Íbamos en busca del otoño y nos recibió el invierno en forma de carámbanos helados como tarjeta de visita.
Aún los lugareños no han troceado la leña para las chimeneas y cuando despertaron, la nieve cubría como nata montada los troncos de haya.
Salimos de Mazandrero, uno de los muchos y bellos pueblos de Campoo, a 1040 metros de altitud, y vamos subiendo por una pista de suave pendiente, a medida que ganamos altura se van ampliando las vistas, y el pueblo destaca en el valle envuelto en una luz especial.
A partir de aquí, envueltos entre escobales y algunos árboles cuyas ramas han cedido por el peso de la nieve, nuestro caminar se va haciendo cada vez más lento, silencioso y ordenado.
La huella es cada vez más profunda y las botas antes manchadas de barro ya no dejan rastro de suciedad en la blanca nieve.
Aunque parezcamos un ejercito en perfecta alineación, nuestras intenciones son totalmente pacificas, no hemos llegado hasta aquí para perturbar a nadie y cuando nos detenemos a contemplar lo que hay a nuestro alrededor, de nuestras bocas solo salen palabras de admiración.
Aunque parezcamos un ejercito en perfecta alineación, nuestras intenciones son totalmente pacificas, no hemos llegado hasta aquí para perturbar a nadie y cuando nos detenemos a contemplar lo que hay a nuestro alrededor, de nuestras bocas solo salen palabras de admiración.
Pasamos por un pilón conocido como Fuente de la Piluca, detrás crece un tejo y algunos acebos, como no tenemos sed continuamos la marcha metidos ya de lleno en el Monte Milagro, un denso bosque de robles, tejos, acebos, abedules, avellanos y serbales, que tanto echaba en falta ya este año.
Los escobales, cada vez más altos, nos siguen acompañando y se inclinan por el peso de la nieve a nuestro paso.
Difuminadas entre la niebla, allí al fondo, parecen distinguirse unas cabañas, pero no, son unas curiosas formaciones rocosas colgadas sobre la montaña que se conocen como los Balcones del oso, pues no hemos de olvidar que caminamos por zona osera y no sería de extrañar que desde algún lugar el oso nos esté observando.
Pasaremos más adelante junto a ellos y de no ser por la niebla, habríamos disfrutado de unas buenas vistas sobre el valle.
Pasaremos más adelante junto a ellos y de no ser por la niebla, habríamos disfrutado de unas buenas vistas sobre el valle.
La nieve es silencio, y en silencio seguimos caminando y admirando buenos ejemplares de tejos...
...acebos de brillantes y verdes hojas, cubiertos de bolas de un rojo intenso...
...y caballos que se han visto sorprendidos por la nevada y se refugian bajo las hayas.
La nieve es silencio cerca de la cabaña del Portillo, y tan en silencio vamos y tan integrados con el entorno que sin querer asustamos a una manada de venados, alguno más rápido que yo consigue fotografiarlos, yo me quedo con las ganas y he de conformarme con verlos subir monte arriba dando espectaculares saltos, cuando ya se ven seguros, muy chulos ellos, se detienen a mirarnos.
Las marcas del sendero han desaparecido bajo la nieve, el GPS se encarga de llevarnos cuesta abajo, por pendientes pronunciadas donde hay que tomar buenas precauciones antes de apoyar la pisada, y todas las precauciones son pocas y pocos nos libramos de una buena culada.
Hayas, paredes cubiertas de musgo y el suelo cubierto de hayucos...
...y al final del barranco, Puente De, un puente natural que el río Hijar ha construido desgastando las rocas y que toma ese aspecto de puente con unos muros armados con piedras.
No penséis que nos quedamos con nostalgia pues a pesar de la visita del invierno el otoño estaba allí, y no en ese centro comercial que todos los años nos dice:"el otoño ya está aquí".
Y allí se quedó.
ResponderEliminarVaya, esta vez fui yo por delante...
Mazandredo debe ser el pueblo más alto de Cantabria. Describes bien la ruta, el arbolado. Supongo que habréis bajado por el bosque de Gulatrapa y regresado por el pequeño cañon.
Darás envidia a muchos de tus seguidores... y a mi.
Ya hay nieve, pronto me daré un paseo por ahí, para quitarle el moho a las raquetas.
· un abrazo, paseante.
· CR · & · LMA ·
Me gustan contemplar estos paisajes nevados que tan poco frecuentes son en mi tierra.
ResponderEliminarMe ha encantado tu estupendo reportaje.
Besos
http://ventanadefoto.blogspot.com.es/
Uma reportagem espetacular, muito calorosa apesar do inverno que já despontou durante o o outono.
ResponderEliminarPreciosas imagens, amigo Jesús.
Beijos.
