Mi maltrecha espalda y mis costillas necesitaban notar sobre ellas el peso de la mochila.
El Castro Valnera llevaba mucho tiempo esperándome.
Unos pocos kilómetros por carreteras con desniveles de vértigo, antes de entrar en un hayedo que me recibió vestido con sus mejores galas otoñales.
Costó salir del bosque, más, hay que seguir caminando y antes de abandonar las sombras, me despedí de todos los árboles que ya cuento como amigos.
Un cielo limpio, acoge un sol que deslumbra la mirada, pero en el suelo encuentro su luz, reflejada en la nervada hoja del roble.
Es el Castro Valnera una emblemática montaña que divide, pero no separa, dos comunidades.
Partimos de la vertiente burgalesa saliendo de las cabañas de El Bernacho.
En este collado hacemos un alto para reponer fuerzas mientras nos vigila desde sus 1495 metros de altitud el pico La Capía.
El camino, marcado y poco complejo...
...nos enseña donde nacen las fuentes...
...y nos sorprende con una fina capa de nieve.
Hemos llegado a la cima, 1718 metros sobre el nivel del mar Cantábrico, que se adivina, a lo lejos, y se confunde con el cielo, dejando atrás toda la gama de colores verdes que se puedan imaginar.
Castro Valnera, Norte y Sur, Cantabria y Castilla, la cota más alta entre los Los Picos de Europa y el Pirineo navarro.
Las Merindades, los Valles Pasiegos, "portillos", ríos, (Miera, Trueba, Pandillo), cabañas...
...picos con sabor, ( Pico La Miel)...
... serpenteantes pendientes...
... que nos devuelven al valle de donde partimos y a las desoladas cabañas de El Bernacho.
Maduran los frutos del otoño, pasan los minutos y caen las hojas de los árboles.
Lugares imposibles para mis cansadas piernas. Suerte tengo de poder colarme siempre en un rincón de tu mochila.
ResponderEliminarTe llevo siempre, amigo, en la mochila y en el pensamiento.
EliminarAbrazo.
Me asombra leer la historia de tu viaje para escalar la montaña Castro Valnera y el paisaje natural es muy hermoso. Las fotos también son bonitas.
ResponderEliminarSaludos desde Indonesia.
Gracias por tan amable comentario.
EliminarUn saludo desde Cantabria.
Viendo esos bellos paisajes, se comprende que merece la pena, el esfuerzo que hay que hacer para llegar hasta la cina.
ResponderEliminarAntes de hacer esa excursión hay que estar bien preparados, haciendo rutas de menor altura, hasta llegar a acostumbrarse a tanto esfuerzo.
Confieso que nunca hes subido a una montaña y sería bastante temerario por mi parte hacer una ruta así, cuando solo estoy acostumbrada a andar por terreno llano.
Me encantan tus fotos y la belleza que encunetro en ellas.
Besos
Todo es ponerse, Antonia, ésta ruta aunque no lo parezca por donde la hicimos es bastante llevadera.
EliminarUn abrazo.
Un paseo maravilloso el que nos lleva a esta cumbre de las Merindades.
ResponderEliminarUna pena el estado de esas antiguas cabañas pasiegas.
Saludos.
Pues si, Tomás, una pena ver ese patrimonio por los suelos.
EliminarUn saludo.
Otro reto más conseguido y otras bellas imágenes que dan envidia al ver tanto verdor por todas partes. Ya veo que las " quitameriendas" proliferan por todas partes. Por aquí, gracias a las lluvias caídas esta semana pasada, empiezan a asomar.
ResponderEliminarSaludos
Éste era uno de los que tenía pendiente, ya cayó y muy contento que estoy.
EliminarLos "quitameriendas" un espectáculo por donde quiera que pases.
Un saludo.
¡Que maravilla...!
