Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces", símbolo del sentido común, el coraje y la determinación, sabio ermitaño, leal con sus amigos, amante del buen tiempo y de los rayos del sol, y busco el equilibrio entre lo que yace bajo la tierra y lo que descansa sobre ella.

Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces",simbolo del sentido común,el coraje y la

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Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces",simbolo del sentido común,el coraje y la determinación, sabio ermitaño,leal con sus amigos, amante del buen tiempo y de los rayos del sol, y busco el equilibrio entre lo que yace bajo la tierra y lo que descansa sobre ella.

28/5/15

CAMPESINO,LABRADOR...

 Es uno más, pero son legión,
 aran, siembran,cosechan,
 todos bajo un mismo sol.

Nada esperan de promesas,
Sólo creen en su trabajo,
en su esfuerzo y en el azadón.

22/5/15

CUADERNOS DE LANZAROTE

“Que se privatice la Capilla Sixtina, que se privatice el Partenón, que se privatice el Pórtico de la Gloria de Santiago de Compostela, que se privatice la cordillera de los Andes, que se privatice todo, que se privatice el mar y el cielo, que se privatice el agua y el aire, que se privatice la justicia y la ley, que se privatice la nube que pasa, que se privatice el sueño, sobre todo si es diurno y con los ojos abiertos. Y, finalmente, para florón y remate de tanto privatizar, privatícense los Estados, entréguese de una vez por todas la explotación a empresas privadas mediante concurso internacional. Ahí se encuentra la salvación del mundo… Y, metidos en esto, que se privatice también a la puta que los parió a todos”.

 Cuadernos de Lanzarote 1993-1995).José Saramago

La foto está tomada en el jardín de la casa de Saramago en Lanzarote.

13/5/15

DEL VALLE DEL NANSA A CAMPOO

Intentaré,(no se si lo conseguiré), transmitir en esta entrada las sensaciones que sentí en la última ruta que hice entre el Valle del Nansa y el de Campoo.

La misma está considerada con el nivel de dificultad alto pues a los 30 kilómetros de distancia a recorrer hay que añadir unos desniveles de 1700 metros de subida y 1600 de bajada, vamos, lo que se suele decir un "rompepiernas".

Pronto dejamos atrás el pueblo de Salceda cuando los primeros rayos del sol escapan tímidos entre las nubes y la sombra cubre la nieve de las cumbres de las montañas.
Pequeños, tímidos, como escondidos entre los árboles que comienzan a vestirse de hojas, bajan los ríos, bien alimentados este año por el lento desnieve de las abundantes nevadas caídas durante el largo y duro invierno.
Los rebaños de vacas paulatinamente irán subiendo en busca de pastos más altos...
...y como un rebaño, pausadamente, con paso firme y dosificando las fuerzas, avanzamos hacia un objetivo que todavía se ve lejano.
Las nubes juguetean y evolucionan alrededor de las cimas más altas y tememos nos impidan al llegar disfrutar de los amplios paisajes que se disfrutan desde cotas tan elevadas.
El ascenso no es fácil, todas las precauciones son pocas para caminar por una gruesa, dura y resbaladiza capa de nieve...
...y aunque las nubes quieren envolvernos, los claros que se abren hacen que quede extasiado contemplando tanta grandeza desde los 1922 metros de altitud del Cuetu La Concilla, y no despeja lo suficiente para poder ver la linea horizontal de Mar Cantábrico.
Otra vez será.
Solo los buenos observadores se fijaran en como la nieve lenta, sin prisa, silenciosa se va convirtiendo en el agua que formará  pequeños arroyos de montaña que alimentarán el caudal de ríos cómo el Saja o el Nansa, y cada uno por una vertiente distinta se encontrarán en el mismo mar.
Bajamos de la cima y entramos de lleno en uno de los lugares con más magia y singularidad de los que nos podemos encontrar en Cantabria, lugar de pastoreo desde tiempos inmemoriales que ha sido declarado Bien de Interés Cultural, con categoría de Zona Arqueologíca. Estamos ante uno de los pocos monumentos megalíticos de la Cordillera Cantábrica.
 En esta pequeña planicie al aire libre, divisoria de los valles del Nansa y del Saja y, a una altura aproximada de 1.500 metros, en donde se agrupan los menhires, túmulos, círculos de piedras, estructuras circulares, lajas e hitos, sobre los que, en algún caso, aparecen muestras de arte rupestre en forma de grabados, sobresaliendo dos representaciones de antropomorfos sobre sendos ortostatos de arenisca.
Estos menhires hoy en día están tirados en el suelo y la sensación que da el lugar es de bastante abandono, pues aunque se cercaron en su día para mejorar su conservación, los de siempre se han encargado de derribar vallas y cercados.
¿Para qué subirán a las montañas estos descerebrados?.
Los cruces de caminos, con tanta variedad donde elegir representan un poco el camino de la vida, a veces resulta difícil elegir y nunca sabremos si hemos elegido el camino más acertado.
Y nos vamos acercando a Los Cantos de la Borrica, como veréis, aquí es singular hasta el nombre.

¿Alguna vez imaginasteis cantos rodados a estas alturas?.
Estamos sobre los 1500 metros de altitud y  alguna explicación hay que buscar al porqué de estas moles de piedra...
...que parecen caídas del cielo y de formas tan caprichosas.
Habrá que imaginar el caudal del río que arrastró estas piedras cuando estos pastos de alta montañaba eran parte de un gran glaciar.
Adosado a una de ellas, al resguardo de los vientos está construido el Refugio de Sejos, singular y acogedor, abierto todos los días del año para dar cobijo a pastores y caminantes.
Este es uno de los lugares elegidos para observar en el otoño el celo de los venados y su singular "berrea".
Era así mismo el lugar preferido de Emilio de Mier, abogado, político y gran persona, nacido en Sopeña,(Cabuerniga) y torrelaveguense de adopción.
 Gran amigo del también torrelaveguense director de cine,Manuel Guitierrez Aragón, a quién ayudó a buscar las localizaciones para la película "El corazón del bosque".
Una placa recuerda en el refugio la memoria de este hombre y todos los años se celebra una subida a Sejos en su recuerdo.

