Nos espera un largo camino, antes de empezar a andar y mirando hacia atrás ya da miedo pensar en la vuelta, sabiendo que se va a hacer por las crestas que se ven a nuestras espaldas.
Los seguidores de este blog me han acompañado en mis subidas a Tresviso por Urdon y por el canal. Esta vez hemos escogido una ruta nueva y de mayor dificultad, saliendo de San Esteban de Cuñaba, el bonito pueblin asturiano del que os hable en la entrada anterior.
Comienza la subida y a nuestra izquierda bajan saltando de peña en peña las aguas cristalinas de un río.
Sale a nuestro encuentro esta encina, debe ser tan anciana como el castaño de La Riega que dejamos en el pueblo.
El día es claro y luce un cielo despejado, hay poca sombra en el camino y pronto estorba la ropa, en verano con el calor esta ruta debe ser bastante más costosa y dura.
El día es claro y luce un cielo despejado, hay poca sombra en el camino y pronto estorba la ropa, en verano con el calor esta ruta debe ser bastante más costosa y dura.
Es primavera y quedan neveros como este donde se puede observar la fuerza del agua que con el desnieve arrastra hasta el barranco arboles y piedras y todo lo que encuentra en su camino. Se aprecia el salto en cascada donde nace el río, aunque ahora apenas lleva caudal.
Hemos llegado al collado La Galavin y paramos para reponer fuerzas, el ritmo del ascenso es bastante fuerte, estamos a 1038 metros de altitud, llevamos andando dos horas y veinte minutos.
Retomamos la marcha, dejamos atrás cabañas y pastizales, nos espera un tramo con bastante pendiente.
Compensa la dificultad del ascenso las vistas que nos esperan. Desde aquí se ven los pueblos de Oceño y Arena de Cabrales y al otro lado de las montañas está el mar Cantábrico y el pueblo marinero de Llanes
A nuestras espaldas imponentes Los Picos de Europa y perdido entre las nubes el mítico Naranjo de Bulnes.
Estamos a 1358 metros de altitud y tenemos que descender hasta los Cuetos de Galameria pasando por los invernales que se ven al final de una vertiginosa pendiente.
Hemos llegado al collado La Galavin y paramos para reponer fuerzas, el ritmo del ascenso es bastante fuerte, estamos a 1038 metros de altitud, llevamos andando dos horas y veinte minutos.
Retomamos la marcha, dejamos atrás cabañas y pastizales, nos espera un tramo con bastante pendiente.
Compensa la dificultad del ascenso las vistas que nos esperan. Desde aquí se ven los pueblos de Oceño y Arena de Cabrales y al otro lado de las montañas está el mar Cantábrico y el pueblo marinero de Llanes
A nuestras espaldas imponentes Los Picos de Europa y perdido entre las nubes el mítico Naranjo de Bulnes.
Estamos a 1358 metros de altitud y tenemos que descender hasta los Cuetos de Galameria pasando por los invernales que se ven al final de una vertiginosa pendiente.
Una vez abajo ya se ve la carretera que une Sotres, ( Asturias ) con Tresviso, (Cantabria )
Hemos llegado, antes lo han hecho otros senderistas que han subido por Urdón y se refrescan a la entrada de la taberna, propiamente hacemos lo mismo y nos tomamos unas cervecitas antes de pasar a comer.
Sale queso, cecina, jamón, chorizo frito, corre el vino....
...y el remate son estas raciones de cabrito asado, después vendrán los cafés y el orujo, hay que recuperar las energías perdidas y comenzar el duro descenso.
Parece que se quieren echarnos encima las nubes y si llueve la bajada es peligrosa.
Aurelio se olvida el móvil en la taberna y tiene que darse una fenomenal carrera de nuevo hasta el pueblo a buscarlo.José Luis, Jesús y yo le esperamos y Manuel, Luis y Sidoro continúan y nos sacan distancia.
Estamos llegando a la "Pasá del Picayo" el punto de mayor dificultad de la ruta, no apto para personas con vértigo.
