....se ha vuelto a enfadar.
Los pescadores han tenido que amarrar los barcos en el puerto y no pueden salir a faenar.
Pero el mar siempre generoso, ha ido depositando en las arenas de las playas un tesoro de color rojizo, arrancándolo de sus propias entrañas a más de 25 metros de profundidad.
La "caloca" es un alga que llegado el otoño, desde el mes de octubre hasta el mes de febrero es una fuente de ingresos para muchas familias que viven cercanas a la costa y que no sin grandes y mal pagados esfuerzos, muchas veces lloviendo y granizando se dedican a sacar del mar las algas, para extenderlas por los prados y ponerlas a secar.
La "caloca" es un alga que llegado el otoño, desde el mes de octubre hasta el mes de febrero es una fuente de ingresos para muchas familias que viven cercanas a la costa y que no sin grandes y mal pagados esfuerzos, muchas veces lloviendo y granizando se dedican a sacar del mar las algas, para extenderlas por los prados y ponerlas a secar.
Antiguamente los campesinos las utilizaban como abonos y fertilizantes para sus campos y usaban bueyes y carretas para recolectarlas, hoy se hace de forma mas mecanizada y su utilidad es distinta pues se emplea en productos farmaceuticos y alimentarios, siendo muy valorados sus ingredientes, sanos y naturales.
Quien a buena ola se arrima, buen remojon le propina :)
ResponderEliminarMe gusta el mar, y me gusta tu mirada al mar, pero me intimida.
Un abrazo.
Y me perdonaras pero yo tambien me rei,que quieres que te diga menuda pinta.Lo siento.Menudas fotos espectaculares y el comentario rimando lo dicho tenemos un artista en el blog.Esas gaviotas son unas malas pecoras que no avisan.
ResponderEliminarUn abrazo y preciosas fotos
Jaaaajajaaaaa, yo también soy Mila!!
ResponderEliminarjajajaja. No conocia la Caloca.
Abrazos para los dos
Ay Dios, ahora la que se va a tresponer de risa soy yo....No tenía ni idea de lo de la caloca(que nombre :D)Gracias por enseñarnos tantas cosas. Un abrazo, Tejón.
ResponderEliminarBesos para Mila :)
Siempre me ha gustado el olor de la caloca cuando se está secando. Y me gusta mucho ver cuando la están sacando a la playa.
ResponderEliminarTenías que haber hecho caso a Mila, que pareces un veraneante...Jajaja
Besucos.
Gracias no sabia que existía esa alga.
ResponderEliminarlas fotos son geniales, que bonito es ver ese mar embravecido,claro para los que no tiene que ganarse la vida faenando en esas aguas.
Un saludo
¡Ay, Tejón! No se puede uno fiar de las olas - y menos de las gaviotas, jejeje
ResponderEliminarMuy interesante lo de las algas. No tenía ni idea.
Abrazos
Ese reportero que arriesga!,jajaja,de todos modos me alegro que solo quedase en una anecdota.
ResponderEliminarUn abrazo.
· Buen paseo te has dado y buenas imágenes las costa te ha regalado.
· Hacía tiempo que no veía tanta caloca amontonada. Me ha encantado recordarlo.
· Saludos, desde la única ciudad del norte que mira al sur
CR & LMA
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Hola Tejón.
ResponderEliminarEl mar está fuerte estos días y las olas llegan a donde ni imaginamos.
Parece la Virgen del Mar por detrás.Incluso en buen día las olas impresionan, pues ahora con temporal, no veas. Una lluvia salada.
Lo de la caloca quedan pocas personas que se dediquen a ello.Es una pena que se vaya perdiendo como tantas otras cosas.
Un abrazo.
Qué fotos, Tejón!!!! me encantan. menos mal que el chapuzón mereció la pena!!!! si es que los hombres no hacéis caso de lo que os decimos y luego pasa lo que pasa ;). Dile a Mila que la próxima vez te meta en la lavadora y le de al centrifugado
ResponderEliminarBuena rima Fermín, jejeje
ResponderEliminarUn abrazo.
Tienes mi permiso para seguir riendote José Manuel.
ResponderEliminarUn abrazo.
Otra, ¡ala, riete hasta que te desternilles!!!
ResponderEliminarUn abrazo Arena.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarYa vale ¿no?, Otra que se des......
ResponderEliminarporque me mojó una ola.
Hay un pueblo a los pies del Pico Bistruey en Liebana que se llama Caloca Alma,ya ves que curiosidad, del mar a la montaña.
Abrazos.
