Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces", símbolo del sentido común, el coraje y la determinación, sabio ermitaño, leal con sus amigos, amante del buen tiempo y de los rayos del sol, y busco el equilibrio entre lo que yace bajo la tierra y lo que descansa sobre ella.

Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces",simbolo del sentido común,el coraje y la

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Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces",simbolo del sentido común,el coraje y la determinación, sabio ermitaño,leal con sus amigos, amante del buen tiempo y de los rayos del sol, y busco el equilibrio entre lo que yace bajo la tierra y lo que descansa sobre ella.

27/7/15

PLAYAS SALVAJES

Más salvajes cada año, los temporales de los últimos inviernos se han llevado la lengua de arena que las unía, hoy solo se puede acceder a ellas trepando y destrepando por los acantilados si la mar está buena y no rompen las olas contra las rocas.

Si consigues llegar al triángulo del fondo te sentirás  un Robinson explorando las cuevas de la Isla del Castro acompañado solo por las gaviotas que hacen noche en sus doradas arenas y se bañan en  aguas cristalinas. 
Cuando regresaba me encontré a medio camino una pareja joven que intentaba acercarse y desanimados me preguntaron si faltaba mucho para llegar.

Iban pertrechados de una minúscula sombrilla, la cinta para llevarla colgada se les había roto y estaban a punto de abandonarla en las rocas, me ofrecí a dejársela en el punto de partida para que la recogieran a la vuelta, después de animarles a que llegaran al final, asegurándoles que no les iba a defraudar.

Me dijeron que eran de Soria y que veraneban en Cádiz todos los años pero que habían visto por Internet estas playas y no pudieron resistir la tentación de venir a Cantabria este verano a conocerlas.

Les recomendé alguna más con la condición de que no dieran mucha publicidad, ya se encarga la prensa de hacerlo, tanto que ayer no encontré donde aparcar en una que divulgaron en el Diario Montañés esta semana y estaba petada, a las doce del mediodía tuvimos que darnos la vuelta.

25/7/15

SUBIDA AL TORRE BLANCA

Camino de Fuente Dé en el autobús, el plomizo día que amaneció aumentaba por momentos mi cabreo, nada me hacía imaginar el soleado día que nos esperaba por encima de los 2000 metros.
Y es que andar por el cielo de Cantabria tiene estas cosas y como me comenta Carlos hasta la canción lo dice: " ....dende lo alto los picos vense dos mares, dende lo alto los picos vense dos mares, les agües son azules les nubes blanques."
Blancos son también los neveros que hemos de cruzar antes de llegar a la cima, buenas reservas de agua quedan después de un invierno de intensas nevadas en Los Picos.
Los Picos de Europa fueron definidos como "el lugar del globo en que los huesos del mundo rompieron su piel y quedaron fuera".
Algunos huesos son tan bonitos como estos de la foto que se llaman "Horcados Rojos".
"Soñar entre rocas, por colinas y ríos; adentrarse en silencio por regiones boscosas, donde está todo cuanto escapa al dominio del hombre, ¡donde huellas mortales tal vez nunca han llegado! Escalar por montañas invisibles, sin rastro, como animal salvaje;...
...y a solas embebidos, contemplar las cascadas, ...
...los barrancos más altos;...
...esto no es soledad, es más bien comulgar, sumergirse en la magia de la naturaleza".
La cita es de Lord Byron.
Todo en armonía...
...perfectamente alineados, no alienados, que los que por aquí andamos ninguno tiene alterada la razón ni perdidos los sentidos...
...y lo hacemos bien guardados por el "picu" que nos vigila desde lejos...
...y nos dice que tengamos precaución y no perdamos el equilibrio. 
Los neveros hacen que constantemente perdamos y recuperemos altura para poder superarlos..
...con menos nieve la ruta no es tan dificultosa, es excepcional tantos neveros y de tanto espesor en esta época del año.
Y en algunos momentos el camino hemos de inventarlo.
Allá dejamos el mar de nubes, en 1907, el conde Henri Russel se refería al nombre de los Picos de Europa de la siguiente manera:
"En el nombre mismo de los Picos de Europa hay no se qué de vago, de simbólico y severo, que nos hace soñar y parece decirnos que ciertamente aquí acaba el Viejo Mundo, que más allá no hay más que olas, que cerca de allí, sus últimos vestigios se precipitan y desaparecen en los abismos impenetrables del Océano". 
La ruta se está haciendo larga, son los últimos esfuerzos y arriba nos espera el Torre Blanca, la cima más alta de Cantabria, 2619 metros, compartida con León y con el permiso de Peña Vieja, que esa si es una cima integrada por completo en tierra cántabra.
Indescriptible sensación...
...desde la cima no decepcionan las vistas hasta donde nuestros ojos alcanzan.
El Llambrión nos mira celoso, el también quiere ver tan concurrida y animosa su cima pero le decimos que para otro día.
Que la bajada es larga...
...y nos espera Cabaña Verónica, el refugio más alto de los Picos 2325 metros, instalado en 1961 y construido utilizando la cúpula metálica procedente de la batería antiaérea de un portaaviones norteamericano desguazado en Sestao.
Las ovejas cerca de los lagos de Lloroza buscan la sombra de las piedras pues el calor aprieta.
Y esta es la vista que quedó por la tarde cuando las nubes fueron disueltas por el sol.