Un paso en falso y bajas directo hasta el Desfiladero de La Hermida que se ve en el fondo de la foto.
Mirando hasta donde alcanza la vista, al fondo de la fotografía, se distingue el Pico Tres Mares, en la comarca de El Alto Campoo, entre Cantabria y Palencia. Se llama así pues en este emblemático pico nacen tres ríos. El río Nansa que desemboca en el Cantábrico, el río Pisuerga, afluente del río Duero que va al Atlántico y el río Hijar que es afluente del río Ebro y que entrega sus aguas en el Mediterraneo.
Menos mal que las nubes que amenazaban con lluvia han quedado frenadas tras las montañas, este descenso que ya por si solo es bastante peligroso, con el suelo mojado es mucho peor, una montañera palentina de 52 años perdió la vida el año pasado haciendo esta ruta.
No es de cobardes agarrarse a los cables.
Hemos llegado, antes lo han hecho otros senderistas que han subido por Urdón y se refrescan a la entrada de la taberna, propiamente hacemos lo mismo y nos tomamos unas cervecitas antes de pasar a comer.
Sale queso, cecina, jamón, chorizo frito, corre el vino....
...y el remate son estas raciones de cabrito asado, después vendrán los cafés y el orujo, hay que recuperar las energías perdidas y comenzar el duro descenso.
Parece que se quieren echarnos encima las nubes y si llueve la bajada es peligrosa.
Aurelio se olvida el móvil en la taberna y tiene que darse una fenomenal carrera de nuevo hasta el pueblo a buscarlo.José Luis, Jesús y yo le esperamos y Manuel, Luis y Sidoro continúan y nos sacan distancia.
Estamos llegando a la "Pasá del Picayo" el punto de mayor dificultad de la ruta, no apto para personas con vértigo.
Un paso en falso y bajas directo hasta el Desfiladero de La Hermida que se ve en el fondo de la foto.
Mirando hasta donde alcanza la vista, al fondo de la fotografía, se distingue el Pico Tres Mares, en la comarca de El Alto Campoo, entre Cantabria y Palencia. Se llama así pues en este emblemático pico nacen tres ríos. El río Nansa que desemboca en el Cantábrico, el río Pisuerga, afluente del río Duero que va al Atlántico y el río Hijar que es afluente del río Ebro y que entrega sus aguas en el Mediterraneo.
Menos mal que las nubes que amenazaban con lluvia han quedado frenadas tras las montañas, este descenso que ya por si solo es bastante peligroso, con el suelo mojado es mucho peor, una montañera palentina de 52 años perdió la vida el año pasado haciendo esta ruta.
No es de cobardes agarrarse a los cables.
José Luis pendiente más abajo en actitud vigilante.
Aunque haya que bajar con los cinco sentidos mirando donde se pisa, no se puede pasar por estos parajes sin mirar los colores y los caprichos que tiene la naturaleza. Es un ejemplo de supervivencia esta encina en lo alto y escarpado de la roca desafiando a la ley de la gravedad.
Y si llamativa es la encina en las alturas, a ras de suelo nos atraen nuestra atención, estas campanillas con esos colores tan vivos.
Ya estamos casi llegando, miramos hacia atrás y nos parece imposible que hayamos bajado por esa canal donde no se adivina ningún camino.
Antes de llegar al pueblo donde ya las chimeneas están ahumando, hemos de cruzar por una zona de abedules, un árbol muy bonito y cada vez más escaso.
Y si llamativa es la encina en las alturas, a ras de suelo nos atraen nuestra atención, estas campanillas con esos colores tan vivos.
Ya estamos casi llegando, miramos hacia atrás y nos parece imposible que hayamos bajado por esa canal donde no se adivina ningún camino.
Antes de llegar al pueblo donde ya las chimeneas están ahumando, hemos de cruzar por una zona de abedules, un árbol muy bonito y cada vez más escaso.
Meter los pies cansados y doloridos debajo del chorro de agua fría de la fuente es una buena forma de acabar esta ruta, se agradece más que un yacuzzi en un balneario.
