El Tsunami de sombrillas multicolores
que invadió todas las orillas,
poco a poco fue remitiendo.
Poco a poco la mar recuperó
la cadencia y el ritmo de las olas.
Olas y espumas con sus caricias
convirtieron en un lienzo
la pisoteada arena.
El océano contuvo su fuerza
y llevó su furia mar adentro.
Llevaba el pintor mucho tiempo
esperando sacar del maletín
oleos, brochas y pinceles.
En su paleta mezcló colores
con magia y suaves caricias
convirtió en oro los granos de arena
y en plata la sal y la espuma.
El tiempo va marcando la pauta, cambian los colores, las texturas y las aglomeraciones,
ResponderEliminarBuen poema, te felicito.
Gracias Francesc, en manos del tiempo estamos.
EliminarSaludos.
Se acabaron las vacaciones y todo el mundo regresa a su hogar.
ResponderEliminarEs maravilloso el paisaje, con la maravillosa vista del mar.
Un abrazo.
Ahora a vivir en sueños los días pasados junto al mar.
EliminarUn abrazo, Antonia.
Ahora es el tiempo para disfrutar de largos y tranquilos paseos playeros viendo a los surfistas practicar su deporte favorito.
ResponderEliminarLa poesía preciosa.
Saludos.
Me alegro que te guste.
EliminarUn saludo, Tomás.
Se acabó la marabunta playera y ahora llega la tranquilidad y el sosiego para disfrutar de todo lo que el mar ofrece.
ResponderEliminarSaludos
Y en eso estamos, Pini, en intentar seguir disfrutando.
EliminarSaludos.
Bonita estampa de tranquilidad y descanso ...
ResponderEliminarabrazo
Esmeralda
parece que blogger no quiere que vuelva, no me lo está poniendo fácil .
Pues yo me alegro mucho de tu vuelta.
ResponderEliminarUn abrazo, Esmeralda.
Bonita imagen y poema. Un saludo.
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