Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces", símbolo del sentido común, el coraje y la determinación, sabio ermitaño, leal con sus amigos, amante del buen tiempo y de los rayos del sol, y busco el equilibrio entre lo que yace bajo la tierra y lo que descansa sobre ella.

Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces",simbolo del sentido común,el coraje y la

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Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces",simbolo del sentido común,el coraje y la determinación, sabio ermitaño,leal con sus amigos, amante del buen tiempo y de los rayos del sol, y busco el equilibrio entre lo que yace bajo la tierra y lo que descansa sobre ella.

30/1/13

SAJA-TUDANCA

La XI etapa "Luchando por la Vida" partió del Puerto de Palombera en el corazón de la Reseva Nacional del Saja en dirección a Tudanca, ( Tablanca en la novela Peñas Arriba de José María de Pereda.) pasando por los pastos de Sejos y "los Cantos de la Borrica", haciendo cima en el "Cuetu de la Concilla" (1923 metros de altitud) y salvando 1272 metros de desnivel positivo y 1452 de desnivel negativo y más de 25 kms de distancia, una marcha de las consideradas duras, nivel de dificultad: ****

El tiempo era bueno al inicio de la etapa pero pronto nos encontramos con la nieve en el interior del hayedo y ya nos acompañó y estuvo presente durante casi todo el recorrido.
Las formaciones rocosas que se encuentran al otro lado del río que sonoro discurre por el barranco, son de una singularidad y belleza que a nadie dejan indiferentes, tal parecen las rocas fichas de un rompe cabezas manteniéndose milagrosamente en equilibrio, y son conocidas como "Los molinillos del diablo".
Vamos subiendo a buen ritmo y el espesor de la nieve es más grande cada paso que damos.
Aunque no lo creáis el frío no hace todavía mella, no llueve, no hace viento y hacemos votos para que transcurra así toda la etapa.
Cruzamos el río Infierno que poco a poco en su discurrir canal abajo va aumentando su caudal, es un espectáculo ver nacer y crecer estos ríos en las montañas, a mi esta foto me parece una de las más bellas que saqué este día.
En el refugio de Sejos, rodeados de unos bloques de piedra formados por un amasijo de cantos de río de origen glaciar, retomamos fuerzas para atacar la subida al Cuetu de la Concilla.
Engaña, la cima parece estar más cerca pero se aleja a medida que avanzamos, la pendiente es considerable y el ritmo se hace cada vez más lento.
Ahí, en ese cercado, tapados por la nieve se encuentran unos menhires y restos megalíticos con unas extrañas inscripciones que tienen entretenidos a los investigadores tratando de averigüar su milenario pasado.

A partir de aquí me siento protagonista, dentro de la novela "Peñas Arriba" que tan bién supo narrar el escritor.
"Se remontaba a lo más alto de cuanto había oído y
leído sobre aquella empingorotada región de la cordillera cantábrica, y era de ver cómo se
las había, primeramente, con los celtas, nuestros supuestos progenitores, y se descolgaba
enseguida de allí para enzarzarse mano a mano y como quien ventila y justiprecia
ordinarios y corrientes asuntos de familia, con aquellas tribus montaraces, con aquel
cántabro feroz que pasó los Alpes y luchó con Aníbal contra Roma y derrotó a Escipión en
el Tesino. Después hablaba de Augusto y sus legiones, venidos a Cantabria expresamente
para someternos al yugo romano; de que tal era nuestro empuje, tal «nuestro» valor y tal
«nuestro» apego a la independencia, que el César había necesitado seis años para triunfar
en un empeño que le había parecido obra de pocos días; de los horrores de esta guerra
bárbara entre inaccesibles peñascales y profundos y sombríos barrancos, donde rugían las
aguas tintas en la sangre de «los nuestros» y de los aguerridos legionarios."
"Nos hallábamos entonces al pie de una altísima sierra que se desenvolvía, a diestro y a
siniestro, en interminable anfiteatro.
-¿Por dónde tomamos ahora -pregunté a Chisco-, y adónde iremos a salir?
-¿Vey usté -respondióme levantando y extendiendo el brazo y apuntando con la navaja
abierta mientras mascaba los primeros bocados de pan y queso-; vey usté, enfrenti de nos,
ayá-rriba, ayá-rriba de tou, una coyá (collada) entre dos cuetus... vamos, al acabar de esta
primera sierra?
-Sí la veo -contesté.
-Pos güenu: ¿vey usté tamién, por entre los dos cuetus de la coyá, otra lomba (loma) más
alta, que cierra tou el boqueti?
-La veo.
-Pos por ayí hemos de pasar.
-¿Por entre los dos cuetos?
-Por encima de la lomba que va del unu al otru.
-¿Por encima de aquella última?
-Por encima de la mesma.
-¡Pero, hombre -dije estremeciéndome-, si sobre aquella loma no se ve más que el cielo!
-Pos crea usté -me replicó el espolique con gran prosopopeya-, que, así y con tou, hay
mucha tierra que pisar al otru lau."
"Más de una hora tardamos en atravesar el Puerto, que mide, por aquella línea, cerca de
dos leguas. Al fin de esta jornada fastidiosa, nueva sorpresa para mí, nuevo espectáculo,
nuevas ideas y nuevas impresiones. Un despeñadero al frente, otro a la derecha, otro a la
izquierda... ¿Por cuál de ellos tomaría Chisco...? Por el peor, por el primero, por el único
que, aunque mala, tenía salida visible. Esta salida era la resultante de algo así como
desmoronamiento de una colosal muralla construida por titanes para escalar nuevamente
el cielo. Por uno de los intersticios de aquella escombrera de montes dislocados, musgosos
unos y a medio revestir de avellanales, árgomas y acebuches otros, alguno de ellos bien
poblado de hayas robustas o de esbeltos «mostajos»"
"Allí concebí al cántabro de sus himnos en toda su bárbara
grandeza, hasta vestido de pieles y bebiendo sangre de caballo; y aun llegué a verle: le vi,
sí, resucitado en carne y hueso, en la carne y en los huesos de mi propio espolique. Aquel
cuerpo fornido e incansable; aquellas guedejas estoposas, aquel palo pinto, que en su
diestra remedaba un venablo; aquel paraguas azul que, bajo su brazo izquierdo, podía
tomarse por un haz de flechas envenenadas; aquella mandíbula saliente; aquel mirar
poderoso e imperturbable; aquella faz montuna y atezada... ¡oh! escarbando un poco en
todo aquello, no había duda, resultaba el cántabro primitivo. Comprendí entonces su
resistencia de seis años contra las invencibles legiones de Augusto; y las legiones enteras
despedazadas en el fondo de los desfiladeros, o rodando por las agrias laderas, aplastadas
por los peñascos desgajados de las cumbres; el sentimiento exaltado de su salvaje
independencia; la muerte en cruz antes que el yugo del conquistador... todo, todo lo
comprendí y todo lo sentí, lo mismo que lo había comprendido y sentido mi padre, menos
que pudiera vivir entre tales vericuetos y tan esquivas soledades, un hombre de mi
educación, de mis sentimientos y de mis hábitos."
Hicimos cumbre y nos repusimos de la empinada cuesta y cuando comenzamos el descenso se desataron todos los elementos, nieve, granizo y agua a medida que íbamos bajando y un viento racheado y continuamente de cara hizo que llegáramos a Tudanca tras más de ocho horas caminando, calados hasta los mismísimos huesos. ¡¡¡¡Aaaaaaaaachisssssss!!!!

