Entretenida es la ruta que traigo hoy a la cueva, y entretenida quiero que sea la forma de contarla.
Ya me diréis al final si lo he conseguido.
Porque a la ruta no le faltó de nada, además de lo de siempre,(ambiente montañero, chascarrillos, esfuerzo, naturaleza en estado puro...), tuvimos, a pesar de las predicciones meteorológicas, hasta buen tiempo.
La ciclogénesis, (Félix para los amigos), estuvo todo el día sobrevolando sobre los bellos pueblos lebaniegos y nuestras cabezas.
Con las chimeneas ahumando, las panojas colgando en los balcones, los manojos de sarmiento atados en las socarreñas, las colmenas en reposo, los huertos en barbecho y los cerezos a punto de echar flor, dejamos atrás Esanos y San Pedro de Bedoya, dos de los numerosos y bellos pueblos lebaniegos con una variada y rica arquitectura rural, de donde partimos para encontrarnos con la falda y la crestería de Peña Ventosa.
Ya me diréis al final si lo he conseguido.
Porque a la ruta no le faltó de nada, además de lo de siempre,(ambiente montañero, chascarrillos, esfuerzo, naturaleza en estado puro...), tuvimos, a pesar de las predicciones meteorológicas, hasta buen tiempo.
La ciclogénesis, (Félix para los amigos), estuvo todo el día sobrevolando sobre los bellos pueblos lebaniegos y nuestras cabezas.
Con las chimeneas ahumando, las panojas colgando en los balcones, los manojos de sarmiento atados en las socarreñas, las colmenas en reposo, los huertos en barbecho y los cerezos a punto de echar flor, dejamos atrás Esanos y San Pedro de Bedoya, dos de los numerosos y bellos pueblos lebaniegos con una variada y rica arquitectura rural, de donde partimos para encontrarnos con la falda y la crestería de Peña Ventosa.
No menos bello es el pueblo de Salarzón que tenemos delante y que habremos de dejar atrás.
Félix, filtra y deja pasar entre las nubes unos rayos de sol que dan brillo y color al pueblo y a esa montaña que guarda de los vientos toda la comarca.
Todo está por venir y por llegar, las mochilas si de algo van llenas es de ganas y de ilusión por hacer cumbre y pisar esa cima.
Félix, filtra y deja pasar entre las nubes unos rayos de sol que dan brillo y color al pueblo y a esa montaña que guarda de los vientos toda la comarca.
Todo está por venir y por llegar, las mochilas si de algo van llenas es de ganas y de ilusión por hacer cumbre y pisar esa cima.
La ascensión va a ser larga pero llena de belleza desde los primeros momentos.
La pista que tomamos nada más salir del pueblo nos sumerge en un bosque con unas soberbias cajigas que nos escoltan mientras avanzamos.
La pista que tomamos nada más salir del pueblo nos sumerge en un bosque con unas soberbias cajigas que nos escoltan mientras avanzamos.
Con el suelo mojado todo habría sido más complicado, con mucho cuidado y mirando bien donde pisamos poco a poco vamos tomando altura.
Los buitres nos hacen compañía mientras seguimos los escasos hitos, de una ruta que no está muy marcada, por un terreno variado con algo de vegetación y mucha piedra suelta y algún que otro nevero de las intensas nevadas caídas este crudo invierno.
Hasta aquí el camino era bastante sesgado pero amigos, ha llegado el momentos de mayor dificultad, aunque no son muy largas estas trepadas resultan un poco comprometidas y hay que echarle riñones al asunto.
Gateando y agarrandonos con las manos nos vamos aproximando a la cima que desde abajo se ve altiva y vertiginosa
Desde estos 1434 metros de altitud, la panorámica que nos ofrece a la vista esta modesta cima, en un día despejado como el de hoy, es verdaderamente espectacular.
Al fondo del valle, Lebeña, el Desfiladero de La Hermida, el río Deva, Los Picos y más a lo lejos el Macizo de Ándara y el Mar Cantábrico.
Al fondo del valle, Lebeña, el Desfiladero de La Hermida, el río Deva, Los Picos y más a lo lejos el Macizo de Ándara y el Mar Cantábrico.
Los destrepes de bajada son más dificultosos pero no por ello menos disfrutones, que le voy a hacer, me gustan.
Y si echo la vista atrás la satisfacción de pensar que he estado en aquella cumbre es aún mayor.
Con la de veces que he pasado tan cerca, la primera vez que la vi ya me dejó atrapado.
Por algo será que hay quién la llama el Machu-Pichu cántabro.
Con la de veces que he pasado tan cerca, la primera vez que la vi ya me dejó atrapado.
Por algo será que hay quién la llama el Machu-Pichu cántabro.
Continúa la ruta y llegamos al refugio del Collado Taruey donde comemos bien resguardados del viento que sopla fuerte y racheado.
Ya dije que la ruta tuvo de todo y no podía faltar un buen tramo de nieve blanda, que a más de uno hizo sentar el culo.
