¿ Otra vez por aquí?.
¿Quién me habla?.
Mi voz sale del interior de estas ancianas paredes de piedra.
Te hablo siempre que vienes pero nunca me has escuchado, hoy he levantado un poco más la voz pues te noto apesadumbrado.
Pues si, pesadumbre es lo que traigo.
Pesadumbre y tristeza al ver como las raíces del mal se extienden por la tierra.
El mundo fuera de aquí es cada vez más oscuro.
¿ De pesadumbre y oscuridad me hablas a mí que llevo siglos padeciendo el olvido?.
Antaño, mi entorno era un pomar y en el lagar exprimían las manzanas.
Hoy sobrevivo gracias a la sombra de las ramas de las cagigas, que como costillas sostienen mis paredes.
Vinieron y no respetaron ni las tumbas donde reposaban tus antepasados.
Se llevaron las lajas para "embellecer" jardines o para usarlas como abrevaderos para el ganado.
Ni las campanas que eran mi alegría cuando tañían dejaron.
Vine hasta aquí para lamer mis heridas y tus palabras me sirven de consuelo.
Vuelve siempre que quieras, hazme compañía.
Vuelve y no huyas, no salgas corriendo.
Precioso y entrañable diálogo.Las piedras también hablan para quien sabe escucharlas. Bonita foto de una no menos bella ermita.
ResponderEliminarSaludos
Muchas gracias, Pini. El lugar tiene tal encanto que merece siempre una visita.
EliminarSaludos.
Hola, un texto con mucha simbología y verdad que, al lado de esa foto tan chula, queda perfecto. Te sigo en el blog e intentaré pasar de vez en cuando.
ResponderEliminarUn abrazo. :)
Bienvenida a mi cueva, Merche.
EliminarGracias por pasar y comentar.
Un abrazo.
Ese lugar que tú me enseñaste, que buenos recuerdos...
ResponderEliminarUn texto que me emociona
Abrazo y mucho ánimo.
¿Cómo olvidar ese día Fermín.
EliminarPara siempre en nuestros recuerdos.
Un abrazo, grande.
Las paredes ancianas, las raíces hundidas, los troncos de los árboles, el pasado, todos se depositan en la memoria, son como el humus que nutre la poesía y el arte.
ResponderEliminarAbrazos.
Que no nos falte nunca alguien que nos traiga recuerdos y memoria.
EliminarMal vamos si olvidamos.
Un abrazo, Francesc.
¡Enorme!
ResponderEliminarSAludos
Gracias, Manuela.
EliminarUn abrazo.
Ha quedado en el olvido, tan solo un gran fotógrafo se para a fotograiarla.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, Antonia.
EliminarUn abrazo.
Mucho se alegró de verte, buena compañía le hiciste. Y sí. vuelve cuando quieras que gusta ver estas reliquias tan olvidadas. Maravilla de foto amigo.
ResponderEliminarBuena semana.
Un abrazo.
Me alegro mucho que te guste, Laura.
EliminarUn abrazo y a seguir combatiendo el frío.
Siempre es una alegría ver que hay gente que anda de aquí para allá buscando horizontes nuevos.
ResponderEliminarSan Román de Moroso puede considerarse un lugar afortunado si lo comparamos con otros más olvidados. El que más me llama la atención — y hablo sólo de Cantabria — es San Juan de Socueva, cerca de Arredondo, seguro que lo conoces si eres de los de subir monte.
La última vez que pasé, tuve que espantar a una vaca y cuatro murciélagos. Lo vi en muy mal estado, y luego he comprobado que está en la Lista Roja de Hispania Nostra (que indica abandono parcial), aunque en El Diario de Cantabria del pasado 7 de diciembre se menciona que hay un presupuesto para rehabilitación en 2025, pero los políticos y sus presupuestos… no sé yo… Considerando que, ya en 2021 la ermita fue clasificada por Europa Nostra entre los 7 monumentos más amenazados de Europa, me temo lo peor.
Muy buenas fotos y sus textos. Saludos.
Si, me gusta perderme por los montes y recuerdo con tristeza la primera vez que pasé por San Juan de Socueva y vi el lamentable estado de abandono en que se encuentra.
EliminarTan triste como ver esos titulares de prensa que es en lo que se quedan, en eso, en titulares.
Y vi más cosas, un barranco bajando hacia Arredondo con un pequeño río, convertido en una escombrera con desechos de obra, enseres viejos, electrodomésticos... que van cubriendo la vegetación, tremendo.
Hablé con gente de Proyecto Ríos pero me imagino que todo siga igual.
Un saludo y gracias por comentar.
¡¡¡Tantas veces me pare a pensar si las piedras me pudieran hablar!!!
ResponderEliminarTe hablaran, maluferre, te hablaran.
EliminarSaludos.
la magia de las piedras que cuentan sus historias a quien las sepa escuchar... tú has llegado más lejos amigo, creo que has captado la esencia de su alma
ResponderEliminarConvencido estoy de que a ti también te hablas, Vera.
EliminarGracias por tan bonito comentario.
Un saludo.
ResponderEliminar¿Ves? esto sí es una gran fotografía, no necesitas tunearlas como las mías..: ) Absolutamente fantástica! y sí, parece que hasta te hablan las piedras.. No me extraña que te encuentres apesadumbrado por el ambiente general y mucho más, después de la toma de posesión del energúmeno de Trump, la verdad es que aterra el cariz de todo y sí ( bis), parece que el mal se posiciona en todas las cotas de poder… No sé que pasa que parece siempre ganan los malos : ( Por otro lado.. Ay si las piedras hablaran! ... ; ) tiene taanta razón esa sabia iglesia, a veces los humanos nos quejamos de soledad y olvido y cuantísimas joyas arquitectónicas y de todo tipo desaparecen arruinadas ante la desidia general.. Por cierto ¿ qué árboles son las cagigas? Nunca había escuchado ese nombre, los que se ven en la imagen están tan desnudos que no me doy cuenta.. en fin, me ha gustado mucho tu entrada de hoy, mil gracias, Un abrazo muy fuerte TEJÓN!
Cagigas llamamos en Cantabria a los robles, María, por ahí seguro que se conocen como Carballos.
EliminarLas cagigas y los carballos sobrevivirán a Trump...y nosotros también.
Algún día perderán los malos...hummm, que optimista me he levantado hoy, jajajaja
Un abrazo.
Tu foto es una maravilla y la conversación mágica es magnífica. Esperemos que esas raíces del mal que se están expandiendo choquen con un muro de solidaridad, paz e ilusión.
ResponderEliminarSaludos
Gracias, Fernando por tu amable comentario.
ResponderEliminarY si, esperemos que entre todos paremos esas raíces del mal, la receta es la que nos das: Solidaridad, paz e ilusión.
Saludos.
Querido tejón que lugar tan hermoso, no entiendo porque no se protegen y se cuidan.
ResponderEliminarPreciosas palabras, me encanta. Un fuerte abrazo.
Un lugar que merece ser respetado y conservado, Lola.
ResponderEliminarUn abrazo.