24 comentarios:

  1. Es que te marcas unas rutas amigo Tejón que son la envidia de cualquiera, a todos nos dejas con los dientes largos, jejejje.
    Conozco los Molinillos del Diablo ya que estuve enfrente de ellos con alguien muy conocido por todos nosotros y me gustaron (tengo que volver a ese rincón) que seguramente es desde donde has echo tu esa foto, en fin; como todos los tuyos, un magnifico reportaje, un abrazo paisano.

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  2. Que Vivencia mas maravillosa has tenido, te envidio sanamente esa Aventura. Quien la pudiera hacer.

    Y en cuanto al Reportaje Fotográfico, Muy Bueno. Al menos lo he visto desde casa.

    Saludos, manolo

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  3. · Fantástica marcha. Ya me hubiera gustado... Veo que habéis entrado por el Puente del Pozo del Amo, a la 'pudinga' (Molinucos del Diablo) y a los altos de Sejos. Uff, comí allí de pie, en medio de la nieve, una fabada asturiana... En fin, una gran marcha... sin raquetas... y yo 5 horas con ellas... esta vez no me das envidia.
    · Las fotos, una maravilla. Si es que lo bordas...

    · un abrazo.

    · CR · & · LMA ·


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  4. Sois unos cántabros duros, ocho horas caminando por esos riscos y con ese tiempo. Las fotos son de indudable belleza y muy bien la meción a Pereda.
    Una entrada de gran nivel.
    Un abrazo.

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  5. Sois un grupo de VALIENTES, porque si ya debe ser complicado esa subida, con la nieve y el frío se debe hacer mucho, muchísimo mas pesada...

    Fascinante las fotos. La tercera es preciosa!!!

    Saludos ;)

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  6. Todos los elogios son pocos para ese grupo de senderistas que no os amilanáis ante nada. Maravillosos los paisajes que nos muestras en las fotos y muy interesante el texto de Pereda. Enhorabuena .
    Saludos

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  7. Tejón explicas tan bien las rutas que leyendo y mirando las imágenes me afloran todos los estados en los que yo me podría encontrar haciendo la marcha... frío, cansancio... todo.
    Extraordinarias fotos. Como me gustan!!! algunas las conocía, me las enseñó un amigo común. Entre otras 'Los molinillos del diablo' o 'molinucos'.

    Gracias por hacerme vivir rutas imposibles.

    Abrazos

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  8. Esperaba tu entrada, este domingo en el Cuera (donde por cierto tu vas pronto) se nos desataron también todos los elementos en la subida al picu y desde allí hasta Carreña viento, lluvia y granizo, como vosotros llegamos calados y bien.

