego, Guillen, Unamuno, Manuel Azaña, José Hierro o Camilo José Cela.
Su ultimo propietario fue D. José Mª de Cossio, quien cedió en 1975 la casa, las dos huertas, todo el mobiliario y enseres además de los más de 17.000 volúmenes a la Diputación Provincial de Santander.

En la fachada principal se puede ver el escudo de armas de Pascual Fernández de Linares Gómez y Herrero, certificadas por el rey de armas Juan Alonso Guerra, siéndole expedida la Ejecutoria de Hidalguía para Indias en 1731 –las armas portan la inscripción ‘Guardo tan bien el castillo con este venablo armado que no fue ninguno osado a atreverse a combatillo’
Y colgando en una de sus paredes, un artilugio inventado por los moradores para facilitar las labores agrarias, conocido como la "basna" de Tudanca, de la que escribió Unamuno:«La basna es un rústico vehículo montañés de arrastre, sin ruedas, al modo de las narrias que siendo yo niño funcionaban en el muelle de Bilbao. Es una horca de madera y en medio de ella tabletas sobre las que por medio de peales, como correas de varas de avellano retorcidas, se sujeta la carga de yerba. Y arrástranla, pedregoso sendero abajo, con los bueyes, que tienen que ir sosteniendo la basna, y el hombre a los bueyes. Deslízase la basna sobre pedruscos pulidos o cantos por el frote. Sobre una carga de yerba de una basna bajé un trecho de montaña...».



Y siguiendo la abrupta carretera, peñas arriba nos encontramos este paisaje nevado de la Cordillera Cantábrica.



Nieve que al fundirse forma pequeños arroyos que bajan saltando entre las peñas para formar entre todos el río Nansa que da nombre a todo el valle.

Baja el río encajonado y es aprovechado para su explotacion hidroeléctrica.

Pero al llegar al llano parece volverse tímido y discurre mansamente y como escondido entre los alisos, fresnos y avellanos.

8/3/11

SENDERISMO POR LA MONTAÑA PALENTINA


Ya en anteriores entradas he tratado de deshacer el tópico de que el paisaje de la provincia de Palencia es llano y monótono, pero no, en las estribaciones más meridionales de la Cordillera Cantábrica hay unos relieves calizos muy agrestes y poco conocidos, entre los que destacan las cimas de El Cinto( 1176 mts) y Peña Pico(1181).
Para hacer estas cumbres y conocer un poco más su entorno nos acercamos el pasado domingo hasta el pueblo de Becerril del Carpio, partiendo de la preciosa ermita románica que hay a la entrada del pueblo, un ejemplo más de la riqueza del románico tan abundante en estas tierras.

Apenas andados unos cientos de metros nos encontramos un parque reciente que homenajea a Miguel Delibes y en una piedra tallada la frase que se lee y que tanto me gustó:
" Si el cielo de Castilla es alto es porque lo habrán levantado los campesinos de tanto mirarlo".

Y un poco antes está esta columna que parece salomónica y que es ni más ni menos que una picota donde se colgaba a reos y malhechores en tiempos medievales. Aun se conservan en numerosos pueblos de Castilla, según los estudiosos del tema en Cantabria solo quedan escasamente tres.
A estas columnas se debe el dicho popular de "poner o estar en la picota".

Por caminos bastante embarrados pues días antes había nevado abundantemente, nos dirigimos a la primera de las cimas, El Cinto.

Desde arriba todos los contrastes de colores con las tierras sembradas y en barbecho.
La cima tiene una llanura donde es difícil caminar por la espesura de un encinar con ejemplares bastante viejos pero de poca altura pues el clima y el terreno no son apropiados para que se desarrollen ejemplares de gran porte.
Las vistas son impresionantes pues el día era claro y despejado. Ya se que Fosi le dará envidia que siempre pille los días buenos.

Se apreciaban perfectamente el Curavacas, El Espiguete, el Pico Murcia, y los limites Cantabria y los Picos de León.

Desde esta otra cima que se llama Peña Pico ante nuestros ojos se nos ensanchaba Castilla en todo su esplendor.


Rematamos la jornada después de andar unos 16 kms, visitando el Monasterio Cisterciense de San Andrés de Arroyo, otra joya del románico palentino, con una visita guiada a su claustro con una monjita de lo más agradable y que nos dio toda clase de explicaciones.

Las fotos en el interior están prohibidas pero yo, acordándome de vosotros conseguí robar estas para enseñároslas aquí.
Que el Señor y la monjita me perdonen.

Esta columna es bellisima.