Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces", símbolo del sentido común, el coraje y la determinación, sabio ermitaño, leal con sus amigos, amante del buen tiempo y de los rayos del sol, y busco el equilibrio entre lo que yace bajo la tierra y lo que descansa sobre ella.

Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces",simbolo del sentido común,el coraje y la

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Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces",simbolo del sentido común,el coraje y la determinación, sabio ermitaño,leal con sus amigos, amante del buen tiempo y de los rayos del sol, y busco el equilibrio entre lo que yace bajo la tierra y lo que descansa sobre ella.

21/4/18

PLANETA DE PLASTICO

La cruda realidad hace que hoy en la cueva, el tejón tenga que mostrar fotos que no quisiera que vierais, pero que tristemente y cada día más, forman parte de este planeta anteriormente llamado tierra. 
Pasaron los años cuando de niños íbamos a la playa a jugar y competir, por ver quién cosechaba más conchas y cascaritas para convertirlas en monedas de cambio, y pagar con ellas por que nos dejaran lamer o mordisquear el cucurucho de un helado.  

Conchas y cascaritas de todos los colores, algunas parecía  que llevaran con ellas el arco iris dentro.
Hoy por los arenales solo se ven colores convertidos en bastoncillos para los oídos, en cartuchos vacíos de plomo de quienes practican el "noble deporte de la caza", en mil formas de envases de productos para la higiene, sin contar con mecheros, redes y otras artes de pesca.

¿Cómo es posible que teniendo los oídos tan limpios, no escuchemos las advertencias que nos hacen en los medios de comunicación a diario?.

¿Por cuánto tiempo  podremos seguir bañando nuestro limpio cuerpo en un mar que estamos envenenando?.

El planeta tierra está herido de muerte, mientras seguimos matando de un tiro a las aves y a los peces.


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14/4/18

EL CANTO DEL CISNE

Pasado el primer instante de sorpresa, frotándose los ojos, por fin  vio al cisne que no quiso ser un ave real, aquel que alzando el vuelo, había cruzado los mares para huir de Inglaterra, donde todos los cisnes eran propiedad de la Corona.

Pero de nuevo,creyó llegado el momento de volver a extender las alas.

 Las profundas aguas del pozo Tremeo le hablaron del futuro y le dijeron que podía ser tan libre como todos aquellos árboles que  tantos años fueron su única compañía.

Él los vio crecer en todas las direcciones.

 A lo alto en busca de las nubes y del cielo.

 Su ancha y rumorosa sombra le dieron frescura las calurosas tardes de verano, sumergiéndose en el agua había visto que sus raíces no encontraban fronteras bajo el suelo. 
  Con su potente y rápido vuelo no tardó mucho en llegar a las marismas de Soano y fijó su residencia en el antiguo molino de mareas.

Allí sigue, feliz, dejándose llevar por el subir y bajar del agua, unas veces dulce y otras salada.

Tan enamorado del lugar que no piensa en el día, que ha de cantar para rendir cuentas al dios Apolo.


3/4/18

PINTO LO QUE VEO...

Caminaba por aquel angosto bosque una  tarde de invierno, en busca del cisne que vivía en las trémulas aguas del oscuro y tenebroso lago.

Un sendero helado desequilibraba sus inseguros pasos y su vista cada vez más borrosa le decía que aquella era una misión imposible.

Pero allí estaba el centenario cisne, que a decir de la leyenda creía que metiendo su largo cuello en las profundas aguas, recordaría su pasado y vería su futuro. 


Manet.


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