Como olían Anjanuca, marisco puro.
ResponderEliminarRie, rie tambien tu.
Un besuco paisana.
De nada José, me agrada poder enseñar algo.
ResponderEliminarUn abrazo.
¿Has visto Xibeliuss? ¡¡Qué traidoras!!
ResponderEliminarUn abrazo.
Un día me van a fichar los del National geographic Fosi, jajaja
ResponderEliminarSaludos.
A mi tambien me ha sorprendido la cantidad de caloca que hay este año ñOCO, pero además por toda la costa, por la zona de Oyambre, La Gerra,Comillas, están los prados llenos.
ResponderEliminarSaludos.
La culpa como todo es por la caída que han sufrido los precios y lo poco que se paga a quienes las recolectan Lito.
ResponderEliminarLas fotos son como bien dices en La Virgen del Mar, estaba muy fuerte tambien en San Juan de la canal.
Un abrazo.
El chapuzón de ayer Isabel, fue para mi una sensación nueva, y hoy la consecuencia es que se me está empezando a caer el moquillo, jajaja.
ResponderEliminarUn abrazo.
Eso son olas y no las que vemos en el Mediterraneo,...
ResponderEliminarAunque acabes remojado, tiene que ser una sensación tremenda estar junto al mar bravo disfrutando de su poderio.
Un abrazo.
Pues sí que está bravo sí, aquí anda como un plato, llueve un día, se enfurece y regresamos al verano,lo de la caloca se lleva fatal, porque se arremolina en la orilla y se te enreda en las piernas y la sensación que deja al rozar los pies es......no me gusta nada!!!!
ResponderEliminarCuidado con esas olas traicioneras!!!
Un abrazo.
Pues si Jose, fuen una sensación nueva,y graciosa porque la verdad es que nos reímos un rato.
ResponderEliminarUn abrazo, espero que te vaya quedando menos tiempo en dique seco.
Y a mi que me gusta el olor y bañarme entre las algas, es muy bueno para la piel.
ResponderEliminarDisfruta de ese mar Mimosa.
Siempre llego la última.
ResponderEliminarYo tampoco conocía esa alga y de su uso... Siempre aprendiendo, gracias Tejón. Tuvo que ser un paseo chulo con ese mar que a mí tanto me gusta. A mí tampoco me importa mucho mojarme con las olas..., si estoy cerca de casa para cambiarme, o si no llevo la cámara de fotos en marcha... (Mi cámara con la última ola después de muchas -a mí también me gusta arrimarme- ha pasado a mejor vida)
Como comprendo a Mila, es imposible ver y acordarse de este tipo de remojones y no reirse, sobre todo si tú lo ves venir y el remojado no... Recuerdo yo un caso de hace años, y aún me arranca una sonrisa.
Para el resfriado un poco de calor de pecho ajeno y unos vahos de ingle, y en unos días a trepar por las peñas!
Un abrazo.
Me gusta el remedio para el catarro Transi, jajaja.
ResponderEliminarUn abrazo.
Te arrimaste demasiado y te mojaste; eso le pasa a los buenos toreros y a los buenos fotógrafos. Pero el resultado ha sido bueno para los que podemos disfrutar de estas bellas imágenes. Saludos.
ResponderEliminarQUE BONITO ES TU LUGAR EN EL MUNDO TEJON, COMO AMO EL MAR, TE ABRAZO AMIGO
ResponderEliminarBienvenido a mi cueva ARO,me alegro que te gusten las fotos.
ResponderEliminarUn saludo.
Amores compartidos Abuela.
ResponderEliminarAbrazo grande.
Gracias por culturizarnos.
ResponderEliminarPreciosas las fotos, incluída tu remojón. Besos.
De todos se aprende algo, Gracias nieves por pasarte.
ResponderEliminarUn abrazo.
Te pilló la ola Tejón, arriesgaste mucho. Las fotos son muy elocuentes, qué hermoso, pero que bravo el Cantábrico. Desconocía lo de la recolecta del alga. Un saludo
ResponderEliminarPor atrevido me pilló Marce.
ResponderEliminarUn saludo.
Es dificil evitar un remojón fortuito cuando nos ensimismamos con el mar bravo. Siendo bastante más sueve que en tu caso, pero hoy mismo he salido con una bota mojada de una playa Cántabra.
ResponderEliminarUn mar así no se puede dejar de fotografiar.
Tienes un blog muy interesante.
Saludos,
Bienvenido Roberto y gracias por el comentario.
ResponderEliminarUn saludo.