¡qué envidia me dás!
ResponderEliminarsi alguna vez piensas en adoptar acuérdate de mí, soy un niño muy bueno, y como poco...
Definitivamente en tu ruta he gastado más calorias que en la mia, tu reportaje es precioso para un bello lugar que sin lugar a dudas tendré que visitar muy pornto. Que listos los caballos y que bien te encuentras en tu medio con culadas y todo, me imagino a los ciervos riéndose amablemente. Te voy a pedir las escobas para hacerme un cabañuca de las de antes, ya me contaras, jjj
ResponderEliminarPrecioso Jesús.
Hoy te visito deade el movil. tengo el pc en la UVI :)) mañana volveré para ver las fotos en máximo explendor que desde mi movil no la puedo disfrutar como de constumbre.
ResponderEliminarpero puedo decirte que ha sido un paseo precioso. sois un grupo muy valiente.
besos y ya sabes... mañana volveré :))
Espectacular paseo. Si te digo la verdad me encantaria darme algún paseo así con nieve y frio. Ahora bien preparados se os ve un rato...
ResponderEliminarSaludos
Envidiablemente espectacular. Y... ¡Brrrrr! ¡Qué frío!
ResponderEliminarEse mirador estaba en todo su esplendor, los grandes almacenes siempre se adelantan y anticipan.
ResponderEliminarSaludos,
A mi padre le pasó lo mismo... Tiene parte de la leña "en sin apariar" ¡Que envidia me das todas las veces :)!
ResponderEliminarUn abrazo grande
Dais envidia sana.......parece sacado de un cuento.Los paisajes y vistas son preciosos.Un saludo desde Almería.-
ResponderEliminarhttp://visual-anjespinosa.blogspot.com.es/
Hoy nos traes unas imagénes y un reportaje de envidia, parecen sacadas de una película.
ResponderEliminarCompensa pasar un poco de frío por contemplar ese regalo de la naturaleza: otoño y nieve!!!
Fascinantes !!!
Un abrazo !!!
Un recorrido de paz y silencio que bien haría yo si viviera por ahí. El día que vaya por Cantabria no os libráis de mí... me estáis poniendo los dientes largos ;-) Es broma, hasta que no lo vea en directo, al menos, lo veo aquí: PRECIOSO, PRECIOSO.
ResponderEliminarAbrazo de mar, Tejón.
Bueno, bueno ya os llegó la nieve y tu ya la has probado... otros probarán sus raquetas rápidamente... ya verás!
ResponderEliminarCon tus fotos consigo imaginar que me hago alguna de las salidas... este año me he prometido pisar nieve.
Un gran abrazo
Ipresiomamte.
ResponderEliminarSi es una belleza verde. adornada es IRRESISTIBLE xd.
A demas haces ejercicio,sanisimo, corazon, `pulmones, musculos y combates el frio.
¡¡¡¡ VIVA CANTABRIA!!!!
Ufff, ¡qué frío! desde luego que este otoño sales a buscarlo y de repente te encuentras con la nieve.
ResponderEliminarSí, un poco de envidia das por las fotos.
Saludos
Sencillamente espectacular. Estas fotos son más propias de diciembre o febreo que de noviembre, pero esta borrasca que nos azota nos ha hecho pasar de golpe de los calores del otoño al frío polar. Y es sólo el principio.
ResponderEliminarUn saludo
Hola Tejón, he pasado para ver la fotos a lo grande como te dije, Saludos!!!
ResponderEliminarSí el otoño está ahí todavía pero el invierno este año tenía una prisa "exagerá" por entrar y se ha colao de rondón...Menudos chuzos hay ya en la primera:((
ResponderEliminarUna ruta preciosa para hacer despacio y comtemplando esa maravilla.
Buen jueves tejón:))
Un beso.
Obrigada pelo carinho deixado no Sedimentos.
ResponderEliminarDê um abraço especial em sua mãe.
Beijos e flores.
¡Brrr! qué fresquito. Buen recorrido. El refugio de esa cabaña no puede estar mejor colocado. Los venados es lo que tienen, si vas con cámara son huidizos, si no la llevas se quedan plantados delante de tí; pero con la reata de caballos cumpliste.
ResponderEliminarSalu2
Espectacular ruta, especialmente el acebo cubierto de frutos y Puente De, maravillosos.
ResponderEliminarSí, en algunas fotos parecéis el ejercito de Napoleón saliendo de Rusia, jejeje
Un fuerte abrazo, Tejón
Hola Tejón,,,precioses estampes invernales. Unes inagenes que plasmen perfectamente el frio y la soledad del invierno y evoquen días de amistad y camaradería en esos paisajes imtemporales. Un abrazu.
ResponderEliminarMe encanta.
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