27/11/12

LLUEVEN GATOS

 En la gran isla de Borneo, los gatos comían a las lagartijas, que comían a las cucarachas, y las cucarachas comían a las avispas, que comían los mosquitos.

   El DDT no figuraba en el menú.

 A mediados del siglo veinte, la Organización Mundial de la Salud bombardeó la isla con descargas masivas de DDT, para combatir la malaria, y aniquiló los mosquitos y todo lo demás.

 Cuando las ratas se enteraron de que también los gatos habían muerto envenenados, invadieron la isla, devoraron los frutos de los campos y propagaron el tifus y otras calamidades.

  Ante el imprevisto ataque de las ratas, los expertos de la Organización Mundial de la Salud reunieron su comité de crisis y resolvieron enviar gatos en paracaídas.

 En estos días de 1960, decenas de felinos atravesaron el cielo de Borneo.
 Los gatos aterrizaron  suavemente, ovacionados por los humanos que habían sobrevivido a la ayuda internacional.

RECETA PARA DIFUNDIR LA PESTE

En el siglo catorce, los fanáticos custodios de la fe católica declararon la guerra contra los gatos de las ciudades europeas.

 Los gatos, animales diabólicos, instrumentos de Satán, fueron crucificados, empalados, desollados vivos o arrojados a las llamas.

 Entonces las ratas liberadas de sus peores enemigos se hicieron dueños de las ciudades. Y la peste negra, por las ratas trasmitida, mató a treinta millones de europeos.

Otra vez estoy leyendo a Eduardo Galeano: "Los hijos de los días".

Y seguimos siendo dirigidos y gobernados por quienes  creen no equivocarse nunca y deciden por todos. 


22/11/12

ENTRE BARCENAS

  La voz bárcena significa en Cantabria “pequeño remanso en medio de una corriente de agua”. En  Cabuérniga,  “lugar apto para el cultivo a orillas de una corriente de agua”.
El asturiano bárzana posee un significado similar al de Cantabria. El gallego bárcia y portugués várzea comparten la acepción de “terreno cultivado, generalmente ubicado en una planicie a orillas de una corriente de agua.
 Pues entre barcenas transcurrió la décima etapa "Luchamos por la vida".  Treinta kms separan los pueblos de Bárcena de Píe de Concha de Bárcena Mayor, y caminando unimos  los Valles a los que dan nombre el río Besaya y el río Saja.  No he de continuar sin avisar que no habrá capote que os libre de mojaros antes de acabar el camino.
Fue tanta la lluvia que nos cayó encima que bien pudo alimentar las Fuentes donde nace el Nilo.
En otras épocas   se achacaban todos los males a la "pertinaz sequía" cuando faltaban las lluvias largos periodos de tiempo, pero si algo fue pertinaz este día fueron las nubes que constantemente fueron derramando el liquido que llevaban es sus panzas grises.
Sin alzar la vista del suelo fuimos subiendo hasta llegar a los 1180 metros de altitud. Allí parecían nacer las nubes en brañas verdes donde en estas fechas ya no queda apenas ganado y donde los prados empapados no son capaces de absorber la lluvia.
  Poco a poco se va formando un fino tejido de hilos de agua que ladera abajo van arrastrando hojas y alimentando fuentes y regatos.
Me da pereza y temo sacar la cámara pero no me puedo resistir y  pasar sin fotografiar la belleza que a través del agua ven mis húmedos ojos, que gotean cada vez que parpadeo.
Formando espuma va desapareciendo el agua en el interior del bosque entre hayas y acebos.
Por momentos las nubes me confunden y no se si se elevan saliendo de entre los árboles o si descienden y se posan sobre ellos.
Van aumentando el caudal los riachuelos y cada vez es más sonoro su discurrir por el interior del hayedo.
Las cascadas son cada vez más grandes y el ruido del agua confunde cualquier conversación.
No cesan de incorporarse al río caudales nuevos que bajan de lo más alto...
....alimentando a un río que parece insaciable y acoge hasta las últimas gotas que se desprenden de las hojas que aún quedan en los árboles.
Rebosa de agua el abrevadero,  me rebosan a mi las botas y creo que ya tengo mojados algo más que los pies.
Una cascada tras otra...
...y aquí la más sorprendente.

 Desde el origen de los tiempos el agua ha sido motivo de culto en todas las culturas pues allí donde hay agua el hombre puede sobrevivir.

