Justamente hoy hace un mes que hice esta foto.
Llevaba yo varios días observando cada vez que pasaba por debajo de la encina, como levantaban el vuelo precipitadamente y montando un gran estruendo con su aleteo, una pareja de palomas torcaces.
Miro hacia arriba y veo que de forma bastante desordenada están acumulando palos entre dos ramas, en lo que parece ser la construcción de un nido.
Hasta que un buen día miro hacia arriba y veo que la torcaz está posada en él, apenas un segundo y huye dejando el nido vacío.
Me decido entonces y trepo, no sin dificultad por la encina y veo que en el nido hay depositados dos huevos.
Con contenida emoción tomo el móvil y saco una foto.
Dejo transcurrir los días sin pasar por debajo de la encina pues temo que la torcaz aborrezca el nido.
Llevaba yo varios días observando cada vez que pasaba por debajo de la encina, como levantaban el vuelo precipitadamente y montando un gran estruendo con su aleteo, una pareja de palomas torcaces.
Miro hacia arriba y veo que de forma bastante desordenada están acumulando palos entre dos ramas, en lo que parece ser la construcción de un nido.
Hasta que un buen día miro hacia arriba y veo que la torcaz está posada en él, apenas un segundo y huye dejando el nido vacío.
Me decido entonces y trepo, no sin dificultad por la encina y veo que en el nido hay depositados dos huevos.
Con contenida emoción tomo el móvil y saco una foto.
Dejo transcurrir los días sin pasar por debajo de la encina pues temo que la torcaz aborrezca el nido.
Pasado un tiempo que considero prudencial vuelvo a pasar por y la torcaz levanta el vuelo.
Aprovecho a trepar de nuevo y me embriago de emoción al ver que los huevos se han convertido en indefensos polluelos.
Apenas abren los ojos y su delicada piel está recubierta de escasos pelos.
Aprovecho a trepar de nuevo y me embriago de emoción al ver que los huevos se han convertido en indefensos polluelos.
Apenas abren los ojos y su delicada piel está recubierta de escasos pelos.
A partir de ese momento todos los días dejo mi tarjeta de visita, ya ni se asustan de verme los polluelos.
De día en día veo como aumenta su tamaño, ya casi no entran en el nido.
Es por eso que hoy por la mañana me los he encontrado posados en una rama y ya no me he atrevido a subir para que no se asusten.
Hago la foto desde abajo tirando de "zoom" y con el pulso acelerado.
Me temo que mañana o pasado levanten el vuelo.
Desde que me he jubilado, mis visitas a la cueva transcurren de lo más entretenidas, cada día encuentro algo nuevo.
Hago la foto desde abajo tirando de "zoom" y con el pulso acelerado.
Me temo que mañana o pasado levanten el vuelo.
Desde que me he jubilado, mis visitas a la cueva transcurren de lo más entretenidas, cada día encuentro algo nuevo.
Ohhhhh!!!!! Que suerte tuviste de ver toda la evolución !!
ResponderEliminar...y como se nota que amas la naturaleza y conoces y respetas a los animales !!!!
Un abrazo
Por respeto mientras incubaba los huevos no pasaba por debajo de la encina, para que no se asustara la paloma abandonara el nido,y corrieran el peligro de quedarse fríos malogrando su desarrollo.
EliminarUn abrazo.
Ooooh que maravilla, que espectáculo tan bonito. Es un privilegio vivir estos momentos y poderlos ver gracias a ti.
ResponderEliminarGracias amigo 😊
Besitos !!
Si, Nieves, lo considero un privilegio y estoy encantado de compartirlo con todos vosotros.
EliminarUn beso.
Los humanos para hacer la mitad, necesitamos el dobleesoooo
ResponderEliminarbesazos
Los humanos somos tan torpes...
EliminarUn beso.
Debió ser emocionante seguir el proceso...en esta última fase detodo el proceso, yo hubiera depositado algunos alimentos en el suelo.
ResponderEliminarBesos
No veas Antonia lo nervioso que trepaba a la encina cada vez que subía para hacer las fotos.
EliminarUn beso y recojo la idea para la próxima.
Que belleza... Toda la ternura en esos pajaricos.
ResponderEliminarUna preciosidad, y no veas con la inocencia que me miraban.
EliminarUn saludo, Sara.
Belleza, ternura... Y paciencia por parte de observador.
ResponderEliminarSaludos.
Mucha paciencia, Cayetano, y eso que yo por naturaleza soy todo lo contrario.
EliminarSaludos.