    Como me presta ver este reportaje, sigo toda tu serie de esta preciosa iniciativa, la ruta es preciosa, larga y dura (como a mi me gustan, jajaja), preciosa las fotos Jesús.

    Bueno que te mejores, achissssssssss. Saludos.

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  9. Una entrada redonda, Tejón (la ruta lo merece: jo, si es dura de por sí con la nieve es ya para machacar)
    No conocía el libro de Pereda, pero también tiene una pinta estupenda. Intentaré hacerme con él.
    Las fotos son una maravilla. Aparte de la belleza del paisaje, retratan el esfuerzo. Un pequeño "pero": me dan la impresión que están un poco subexpuestas, eso es porque la nieve engaña a los fotometros. Si la cámara te lo permite, en estas condiciones prueba a subirle la exposición casi un punto.

    Un abrazo, amigo

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  10. Me gusta mucho esa fusión de rutas, caminatas, paisajes y textos de grandes escritores que le van al pelo.
    Me encantaría que algún día nos muestres esos asentamientos o castros de nuestros antepasados celtas-cántabros.
    Si lo haces (que seguro que en algún lugar de tu blog los muestras...), te prometo que en un plazo no muy largo (y si mi cuerpo aguanta) te dedique "la ciudad madre" o "la capital" de los Cántabros: Peña Amaya... jeje.
    Un abrazo,

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  11. Hay que estar muy acostumbrado a
    andar por la nieve para hacer esta ruta.....ya verás lo acostumbrada que puedo estar yo......si por aquí nunca cae un copo de nieve!

    Aparte de la foto que dices que te parece la más bellas y algunas más que le siguen en belleza.

    Besos.

    http://ventanadefoto.blogspot.com.es/

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  12. Gran trabajo, Tejón, durante la ruta y después de ella.
    En la ruta, por afrontar tan duras condiciones, y en esta entrada, por ese excelente despliegue de fotografías y textos.
    Todo un disfrute.
    Un abrazo.

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  13. Hace bien poco estuve alli y tambien con raquetas y no de las de jugar al tenis, que bien me los pase, muchisímas gracias por este reportaje, es una suerte tener este reportero con lo que fastidia hacer fotos con tanto frio, Felicidades Jesus.
    UN SALUDO

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  14. Qué bonitos siempre los Molinucos, la ruta con nieve es demasiado dura para mí, pero qué fotos tan estupendas.

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  15. Yo desconozco todos esas bellezas, pero hago el recorrido, que relatas magistralmente, y lo vivo en la ruta de las ocho horas entre granizo y nieve a través de la Sierra, un fuerte abrazo

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  16. Ahí si que hay nieve tejón!!
    Que maravilla de fotos, cuando se sube tan arriba parece que tocamos el cielo.
    De todas me quedo con la 11...el sol iluminando tanta belleza.
    Nosotros subinos aquí a la nieve, este año, hay muy poca:((
    Un beso.

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  17. Pues sí que había nieve, sí. Algunas de las fotografía me hacen pensar en subidas al monte Everest y retos al "filo de lo imposible" y es que sois unos avnetureros empedernidos. Y pensar que yo me quedo en casa atemorizada en el brasero en cuanto caen cuatro copos en la calle...
    Un saludo

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  18. Você e seus amigos são insuperáveis!!! Impressionante caminhada, dura, persistente... um frio temeroso, mas uma amizade silenciosamente calorosa.

    Belíssima entrada!
    Beijos e flores.

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  19. Déjame que te diga tan sólo ocho palabras ¡hasta las narices me tienes con estas excursiones! ¡Qué envidia por dos motivos, El primero, el paisaje, la marcha por la montaña (cántabra en este caso pero cualquiera vale) aunque ocho horas muchas horas son; tuvisteis que acabar baldaítos. El segundo porque estas excursiones permiten hacer estas fotos y ¡ME DAS ENVIDIA MALSANA!
    Espléndido reportaje.

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  20. Uf, hoy no podría yo tanto...
    Entrando por las puertas que tus magníficas fotos son, más que ventanas, paseo como Sampedro volaba.
    Gracias una y mil veces más

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  21. Da gusto lo bien que aprovechas las rutas cercanas. Yo, por mi parte, estoy atado por la nieve, pues los críos se agotan y terminan por acabar en mis hombros.

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  22. Envidia me das,majo.Solo he pisado un día nieve en lo que va de año y por una cosa y la otra no salgo todo lo que quisiera pero leer entradas como esta me anima la tarde.
    Voy a hacer como Xibeliuss y buscare ese libro.
    Un abrazo.

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  23. Preciosa entrada, habeis pasado de todo, pero en mi tierra se dice palos con gusto no pican, jajjajaj en broma si te gusta y puedas, sigue asi pobre ver esas fotografias tan llenas de belleza, ilusion y fuerza.
    Con respecto a mi entrada, y mi travesura, guay, y mi gatito pobrecito, no es cumpable de que google haga tonterias, a mi me ocurre con otros blogs, pero resistireeeeeeeeee. un abrazo

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  24. Muy bonito el reportaje fotografico. Pero da frio de veros..jajja
    Un saludo

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