Pena y tristeza la del árbol de piedra, no da sombra y los pájaros no se posan en sus ramas ¡¡ si al menos, al pasar, alguien se fijara en él!!. Pero no, lo ignoran, apenas le ven, y soporta su tronco sin quejarse, el paso y el peso de miles de pies.
Me detengo a su lado, siento que quiere decirme algo y escucho. En un susurro al oído me pregunta si todos los árboles son tan desdichados como él.
Y le cuento que los hay que extienden, libres, sus ramas hacia el cielo...
Y le cuento que los hay que extienden, libres, sus ramas hacia el cielo...
....que en invierno cuando hace mucho frío, el musgo pone calcetines verdes en sus pies....
....y que arroyos de cantarinas aguas refrescan en verano sus raíces.
Y se queda contento porque le digo que volveré y que no lo haré solo, a partir de hoy muchos querrán saber donde te encuentras, y te vendrán a ver.
Pues creo haber adivinado donde se encuentra este precioso árbol pétreo. Lugar privilegiado, por cierto.
ResponderEliminarAbrazo, amigo.
Si hay dictadores que tienen un recuerdo en piedra ¿por que no un árbol?
ResponderEliminarComo el ser humano siga cometiendo tantas salvajadas contra la naturaleza, quizás ese sea el único árbol que podamos enseñar a los que nos sigan.
ResponderEliminarPreciosa entrada, me encantó lo de los calcetines de musgo. Estás hecho un poeta, paisanuco.
Besucos
Preciosos calcetines verdes!!!!!!
ResponderEliminarBellas, muy bellas palabras, tejón. Tomemos esta sombra pétrea como monumento, como dice Logio y no como último testigo, como dice Anjanuca.
ResponderEliminarAbrazos
Preciosa entrada amigo,
ResponderEliminarUn árbol horizontal, nunca lo había visto,claro que cada día vemos cosas increibles...Por aquí de momento los árboles son verticales...
Besicos.
Un arbol de piedra...mmmmm, igual sufre de un encanto mágico.
ResponderEliminarMe ha encantado Tejon.
Un abrazo
La verdad que el que tuvo la idea le quedo un poco asi,lo pisotearan y no se merece un recuerdo al arbol que nuestros zapatos pisoteen su imagen grabada en piedra.
ResponderEliminarPobre arbol,si sintiera creo que se encontraria mal tirado en el suelo sin poder ergirse a saborear los rayos del sol.
Muy bonita la entrada Jesus,un abrazo
Gran sutileza con los calcetines verdes. No lo conocía pero si el arbol.es para que lo admiremos y del sol nos cobije con su ramaje.
ResponderEliminarSaludos
Chus, eres duro, duro...más duro que un roble, con corazón aterciopelado y mente ágil como la laguneja.
ResponderEliminarMostrando un cálido corazón con esta tierna entrada.
ResponderEliminarUn abrazo
Cristina
Muy bueno lo de los calcetines verdes,y por cierto,¿donde esta?.
ResponderEliminarUn abrazo
Un arbol a nuestros pies resistiendo nuestras pisadas sin darnos cuenta de su existencia, porque caminamos sin ver y no vemos por donde vamos. Una llamada pétrea a conservar lo que embellece nuestra vida y da vida a nuestros bosques y a nuestra propia existencia. Una advertencia a nuestro caminar indiferente pensando sólo en nosotros mismos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ciertamente está en un lugar privilegiado,Fermín.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues tienes razón Logio.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sería muy triste, Anjanuca, dejar ese legado a nuestras generaciones venideras.
ResponderEliminarUn besuco.
Gracias José Antonio.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Xibeliuss, por pasarte y por tu comentario.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegro,cabopá, que por ahí sigan los árboles verticales y no haya taladores.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegra mucho ver tu comentario, Arena.
ResponderEliminarUn abrazo, grande.
Está en un lugar demasiado transitado, sobre todo en verano, José Manuel, y si, ha de soportar bastantes pisotones y muchos pasan sin notar su presencia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Estan todos los árboles con calcetines con el frio que hace.
ResponderEliminarUn abrazo, José.
Ultimamente no estoy tan ágil, ando un poco entumecido con el frio y sin salir a andar.
ResponderEliminarEl gallo de la iglesia si está haciendo de veleta tambien estará pasando buen frio.
Gracias Cris.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bueno,Fosi, ya que lo preguntas voy a decir donde está, Fermín no se atrevio a decirlo.Es en el parque de Mataleñas, cerca del mar y de la playa de Los Molinucos, desde donde se pueden ver las playas de El Sardinero, la peninsula de La Magdalena, La Isla de Mouro... un lugar verdaderamente bonito.
ResponderEliminarUn saludo.
Me encantó tu comentario, Lito.
ResponderEliminarUn abrazo.
TEJON QUE TERNURA DE ESCRITO¡¡¡
ResponderEliminarCUAL SERÁ LA FUNCIÓN DE UN ÁRBOL DE PIEDRA? QUIZÁS LA DE SER CONCIENCIA QUE RECLAMA, POR EL FUTURO DE LOS BOSQUES?
MUY HERMOSO ESCRITO QUERIDO TEJON, DEJO MI SALUDO
Gracias,abuela, un placer verla por aquí.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que lindo retrato haces de los bellos árboles, sin duda, el árbol de piedra se sentirá reconfortado.
ResponderEliminarUn abrazo
Yo no sé dónde se encuentra, Tejón, pero es, francamente hermoso, al igual que tus palabras, has escrito otra poesía... Abrazos ;-)
ResponderEliminarlosárboles son muy agradecidos, MIMOSA.
ResponderEliminarGracias y un abrazo.
Gracias, Carzum, si algún día vienes con Carlos por Santander os lo enseñare.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola tiuco:
ResponderEliminarYa se me hacia triste no leerte,te estas convirtiendo en todo un poeta,bien se yo que tus navidades no ha sido las ideales,pero si las tienes que tener a orgullo,pues que mas puede desear un padre que recoger todo lo que ha sembrado en el amor de sus hijos.Segun pasa el tiempo me voy dando ccuenta de que la vida al fin y al cabo es como un jardin,todo depende de los cuidados que en el se hagan,asi seran los resultados;yo solo espero ser arbol viejo,al que alguien ponga sus calcetines.un besote
Gracias, sobrina, veo que te gustó y me alegro.
ResponderEliminarUn besuco.
A ver si mejora un poco el tiempo y se nos cumple, Tejón... Abrazos ;-)
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