Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces", símbolo del sentido común, el coraje y la determinación, sabio ermitaño, leal con sus amigos, amante del buen tiempo y de los rayos del sol, y busco el equilibrio entre lo que yace bajo la tierra y lo que descansa sobre ella.

Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces",simbolo del sentido común,el coraje y la

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Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces",simbolo del sentido común,el coraje y la determinación, sabio ermitaño,leal con sus amigos, amante del buen tiempo y de los rayos del sol, y busco el equilibrio entre lo que yace bajo la tierra y lo que descansa sobre ella.

25/4/19

DESPERTARES

Un rayo de luz se coló por la contraventana de madera, motas de polvo brillaban suspensas en el aire.

Descorrió las aldabas de hierro, abrió la ventana, y vio que en medio de la noche, el mundo seguía encendido.

En un caballete reposaba un lienzo donde un pintor intentaba plasmar las luces que  escondían  las sombras. 

San Salvador de Cantamuda.

Montaña Palentina.

Románico Palentino. 

Bego.


19/4/19

MIRADAS

Podemos mirar el cielo y ver agitarse las nubes,
podemos mirar el mar y ver,
    convertirse la espuma en plata... 
...y nos perderemos la belleza y el espectaculo
 que nos brinda el suelo.

9/4/19

NUNCA EL TIEMPO ES PERDIDO

...cuando regresó, todo estaba igual que cuando  marchó cansado de vivir refugiado en su propia casa.

Era un adolescente y todas las mañanas se hacía la misma pregunta:

¿Que habrá al otro lado de las nevadas cumbres?.

Cruzó el desfiladero en busca del mar con el que soñaba cada noche.

Se creía dueño del tiempo y solo cuando regresó, al ver que la tenue luz de aquella bombilla era la misma que la luz difusa , que alumbraba la pestilente y húmeda bodega del mercante, entendió que el tiempo del que se creía dueño se había quedado allí.

El tiempo y todos los recuerdos, los oficios, los olores, el pan, el orujo, las hierbas que curaban todos los males, el abuelo que reparaba las varillas y la tela de los paraguas, el que ponía parches  a los pucheros y a la alquitara y le hacía chiflos con algún recorte que sobraba de la hojalata, los cedazos de ventear las alubias, el esparto con el que frotaban el suelo, la tabla de amasar la harina, la leña y hasta su propia conciencia...todo seguía allí...

Manolo García 




1/4/19

BATALLA INCRUENTA


En la penumbra del bosque,

al clarear los días,

hay una batalla silenciosa.

Los rayos del sol luchan por ser los primeros

 en posarse

sobre el musgo verde,

 que cubre las ramas de la vieja encina.

Y ella... se deja acariciar.