6/7/15

DE CAMARMEÑA A ONDÓN

Él va a ser el protagonista de la jornada, y al decir él ya imaginareis quién es y de quién hablo.
 El Picu Urriellu va a ser nuestro referente y nuestro vigía mientras le dejen las nubes.
Ya os puedo asegurar que adonde vamos no se puede subir en bicicleta así que es mejor dejarla aquí aparcada.
Porque a poco de echar andar desde el bello pueblo asturiano de Camarmeña la cosa se pone muy inclinada.
Es nuestra intención subir hasta El Cuetón,(1651 metros de altitud) y poder disfrutar desde allí de las magnificas vistas que dicen que hay.Y digo dicen porque no vamos a llegar...
Las predicciones meteorológicas avisan que a partir de las once de la mañana y durante el resto de la jornada se pueden producir nubes tormentosas y ya todos sabemos lo peligrosas que pueden resultar las tormentas en las montañas.
De momento el día sigue despejado y el Picu nos sigue vigilando aunque ya empiezan las nubes a rondar a su alrededor.
Y nosotros seguimos subiendo a paso firme y sin levantar cabeza. A ver si llegamos arriba antes que llegue la tormenta.
Hay que reponer fuerzas y echar un trago para continuar subiendo por la canal de Bobias.
La solidaridad siempre está presente en la montaña y cuando hay que echar una mano a un compañero de fatigas, se echa.
La ruta en todo momento es dura pues en apenas seis kilómetros de subida hemos de salvar más de mil metros de desnivel.
Y las vistas hacia abajo son de vértigo.
Nos preguntamos cómo fue posible que los habitantes de estas tierras en época medieval fueron capaces de dominarlas para poder vivir del pastoreo inventando los caminos por donde hoy subimos a las majadas.
Superada la canal llegamos a un punto que se conoce como la Raxuca...
...y un poco más allá vemos las primeras cabañas de Ondón.
Estamos a 1.328 metros de altitud, hasta no hace mucho tiempo estas cabañas y casas estuvieron habitadas, quedan los restos de construcciones circulares de piedra donde se guardaban las gallinas, los cerdos y el ganado. Quedan las fuentes y los abrevaderos...
El deterioro del lugar es más que evidente de año en año y da lástima ver como se pierde este patrimonio de la cultura rural.
Aunque aún queda ganado pastando en los prados con el fondo de unos de los macizos de Los Picos de Europa.
Y tal y como imaginábamos las predicciones se cumplieron y hubo que echar mano de chubasqueros y capotes y precipitadamente iniciar el camino de regreso...
...con pena, porque la satisfacción de haber llegado hasta aquí es grande y sentimos no poder seguir disfrutando un rato más de paraje tan singular.
Y las cabras se preguntaban: "¿para qué habrán subido hasta aquí esta panda de locos?...
...si es que están como cabras, ya verás como alguno  sienta el culo".
Hala,"p´abajo" que habrá que volver otro día para hacer la cima de El Cuetón.
Mecagüendiez, si ya solo nos faltaban poco más de trescientos metros de altitud.
Pero es que hay rutas que hay que dejarlas para volver otro día porque esta es de las que hay llevar completa en la mochila.
Cuando vuelva, ¿me acompañais?.