Sin contar el tiempo que hemos estado parados y comiendo, hemos andado 20 Kms en 6 horas. Para una ruta de esta dificultad creo que no está mal la media que hemos hecho.
Espero que se os hubieran pasado los efectos vaporosos de las cervezas al llegar a la Pasá del Picayo. Más que nada para que no vierais doble el cable y os agarrarais al de mentira.
ResponderEliminarEspectacular ruta. Un saludo
¡Están ustedes locos! ¡Que maravilla! Tengo más exclamaciones para poner, de las que me iban surgiendo a medida que leía y miraba, pero lo dejo en dos. ¡Que envidia! Si no lo digo, reviento.
ResponderEliminarUn abrazo.
Precioso y Espectacular. Me pasa como a Fermin: llevo un tiempo sin salir y los pies se me hacen huéspedes.
ResponderEliminarY la media, nada mal, no señor
Un abrazo
¡Menuda ruta!,tiene de todo,paisaje espectacular,riesgo y gastronomia,¿que mas se puede pedir?,conozco algo la zona pero no esa ruta en concreto asi que con su permiso,me la apunto y me pasare por aqui de vez en cuando.
ResponderEliminarUn placer,saludos.
Agotadita he llegado al final de esta entrada.
ResponderEliminarYo hice la ruta cuando era jovencita (e inconsciente ahora que lo pienso) pero desde el lado cántabro. El paisaje es impresionante.
Besucos.
Esta excursión ha sido de vértigo.Preciosa!!
ResponderEliminarY ese plato de comida...madre de dios!! y la cecina aaaay, ay , ay.
Un abrazo Tejón
Los efectos de las cervezas se pasaron en cuanto empezamos de nuevo a caminar Alto Sil, en sitios así hay que andarcon los cinco sentidos.
ResponderEliminarUn saludo.
Que si Fermín, que un poco locos si estamos, pero eso no se piensa hasta que no ves por donde hemos pasado.
a Tresviso se puede subir en coche así que si tienes ocasión no la desperdicies, merece la pena.
Un abrazo.
Xibeliuss, hay que andar algo que si no se oxidan las bisagras.
Un abrazo.
Fosi, bienvenido y gracias por la visita. Te digo como a Fermín, una escapadita y a comer cabrito a Tresviso.
Un saludo.
Tomate un respiro Anjanuca,seguro que si te pones ahora tambien la haces, no te hagas la mayor.
Besucos.
Se te abrio el apetito con las fotos Arena, jajaja, tomate lo que quieras.
Un abrazo.
Este blog es un intermedio entre los programas de "España en la mochila"y "El hombre y la tierra". Bueno, bueno, en verdad. Si tuviese que felicitarte como en los cumpleaños con tiron de orejas, la superficie de Cantabria quedaba sustituidas por ellas. Eres un fenómeno, fuerte y bravo; edulcorado con la suficiente sensibilidad para que el entorno no te sea indiferente. Como los hombres de verdad.
ResponderEliminarEhhhhh..., pero vaya caritillo entre pecho y espalda ¿eh?, coño, a eso me apunto.
Vaya reportaje, Tejón!!! una pasada de fotos, un recorrido alucinante, una comida estupenda...con esta ruta y esta entrada te has "superado" amigo.
ResponderEliminarUn abrazo y sigue disfrutando tanto -y nosotros que lo veamos jeje-
Tiene pinta de ser un ruta preciosa, tomo nota, para hacerla nada más que vuelva al norte. Y las fotos del pueblín, que bonito!!!
ResponderEliminarYo de mayor acabaré cogiendo una docena de cabras y marcharme a un sitio de esos a VIVIR!!
Un saludo y enhorabuena por el blog.
Gracias por el comentario Isabel, ya sabes que yo disfruto compartiendo con todos mis rutas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Aarón, ya me pasé detenidamente por tu blog y me ha gustado mucho, te seguiré, gracias por tu visita.
Un saludo.
Holita...
ResponderEliminarAgradezco tus palabras en casa y vengo a curiosear y darte un saludo de buen fin de semana.
Precioso !!
Feliz día de las mamas.