Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces", símbolo del sentido común, el coraje y la determinación, sabio ermitaño, leal con sus amigos, amante del buen tiempo y de los rayos del sol, y busco el equilibrio entre lo que yace bajo la tierra y lo que descansa sobre ella.

Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces",simbolo del sentido común,el coraje y la

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Intento ser como el tejón de "El viento entre los sauces",simbolo del sentido común,el coraje y la determinación, sabio ermitaño,leal con sus amigos, amante del buen tiempo y de los rayos del sol, y busco el equilibrio entre lo que yace bajo la tierra y lo que descansa sobre ella.

28/11/25

Déjame por Dios que Coja Aire



Me quieren enseñar los que nunca leen ni escuchan música,

 los que se burlan de la poesía,

 los que denigran a sus semejantes.

Los que nunca ayudan a quien lo necesita y se mofan de quien lo hace. 

 Me quieren enseñar y yo ansioso por aprender pregunto:

 ¿ Qué árbol es este?.
.
¿Cómo se llama éste pájaro?.

Y no me saben responder.

Ellos son de conocimientos más amplios,

 saben que la tierra es plana,

 saben del efecto negativo de las vacunas,

 saben que nos fumigan,

 saben lo que niegan.

Niegan los campos de concentración,

 niegan la violencia de género,

 niegan el cambio climático,

 niegan que todos somos iguales.

Niegan pero creen.

Creen que son una raza superior,

creen que los derechos son solo suyos.

 Su "sabiduría" es incuestionable,

la razón siempre está de su parte,

y en su discurso no caben la empatía ni la humildad.


21/11/25

DOBLARSE



Nos doblamos igual que se dobla la espalda con el paso de los años.

Igual que se doblan las ramas de los árboles con el peso de la nieve.

Más, yo no quiero doblarme ni callar ante la injusticia.

La injusticia es una herida en mi pecho que ansío curar.

Necesito un bálsamo que suavice mi ira, mi frustración y mi desesperanza.

Necesito que cicatricen, mis heridas del alma.


7/11/25

RÍO DUERO



Los ríos son altares

donde hacen los árboles

sus ofrendas.

Todos los años se desprenden 

de sus hojas doradas,

como si fueran monedas,

para que la mansa corriente del río,

las vaya depositando por orillas y riberas.

Muchas llegaran al mar

y el mar hará memoria de siglos atrás,

cuando sus aguas salobres

eran surcadas por velas y barcos de madera.


La música que suena mientras escribo puede que no sea muy acorde con la entrada pero me apetece