Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces", símbolo del sentido común, el coraje y la determinación, sabio ermitaño, leal con sus amigos, amante del buen tiempo y de los rayos del sol, y busco el equilibrio entre lo que yace bajo la tierra y lo que descansa sobre ella.
Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces",simbolo del sentido común,el coraje y la
Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces",simbolo del sentido común,el coraje y la determinación, sabio ermitaño,leal con sus amigos, amante del buen tiempo y de los rayos del sol, y busco el equilibrio entre lo que yace bajo la tierra y lo que descansa sobre ella.
·. Esa batalla se produce todos los días, como un milagro. Eres de los afortunados que llegar a esos lugares en los que la palabra cruenta no existe. Abrazos TyT .· LMA · & · CR
Cada día la naturaleza nos muestra sus caricias. Pero solo algunos las ven y las aprecian. Tú, por ejemplo. Para eso hay que tener una mirada limpia y dejar que la emoción aflore. Y tú bien sabes hacerlo.
Y que gusto tiene que darle recibirlas. Gibran decía... Un árbol es nuestro contacto más íntimo con la naturaleza". No sé si nos transmiten algo tejón pero me encantan abrazarlos 😊 Por aquí hay algunos viejitos de esos. Buena noche. Un abrazo.
Impresionante encina. ¿Es una montaña lo azulado que hay a la izquierda de la foto? El poema me gusta, es de esos que se pueden leer como metáfora. Saludos.
Preciosa batalla sin sangre, llena de luz y de caricias, la de lso tímidos rayops de sol que quieren besar al musgo y a las ramas del árbol, entonces desperezándose a la mañana. Un saludo
Ojalá todas las batallas fueran así. La Naturaleza nos da una buena lección .
ResponderEliminarBesos
La naturaleza siempre enseña pero no aprendemos,Antonia.
EliminarUn beso.
·.
ResponderEliminarEsa batalla se produce todos los días, como un milagro.
Eres de los afortunados que llegar a esos lugares en los que la palabra cruenta no existe.
Abrazos TyT
.·
LMA · & · CR
Esos lugares a veces no están tan a desmano, todos podemos acercarnos al nuestro.
EliminarAbrazo.
Cada día la naturaleza nos muestra sus caricias. Pero solo algunos las ven y las aprecian. Tú, por ejemplo. Para eso hay que tener una mirada limpia y dejar que la emoción aflore. Y tú bien sabes hacerlo.
ResponderEliminarAbrazo, Tejón.
Lo que no se entiende es que hay quien rechaza las caricias de la naturaleza.
EliminarBesos.
Algo que pude comprobar este domingo haciendo senderismo. Precioso poema
ResponderEliminarSaludos
Me alegro que así fuera, Pini.
EliminarSaludos.
Pues si. una batalla diaria. Bonita foto.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias, Cienfuegos, mira que estoy por decirte que es muy posible que su sombra te haya dado cobijo...
EliminarSaludos.
.. con el amanecer renace la vida, la espera y esa caricia esperada, hermosa fotografía y precioso poema amigo. Saludos y abrazos.
ResponderEliminarY tú, amigo seguro que pasado junto a ella...
EliminarUn abrazo.
Que belleza, la magia del sol y del árbol, de agua y el silencio...La paz requiere de una lucha constante:)
ResponderEliminarUn besazo!!
La paz hay que perseguirla, y a veces surge a nuestro lado.
EliminarUn beso, Moni.
Soy yo otra vez, a ver con qué perfil me quedo, creo que con éste. Gracias, un beso
ResponderEliminarBellas palabras. ¡Ojalá todas las batallas sean así!.
ResponderEliminarUn saludo.
Ojalá, Valverde.
EliminarUn saludo.
Precioso!!! y enhorabuena por la foto, toda la belleza de esa poderosa encina. Un fuerte abrazo desde Castro.
ResponderEliminarGracias, paisano.
EliminarOtro abrazo para ti.
Y que gusto tiene que darle recibirlas. Gibran decía... Un árbol es nuestro contacto más íntimo con la naturaleza". No sé si nos transmiten algo tejón pero me encantan abrazarlos 😊 Por aquí hay algunos viejitos de esos.
ResponderEliminarBuena noche.
Un abrazo.
Por cierto la foto es pura belleza.
EliminarMuchas gracias, Laura.
EliminarBesos.
Bonitas palabras en este bonito lugar.
ResponderEliminarUn abrazo, Tejón.
A ti te lo descubro, Jordi, el lugar está muy cerca del río Cares, por tierras asturianas y cabraliegas.
EliminarUn saludo.
Impresionante encina. ¿Es una montaña lo azulado que hay a la izquierda de la foto?
ResponderEliminarEl poema me gusta, es de esos que se pueden leer como metáfora.
Saludos.
Si, Chelo, ya por acabar de descubrirlo, la montaña que se ve, forma parte de la Sierra del Cuera.
EliminarUn saludo.
¡Qué maravillosa encina disfrutando del calor de esos primeros rayos!
ResponderEliminarAbrazote utópico, Irma.-
Muchas gracias,Irma.
EliminarAbrazo grande.
Sol sobre el musgo de las solanas, algo que nos habla de solera, de autenticidad, de lo que nunca podrá conseguirse a golpe de talonario. Saludos
ResponderEliminarNo, ya pueden tirar de talonario, no hay dinero que pague estos momentos.
EliminarGracias por la visita y el comentario.
Preciosa manera de describir un amanecer.
ResponderEliminarSAludos.
Gracias, manuela,
EliminarUn cordial saludo.
Una lucha incruenta la que nos narras hoy, para encontrar un lugar en esa hermosa encina yo también me apunto.
ResponderEliminarSaludos.
Si quieres más pistas te las doy, Tomás, pero hay que subir un rato y el camino es muy "pindio",jejeje
EliminarUn saludo.
Una batalla memorable que has retratado de manera singular y enorme belleza.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Con todo el cariño, otro abrazo, Maripaz.
EliminarPreciosa batalla sin sangre, llena de luz y de caricias, la de lso tímidos rayops de sol que quieren besar al musgo y a las ramas del árbol, entonces desperezándose a la mañana.
ResponderEliminarUn saludo
Un abrazo y gracias, Carmen.
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