Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces", símbolo del sentido común, el coraje y la determinación, sabio ermitaño, leal con sus amigos, amante del buen tiempo y de los rayos del sol, y busco el equilibrio entre lo que yace bajo la tierra y lo que descansa sobre ella.

Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces",simbolo del sentido común,el coraje y la

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Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces",simbolo del sentido común,el coraje y la determinación, sabio ermitaño,leal con sus amigos, amante del buen tiempo y de los rayos del sol, y busco el equilibrio entre lo que yace bajo la tierra y lo que descansa sobre ella.

26/5/22

ORQUÍDEAS


 Hacen  prisionero a quien llama guerra a la guerra.

llaman a las guerras "operaciones especiales,

Y a las matanzas de niños "daños colaterales".

Ajenas a todo cuanto sucede a su alrededor...

las orquídeas siguen bailando.

13/5/22

ENVEJECER


 Cansado de esperar la llegada del meteorito,

tomó en su mano un canto rodado.

  Albergaba en su interior  la esperanza de que

si lo lanzaba con fuerza al charco que dejó la bajamar,

  el impacto haría de efecto mariposa ,

y la teoría del caos provocaría un tsunami,

 de tal magnitud, que una ola gigantesca

avanzaría hasta el interior de la tierra,

 extinguiendo todos los infiernos.


"Envejecer es aprender a perder. 

Asumir, todas o casi todas las semanas, un nuevo déficit, una nueva degradación, un nuevo deterioro.

Un día ya no puedes correr, ni caminar, ni inclinarte, ni agacharte, ni estirarte, ni encorvarte, ni darte la vuelta de un lado, ni del otro, ni hacia delante, ni hacia atrás, ni por la mañana, ni por la noche, ni nada de nada. Solo puedes conformarte, una y otra vez.

Perder la memoria, perder los referentes, perder las palabras. Perder el equilibrio, la vista, la noción del tiempo, perder el sueño, perder el oído, perder la chaveta.

Perder lo que te han dado, lo que te has ganado, lo que te merecías, aquello por lo que luchaste, lo que pensabas que nunca perderías.

Readaptarse.

Reorganizarse.

Apañárselas.

No darle importancia.

No tener ya nada que perder.

Al principio son nimiedades. Luego la cosa se acelera.

Pues una vez que empiezan, pierden sin remisión. A carretadas.

Pierden todo lo que puede perderse.

Y saben que, a pesar del esfuerzo- del combate diario que empieza cada vez de cero-, a pesar de la buena voluntad, no pierden nada por esperar."

El texto en rojo está sacado del último libro que he leído.

Las gratitudes. Delphine de Vigan.

Una lectura recomendable.