"Todos los caminos conducen a Sejos y cualquiera es bueno para volver".
¿Cómo sería el gigante que montó este "jitu"?.
¿Y cómo serían aquellos ríos que bajaban del glaciar?.
Más grande que este seguro pero aunque chico, bonito es bonito, y cantarín. Que bien suena el discurrir de las aguas...
...que bajan de estas montañas...
...y riegan las cada vez más escasas manchas de abedules blancos que se pueden encontrar por el camino.
Camino que nos va llevando hacia la niebla, las nubes amenazantes todo el día, casi al acabar la larga jornada hace que tengamos que sacar de la mochila los chubasqueros...
...y seguir caminando por encima de los neveros, con mucho cuidado de no dar un mal paso y resbalar hasta el fondo del valle.
Y hasta aquí las fotos, ya se ve al fondo el castillo de Argüeso y Soto de Campoo, donde nos espera el autobús. 
Hay que guardar la cámara pues no quiero que el "calabobos" me estropee las fotos de esta gran jornada, que sin serlo casi se puede considerar de alta montaña.

4/5/15

LANZAROTE

He descubierto que si algún día tengo que elegir otro lugar donde vivir que no sea Cantabria, no me importaría que ese lugar fuera Lanzarote.
Se hizo realidad, gracias a la generosidad de mis niñas un sueño que nunca pensé se viera cumplido y desde que lo he vivido pienso igual que Saramago cuando dice: "Lanzarote no es mi tierra pero es tierra mía".
No voy a hablar de aquellos lugares que todos conocemos en los catálogos de las agencias de viajes.
Prefiero hacerlo de esos otros que pasan más desapercibidos, pueblecitos de pescadores como La Santa con su puerto y su intenso trafico marítimo.
De las flores de los cactus y del cultivo de la cochinilla para teñir los tejidos con los colores de la isla.
Del taxista alemán que nos llevó a la playa de Las Conchas y nos contaba lo duro que ha sido el invierno.
Llovió tanto y con tanta fuerza durante media hora un día, que hizo que se hinchara la madera y no podían abrir puertas ni ventanas
Mejor huir de "aglomeraciones" y buscar pueblecitos vírgenes como Playa Quemada...
 ...y bajar hasta su playa de fina arena volcánica aunque sea renegando, como lo hizo mi santa que creyó que en vez de bajar  estaba subiendo a Tresviso.
Dejarse llevar por la estela plateada del mar cruzando desde Orzola a La Graciosa...
...y perder la mirada hacia Montaña Clara...
...en el Árchipielgo Chinijo, uno de los pocos lugares de Europa donde aún no llegó el asfalto que fue declarado Reserva Marina en 1995, Reserva de la Biosfera en 1992 y Parque Natural en 1984.

Degustar los vinos blancos, aromáticos y afrutados de La Geria, cultivadas sus vides con mimo.

"Con su escudo de arena, ni el sol las abraza, aunque las calienta; aunque las depura; ni el agua copiosa las roba, aunque las fertiliza"
Madrugar para entrar en el Volcán del Cuervo y rodear su perímetro de tres kilómetros y recrearse con la gama de colores ocres, grises verdes y ver como crece una tímida vegetación que cuidan con gran esmero rodeándola de piedras volcánicas para no ser pisoteadas.
Intentar ser amables con sus moradores, como este lagarto atlántico,una especie de lagarto gigante endémico de las Islas Canarias orientales, difícil fotografiar pues se mimetiza con la roca volcánica...
...y por encima de todo disfrutar de la amabilidad de un pueblo y unas gentes que se desviven en todo momento por hacer la estancia más agradable.
Y si, visitamos todo lo visitable, Los Jameos del Agua, La Cueva de Los Verdes, Timanfaya, El Golfo, las salinas Los Hervideros, La Costa Papagayo con sus playas y sus calas, La Fundación y la casa de Cesar Manrique, el Lago Verde...comí gofio, mojo verde y mojo picón, sancocho y bocinegro, pero si algo me impactó fue la visita a la Casa de Saramago de la que no contaré mucho para no desvelar secretos.
Allí, en uno de sus salones tomé esta foto.

"Don Quijote Derrotado que regresa de perder todas las batallas y sin embargo es, para siempre y en todo el mundo, el maestro que se invoca cuando se emprende una empresa osada."
.
Y me fotografié con el olivo de Azinhaga, me emocione como hace mucho que no me emocionaba, noté su presencia, acaricié la silla donde escribía, me senté en la piedra negra desde donde contemplaba el mar, escuché sus versos cantados en la voz flamenca de Esperanza Fernández...y muchas cosas más que no se pueden revelar, que dejé escritas en el libro de visitas.
A ti regreso, mar, al sabor fuerte
de la sal que el viento trae hasta mi boca,
a tu claridad, a esta suerte
que me fue dada de olvidar la muerte
aun sabiendo que la vida es poca.

A ti regreso, mar, cuerpo tendido,
a tu poder de paz y tempestad,
a tu clamor de dios encadenado,
de tierra femenina rodeado,
cautivo de la propia libertad.

A ti regreso, mar, como quien sabe
de esa tu lección sacar provecho.
Y antes de que la vida se me acabe,
en voluntad tornada, armaré el pecho.
 

SARAMAGO, José. "A ti regreso, Mar". Poema.