Vida nueva. Gracias Jesús por el seguimiento. Es un gustazo verlos crecer. No me extraña que tuvieras el pulso acelerado. Estos pronto se emancipan:))
ResponderEliminarTuvimos uno en el huerto hace años y los seguimos hasta que abandonaron el hueco donde estaban metidos.
Un abrazo.
Ya se han emancipado, Laura, pero veo cada día que las proximidades del nido siguen siendo su posadero habitual.
EliminarBesos.
Un reportaje excelente en el que nos muestras la evolución de desde huevos a pichones volanderos.
ResponderEliminarEmulaste muy bien a Félix Rodrigues de la Fuente.
Saludos.
Félix siempre será nuestro referente, Tomás.
EliminarUn saludo.
Que buena la secuencia de todo el proceso desde los huevos a los volantones, llama la atención lo frágiles que parecen los nidos de las torcaces, pero nada más lejos de la realidad. Enhorabuena por este precioso trabajo, un fuerte abrazo desde Castro.
ResponderEliminarGracias por tu aportación, Germán, si tu dices que no son frágiles esos nidos seguro que tienes razón.
EliminarUn abrazo.
Ya veo que tanto la pareja de torcaces como sus pollos se han familiarizado contigo; seguramente utilizarán el mismo nido para la siguiente nidada de este año, así que otra oportunidad para observarlos.
ResponderEliminarSaludos y bienvenido al club bichero :)
Observaré si vuelven a anidar, Chelo.
EliminarMe encuentro a gusto en ese club...
Saludos.
Carai, que buena secuencia, Tejon. Me encantan! Buen trabajo.
ResponderEliminarUn abrazo y buena semana.
Me agrada que te guste, Jordi.
EliminarUn abrazo.
Qué bonito. Desde el huevo hasta ahora no han pasado muchos días y, sin embargo, ¡qué maravilla de la naturaleza!
ResponderEliminarUn saludo
Pues entre una cosa y otra casi un mes, Carmen.
EliminarUn abrazo.
Qué seguimiento mas guapo de la paloma torcaz. Me ha gustado la serie temporizada del nido de estas estupendas palomas.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias, Javier, viniendo de ti agradezco mucho el comentario.
EliminarSaludos.
Precioso seguimiento fotográfico de la venida al mundo natural de estos dos pollos de Paloma torcaz. Esperemos que disfruten por mucho tiempo de ese mundo y no caigan víctima de algún escopetero. Esta pareja se ha esmerado en la elaboración del nido. He visto nidos de esta especie con unos cuantos palitos, sólo para sujetar los huevos.
ResponderEliminarSaludos
Son unos nidos que dan imagen de fragilidad y muy expuestos a ser atacados por otras especies, de hecho vi una vez a un gato subir un árbol donde estaban los polluelos ya con pluma y fueron víctimas del felino.
EliminarQue rabia me dió...
Gracias, Pini, un saludo.
No sé si habrá algo más bonito y misterioso que el nacimiento de un animal o persona. En el caso de los polluelos es cierto que se ven tan indefensos que dan pena les pase algo. Te miraban de manera inocente dices en un comentario, te entiendo y te creo, yo esa mirada también la veo muchas veces en los perritos pequeños, y es que es así, son inocentes y vulnerables ante la crueldad muchas veces de desalmados. Me ha encantado tu entrada. SAludos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Manuela.
EliminarMe gusta compartir estas cosas que no todo el mundo puede ver.
Un saludo.
Maravilloso tejón, me encanta ver cómo se desarrollan los polluelos en los nidos y veo que estás en muy buena forma, yo me habría descalabrado entera. Enhorabuena y un enorme abrazo. Feliz semana.
ResponderEliminarAlgún rapapolvo me ha caído por subir al árbol, creo que puedes imaginar de dónde salió,jejeje
EliminarUn beso, Lola.
Los que hemos conseguido robarle tiempo al tiempo sabemos bien lo que es disfrutar de el, me encanta tu reportaje, el día a día de un ave que ya no se ve tanto como se veía, recuerdo de niño hacer lo que tú, subir y ver el nido, cada día, cada amanecer, pendiente de su evolución y sabes como a ti mi corazón sigue estallando de emoción cada vez que encuentro uno, naturaleza. Un fuerte abrazo y comienzo a leerte después de mi ausencia. Saludos.
ResponderEliminarLo describes tal cual,amigo, aunque con los años se pierden las facultades de encontrar los nidos.
ResponderEliminarContento estoy con tú regreso y las maravillas que nos estás mostrando de vuestro último viaje.
Un abrazo.
·.
ResponderEliminarEres un afortunado. No todos podemos hacer un seguimiento así. Lo más parecido, seguir el huevo de la nevera a la sartén.
Abrazos T&T
.·
LMA · & · CR