ResponderEliminarA pesar de tu maltrecha espalda y costillas, has sabido llevar la mochila con mucha dignidad...jejeje. Además, gracias a tu esfuerzo hemos disfrutado de tan maravillosos paisajes.
Gracias de corazón.
A La Sierra del Brezo con mi mochila quiero volver...
EliminarBesos.
·.
ResponderEliminarMe ha gustado ese pico con sabor, pasando por él nunca se me había ocurrido saborear su miel.
El Castro es un pico de esos que hay que repetir. No me importaría repetirlo varias veces más. Desde allí, con permiso de los buitres, te das cuenta de que eres el rey del cielo.
Obviamente, tus fotos son estupendas.
abrazos T&T
.·
LaMiradaAusente · & · CristalRasgado
Hay que repetirlo, firme propósito por mi parte de hacerlo en tu compañía.
EliminarAbrazos, membrillo y bizcocho.
Wowwwwwwwwwwwwww qué bonito paseo, tus fotos huelen a otoño a disfrutarlo dentro de todo lo que se puede que cada vez es menos, pero bueno poco a poco se va haciendo camino.
ResponderEliminarBesines utópicos.-
Otra vez confinados, "mecagüenlaleche", otra vez sin poder salir a los caminos, Doña Urraca nos asista, jajaja
EliminarBesos.
Preciosos parajes donde el verde de la hierba y el otoño en los árboles os acompañan en vuestro ascenso, además de las incipientes nieves.
ResponderEliminarAhí no hay coronavirus, amigos, a no ser que lo porteis alguno de vosotros, claro.
Saludos
Tomamos todas las precauciones, Carmen, el bicho no llega tan arriba.
EliminarUn abrazo.
Pues muchas gracias por el paseo, casi he sentido el fresco contrastando con los primeros sudores, con el cuerpo purgándose y llenándose a través de los ojos, de todos los sentidos. Vendré más a caminar por aquí.
ResponderEliminarGracias, Virto, por pasar y comentar, me alegro te haya gustado.
EliminarUn saludo.
Qué hermosura. Quien nunca ha practicado senderismo, ha hecho marchas a la montaña... no sabe lo que es sentirse parte de la naturaleza. Son experiencias que todo el mundo debería tener al menos dos veces al año, por prescripción médica.
ResponderEliminarSAludos.
Nos iría mucho mejor a todos si nos integráramos más a menudo con la naturaleza.
EliminarAbrazo, Manuela.
Preciosas imágenes y precioso paseo.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias, maluferre.
EliminarUn abrazo.
Un paseo disfrutado desde casa. Imagino la lledada arriba y contemplar el cielo queriéndose juntar con el mar. Gracias tejón por compartir. Soñaré esta noche con el mar.
ResponderEliminarBuena noche. Cuídate.
Un abrazo.
Costó despedirse de la cima, ¡se estaba allí tan bien!.
EliminarUn beso.
El Castro Valnera llevaba mucho tiempo esperándote y también a mi, a ver si lo pedo atacar próximamente. Espectacular reportaje, un fuerte abrazo desde Castro.
ResponderEliminarCuanto antes mejor, Germán, a la primera ocasión sube.
EliminarUn abrazo.
Hola Tejón.
ResponderEliminarNo me extraña, que os costase salir del bosque, estaba precioso!. Una montaña, el Castro Valnera, que se ve que es un buen mirador.
Un saludo
Un mirador espectacular, Eduardo.
EliminarUn saludo y gracias por comentar.
Ese sí que lo conozco; y no lo olvidaré..
ResponderEliminarHay una pintada?? O vi mal??
Las fotos son preciosas, igual que la ruta y el buen rollo que desprende tu reportaje.
Un besazo enorme, y a ellas también, las tres.
Si, Monica, hay una pintada. ¿Qué hacemos con ellos?. No se despeñan, no.
ResponderEliminarUn beso.
Uma preciosa volta em torno de tanta beleza outonal que gostaria de fazer...
ResponderEliminarUm beijo