Sorprendente el espectaculo que se esconde en el interior del conjunto de hayas que atravesamos, con la nieve diluyéndose formando pequeñas cascadas y regatos
Imaginareis la dificultad que he tenido para escoger las fotos que acompañan la entrada, creo que superan las doscientas las veces que disparé la cámara.
El viejo tronco es una buena captura, pero no fui yo, fue el tiempo quién lo mató.
El viejo tronco es una buena captura, pero no fui yo, fue el tiempo quién lo mató.
El final de la ruta es una tediosa, larga y aburrida pista que nos llevará hasta Lebeña...
...que se hace más llevadera viendo nacer entre las piedras alguna de las fuentes que aliviaron mi sed, bajando de la Braña Los Tejos hace unos veranos.
La Ermita mozárabe de Lebeña, como final de ruta, es la mejor de las recompensas.
Montañeros, montañeras, la próxima vez que vayáis a Potes, fijaos en esta montaña tan espectacular como desconocida.
Su ascensión ya dije que es larga pero llena de encanto desde los primeros pasos.
Un grupo de montaña de Madrid colocó en su cima una placa que reza así:
"Puso Dios en mis cántabras montañas auras de libertad,
tocas de nieve y la vena del hierro en sus entrañas"
Montañeros, montañeras, la próxima vez que vayáis a Potes, fijaos en esta montaña tan espectacular como desconocida.
Su ascensión ya dije que es larga pero llena de encanto desde los primeros pasos.
Un grupo de montaña de Madrid colocó en su cima una placa que reza así:
"Puso Dios en mis cántabras montañas auras de libertad,
tocas de nieve y la vena del hierro en sus entrañas"
Ya lo creo que lo has conseguido Jesús. Las mochilas al llegar a la cima se aligeran solas y dura ruta, que veros subir así agarraos y bajar trozos de culo impone. Claro que al hacer cima, tiene que dar un subidón tremendo. La naturaleza en todo su esplendor.
ResponderEliminarGracias por compartir vuestras rutas.
Besos.
El entusiasmo por hacer cima nos da alas, Laura, sin bebidas espirituosas,jajaja.
EliminarUn beso.
Dura se ve la ruta, pero a tí no hay nada que se resista, no en vano tienes una gran ecperiencia en subir y bajar montañas.
ResponderEliminarLas imágenes muy bien captadas y de inmensa belleza. He disfrutado con cada una de las imágenes y has conseguido además el propósito que te has marcado desdd el principio; la historia me ha parecido bastante amena.
Besos
Pensando ya en la próxima,Antonia.
EliminarUn abrazo.
Buenos días tejón. Este es un lugar precioso del que nos dejas espectaculares fotos. Tenéis valor en ir a la montaña con los temporales que nos azotan, aquí si vas al bosque te caen ramas continuamente, menuda poda están sufriendo los árboles. Feliz día querido amigo. Un besin enorme.
ResponderEliminarSi, es verdad lo que dices de los árboles, vimos muchos rotos e inclinados por el viento y el peso de la nieve.
EliminarUn beso, Lola.
No faltó de nada en la ruta emprendida: caminata, ascensos, descensos, nieve, paisajes bellos y la recompensa final de una construcción mozárabe. Buen paseo.
ResponderEliminarUn saludo.
Si algo faltó lo llevábamos nosotros dentro de las mochilas.
EliminarUn saludo.
Impresionante recorrido, belleza al cien por cien. Que envidia me das, mi rueda derecha ya esta pidiendo a gritos pasar por el taller.
ResponderEliminarLa próxima al Picu Hibeo y el camin encantau Luis.
Eliminar·.
ResponderEliminarComo siempre, Jesús. Lo bordas. Eso sí, ese par de primeras fotos rompen la tónica general. Ya hablaremos.
La ruta, que desde ese lado no conozco, es fantástica. Las vista, una maravilla. Solo por ellas ya vale la pena el esfuerzo.
Y por supuesto, Peña Ventosa es algo más que peña. Tiene una marcada personalidad.
.·
Un abrazo TyT
La Mirada Ausente · & · Cristal Rasgado
Algo habrá que hacer con las fotos y con ese pie, maestro, que te están echando en falta las montañas.
EliminarUn abrazo.
Si la explicación es buena no se dejan nada que desmerecer las fotos y no se porque te comprendo del numero de disparos que hiciste a pesar de que en muchos lugares creo que era mejor mirar donde poner los pies que el objetivo.
ResponderEliminarSaludos.
Hasta fundir la tarjeta, Tomás,jejeje.
EliminarUn saludo.
Vaya vistas desde la cima. Me encanta... En alguna de estas entradas tuyas tienes que empezar a pensar en ofrecernos la opción de teletransportación. No sé, con algún hipervínculo o algo así.. Piénsalo! ;-) Saludos!
ResponderEliminarCon el tiempo todo se andará,Óscar, las nuevas tecnologías avanzan que es una barbaridad.
EliminarUn saludo.
