Es Lierganes un pequeño municipio de Cantabria con apenas 3.000 habitantes atravesado por el río Miera y que está siempre vigilado y protegido por dos pequeñas elevaciones conocidas popularmente como "las tetas de Lierganes"aunque su nombre real es el de Marimón y Cotillamón.


Tiene el pueblo gran riqueza arquitectónica tanto civil como religiosa principalmente de los siglos XVI y XVII y fue declarado Conjunto Histórico en 1999.

Es un placer pasear por sus cuidadas calles entre casas de indianos y casonas blasonadas representativas del auge que tuvo la Villa.



Entre las más destacadas se encuentra la casa de los cañones, no en vano fue en Lierganes donde se instalo la primera fundicion de hierro en España en el año de 1622.
Los cañones que aquí se fabricaban hoy tienen un destino menos belicoso y guardan las esquinas de piedra de la casa.


Siguiendo el paseo llegamos a este molino del siglo XVIII que estuvo funcionando hasta mediados del siglo XX y que ha sido habilitado como Centro de Interpretación de la leyenda de
"El hombre pez de Lierganes", leyenda donde se confunde la ficción con la realidad y que cuenta la historia de un vecino de este pueblo, Francisco de la Vega Casar, gran nadador y enamorado del río que desapareció en la ría de Bilbao cuando corría el año de 1674, para aparecer cinco años más tarde en la bahía de Cadiz. Volvió a su tierra natal y tras nueve años de estancia entre su familia desaparecio de nuevo en el mar para no volver nunca jamás.

Esta escultura del artista Juan Arenas en el exterior del molino representa al hombre pez en su juventud, siempre cerca del río.

El Puente Mayor del siglo XVI, al lado del molino es un lugar de gran belleza.
Las tetas siempre presentes.


Balcones y magnolios de gran porte....

....ciruelos que comienzan a florecer....


.....el río Miera, aguas abajo....

...y aunque no lo parezca el pueblo se ha adaptado perfectamente a los tiempos y es todo un ejemplo de como puede convivir el pasado con el presente.


Esta escultura es la visión moderna de "El hombre Pez".
Espero que os haya gustado el paseo, y si tenéis ocasión de visitar este bonito pueblo no dejéis de probar sus "Sacristanes", unos hojaldres de mantequilla que son un disfrute para el paladar.