Demasiado tiempo sin pasar por los Collados del Asón.
Ya tocaba volver a entrar en sus hayedos como si fuera la primera vez.
Mis ojos no dan a basto al contemplar tanta belleza y siempre encuentro rincones nuevos.
Subí a Peña Lusa y en el camino encontré el ciclo de la vida, un haya joven naciendo en el cuerpo muerto, de un haya viejo.
Un instante mágico, reparador, de esos que curan todo, el alma, el corazón y los pulmones.
No hay cansancio, aunque la pendiente sea dura el esfuerzo por llegar a la cima queda compensado por el camino.
Podría poner cien fotos de la flora, la fauna y todo lo que esconden éstos hayedos envueltos en la niebla, pero ésta creo que lo resume todo.
"Busca la belleza. Es lo único que merece la pena en éste asqueroso mundo".
Así se despedía siempre el gran Ramón Trecet en su programa de Radio 3.
Si pincháis en el enlace oiréis la música que sonaba en mi cabeza mientras pisaba el mullido suelo de hojas dentro del hayedo.
Con el Grupo de Montaña ORZA
Ahora comprendo por qué sintonizaste con mi entrada ( te acabo de ver allí, aunque creo recordar verte alguna vez en el blog de nuestro querido amigo el Dr. KRAPP ; ) me he dado una vuelta no solo por esta preciosa entrada que he visto mientras escuchaba esta especie de mágico himno con aires gaélicos o eso me ha parecido a mi, preciosa la imagen del haya, mágico el simbolismo que le das a ese haya pequeñito que crece dentro del haya viejo en este precioso hayedo Cántabro, aquí en Galicia tenemos muchas preciosidades semejantes ... te decía que comprendo tu sintonía, porque además he visto de reojo tu visita increíble visita al pueblo saharaui, a tu hijo... tú eres uno de los afortunados que aun cree en la utopía y la pones en práctica ¡ enhorabuena por eso y por todo esto!
ResponderEliminarUn placer y muchas gracias !!
Es una imagen tan poética, tan bella que las palabras no llegan para describirla. Hace falta sentirla y la siento como tú, con esa belleza del círculo de la vida y la muerte, siempre renovándose, siempre vivas y más aún si es con esa música que fue cada día la sintonía de despedida del programa de Ramón Trecet, ese gran programa donde descubrimos a Paul Winter, a Michael Nyman, y a tantos otros que fueron compañeros diarios de mis tardes juveniles. Una maravilla, Tejón. Abrazo grandísimo.
ResponderEliminarLa naturaleza en ocasiones nos da imágenes tan bellas como la que vemos en tu foto, solo hay que encontrar o saber ver como lo hiciste en esta ocasión.
ResponderEliminarSaludos.
Querido amigo me alegra ver que disfrutaste de un precioso lugar. La foto espectacular. Besos.
ResponderEliminarEn cada rincón de este lugar, se esconde un bello paisaje y eso anima mucho a visitarlo. Por muchas veces que se visite, nunca te puedes cansar, de contemplar tanta belleza.
ResponderEliminarBesos.
Una imagen vale más que mil palabras. Con la foto queda todo dicho para saber lo que se debe sentir al contemplar tanta belleza en este paisaje mágico.Precioso el tema musical que te acompañaba en tus andanzas
ResponderEliminarSaludos
Preciosíssima fotografia! O bastante!
ResponderEliminarObrigada pela postagem!
Um beijo
Cuanto bien nos hace el contacto con la naturaleza. Y como bien dices no damos a basto para abarcarlo todo, siempre se descubre algo nuevo. Bellísina entrada.
ResponderEliminarBuen domingo Tejón.
Un abrazo.
Cuanta belleza nos muestras siempre. Y lo describes sutilmente. de manera tal real, que puedo sentirlo cerca.
ResponderEliminarMil gracias.
Entiendo lo que sientes, el sentimiento de ver como de la muerte surge la vida. La música es muy apropiada con lo que nos cuentas. Un saludo.
ResponderEliminar