Excelente reportaje...precioso lugar el que nos acercas.
ResponderEliminarUn saludo.
Ramón
Gracias, Ramón por pasar y comentar.
EliminarMe alegra que hayas retomado el blog.
Un saludo.
Desde luego que lo has conseguido, Tejón: con tus palabras y tus fotos nos has hecho una vez más compañeros de cordada. Más emocionado que sólo entretenido.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo.
Ahora, hay que decir que tuviste suerte con el fallo de las predicciones del tiempo ;)
Al monte hay que ir aunque haga bueno,creo que ya lo he dicho más veces.
EliminarY a los hombres del tiempo, ni caso.
Un abrazo, amigo sanabrés.
Comparto el comentario de Xibeliuss...al cien por cien, jejjj.
ResponderEliminarLas fotos son una gozada, amigo tejón...y sé de buena mano lo que disfrutaste en tus montañas:)
Un beso enorme...a Mila más,por esperarte siempre desde abajo. jiji
Esas montañas son de todos, Moni, pero si, yo las hago un poco mías y las comparto.
EliminarUn beso,grande.
He disfrutado como si hubiera ido en el grupo. ¡Qué maravilla de paisajes!.
ResponderEliminarUn abrazo.
De lo que me alegro, Valverde.
EliminarUn abrazo.
Querido Tejon ver tus recreos son vida para mi, siempre sueño tus paseos, gracias trato de volver y casi lo estoy logrando, um abrazo
ResponderEliminarGratificante el regreso,abuela.
EliminarUn abrazo enorme.
Querido Tejón, ¡ qué belleza de reportaje !. Las fotografías excelentes , acompañadas de tan buena literatura, nos hacen respirar un aire puro de montaña, casi real. Un abrazo
ResponderEliminarGracias, Rita, no sabes cuanto me alegra que te guste la entrada.
EliminarUn abrazo.
Bom dia, As suas fotos a mostrar a exploração de terrenos perigosos, são perfeitas, certamente que para percorrer todos os altos e baixos leva horas a caminhar.
ResponderEliminarBom fim de semana,
AG
El cansancio y el agotamiento se ven recompensados con la belleza,Antonio.
EliminarSaludos.
No te sorprende nada, logico, estan forrado de belleza, ilusion, ganas, entonces permiteme decirte... es algo tan facil para ti, como ver gallinas en el gallinero,seria duro vivir en una ciudad donde todo fuera contaminación, no sigo porque veo que estas poniendo nervioso jaaaaaaa
ResponderEliminarun besazo
Si, calla,calla, no me encierres en la urbe que me trastorno,jajaja.
EliminarUn abrazo, paisanuca.
Has conseguido explicar la ruta estupendamente ... solo de ver las impresionantes imágenes ya estoy cansada y me tiemblan las piernas, como si hubiera participado en ella...
ResponderEliminarLlegar a la cima ha de ser un gustazo, ahí se olvida el duro camino...
Un abrazo
Descansa, Esmeralda,jajaja, y cuídame las cigüeñas.
EliminarUn beso.
Qué suerte tuvisteis de que Félix os dejara en paz y se fuera con viento fresco a estos lares. Por aquí nos nevó e hizo un fin de semana de perros, con nieve, lluvia y viento. Sólo se salvó el domingo por la tarde.
ResponderEliminarUn saludo
Además de verdad que tuvimos suerte,Carmen.De haber echo caso a los pronosticos no habríamos salido de casa. Félix fue muy generoso con nosotros.
EliminarUn abrazo.
Le habéis echado muchas ganas para superar un día y un terreno bastante abrupto. Sois un comando de montaña de lo más efectivo. Vuestra victoria, un merecido día lleno de satisfacciones.
ResponderEliminarSaludos.
Me gusta lo de comando de montaña,Javier,jejeje.
EliminarUn saludo y gracias por pasar.
Precioso, Jesús! Magníficas vistas vencidas pelo esforço e garra.
ResponderEliminarEu já não tenho mais fôlego para tanto e nem pernas para pedras íngremes...
Um beijo
Hay que entrenar esas piernas,Teca.
EliminarUn beso.
No dudo que la ruta fue variada y te aseguro que la entrada fue entretenida. No tengo la suerte de conocer aún Peña Ventosa, pero el gusanillo ... ya lo tengo dentro.
ResponderEliminarSaludos
Cienfuegos, no te será difícil encontrar tracks para la ruta, y más variados que los hay.
EliminarUn saludo y a saciar el gusanillo.
¡Vaya si lo has conseguido! las crónicas de vuestras rutas siempre son interesantes y amenas; impresionante la escalada a la cima.
ResponderEliminarMe alegro una vez más que te haya gustado la crónica y la ruta, Chelo.
EliminarUn saludo.
que maravilloso que cansador debe de ser y caminado a paso lento para arriba
ResponderEliminarlas fotos y tu magia
un aplauso por tu entrada
Gracias por tus amables palabras,Mucha.
EliminarUn beso.