Los celtas y los cántabros adoraban casi todas las manifestaciones de la naturaleza y, en gran medida las relacionadas con el agua, quiero imaginar que los restos que descansan tras esta cascada son de alguien que sentía gran respeto por las aguas, los manantiales y la naturaleza y quiso que su última morada fuera aquí, en este bosque rodeado de "las mozas del agua".
Cuenta una de las leyendas más bonitas de la Cantabria profunda que estas doncellas emergen en las madrugadas de las aguas cristalinas de los arroyos para tejer madejas de finísimos hilos de oro y plata.
Poseen una estrella sobre la frente, son delicadas y transmiten paz. Cuando el sol comienza a calentar el día, las mozas se sumergen de nuevo en las claras aguas  y desaparecen en ellas.
Si llegados hasta aquí, aún no os habéis mojado os invito a dar un paseo por Barcena Mayor, uno de los pueblos más bellos y mejor conservados de Cantabria, con sus casonas de piedra y sus balcones todavía cubiertos de flores.
Las calles están húmedas y la temperatura ya ha bajado hasta los ocho grados, hay madera almacenada para encender las lumbres , se acerca ya el invierno.
El río Argoza a su paso por el pueblo baja caudaloso y presto a entregar sus agua al Saja.
En alguna casas ya sale el humo por la chimenea y hay un intenso y agradable olor a leña.
La tarde cae lentamente y las nubes siguen rondando por el hayedo alrededor del pueblo, y pienso que las mozas del agua debieran tejer también collares con las hojas de colores otoñales.
Una salamandra salió de mis botas cuando me descalcé. No me he resfriado pero llevo toda la semana estornudando.

"Estabas en el agua.
  Estabas que yo te vi.

  Todas las ciudades
   lloraban por ti.

   Las ciudades desnudas
   balando como bestias en manada.

   A tu paso
   las palabras eran gestos
   como estos que ahora te ofrezco.

   Creían poseerte
    porque sabían teclear en tu abanico.

    Pero
    No
    Tú
    no estabas allí.

    Estabas en el agua
    que yo te vi"

GERARDO DIEGO



15/11/12

QUEMANDO ETAPAS

"Una etapa es la distancia que se recorre entre dos puntos de una sola vez".
Ella sabía que la etapa sería dura pero a pesar del cansancio y la fatiga ya está soñando con la etapa de mañana.

La vida también está formada de etapas y ayer hemos quemado una.

Preparémonos para la siguiente.

 La foto es mía, la idea me la dio "Ñ", pero los sueños son de ella y nuestros también.


6/11/12

ALTOS DE LA TRIGUERA

 No creo que os cueste mucho acompañarme en la ruta que os traigo hoy, a pesar de la dificultad que tiene me ha resultado más costoso a mi seleccionar las fotos que los 19 kms que hicimos el domingo.
 Nos vamos de nuevo a las cumbres que separan los valles de Liebana y Valdeón, a los pies de Los Picos de Europa, para adentrarnos en uno de los bosques más extensos y mejor conservados de Cantábria.
 En el calendario de rutas está programada con dificultad cuatro estrellas pues a la distancia hay que añadir los casi 1300 metros de desnivel positivo y 1500 de desnivel negativo.
 Partimos de Fuente De, a 1070 metros de altitud y ya estamos dentro del bosque donde  ha llegado el otoño, y caminamos por una pista alfombrada de hojas de hayas, robles y abedules y las que quedan en los árboles dejan pasar a duras penas los cada día más tenues rayos de sol.
 Pronto las nieves cubrirán las cumbres, los ganados ya han bajado de los puertos, ya no se escucha berrear a los venados y los osos habrán hecho acopio de grasa para pasar el duro invierno.
Vamos ascendiendo camino de los Altos de la Triguera, los 1923 metros de altitud ya nos permiten divisar  la majestuosidad del macizo central de Los Picos que quedan a nuestra espalda,   la canal y Tiro  Pedabejo por donde pasamos en junio después de subir al Torre Salinas.
 La más hermosa variedad de colores y tonalidades que se pueda uno imaginar hacen que uno se sienta privilegiado de poderlos disfrutar.
 Caminamos pegados a la marcada divisoria que separa Cantábria de León, me pregunto si la estacada de hierro y cable de acero la han puesto para que no se nos cuele Alma desde Posada de Valdeón, yo la estuve llamando pero debía llevar otra vez los auriculares puestos y no me oyó.
 De frente El Coriscao, la Montaña Palentina y si no fuera por las nubes desde aquí se verían Peña Prieta, El Curavacas,el Espigüete y muchas más cumbres de La Cordillera Cantábrica.
 Hoy pongo esta foto mía, porque siempre cuando llego a casa y le enseño las fotos a Mila, me dice que como no me gusta fotografiarme parece que no he estado en la ruta.
 Hubo algunos paso de dificultad, alguna que otra caída y más de una sentada de culo.
 La niebla se fue haciendo cada vez más espesa y hubo que ponerse gorros, guantes y no sobró ninguna ropa de abrigo.
 La misma niebla evitaba ver el abismo bajo nuestros pies, algunos hasta lo agradecimos.
 Otro paso donde tuvimos que ayudarnos unos a otros a pasar, siempre reina la camaradería y el buen ambiente en la montaña.
 El viento sur había llevado casi toda la nieve caída la semana anterior y seguimos bajando entre la niebla de El Mostajal que está a 1979 metros.
 Vamos camino de los pastos de Salvorón.
 Ya hay hambre y estamos deseando llegar al refugio que aún se ve lejos....
 ....cuando comienza a nevar.
 Y lo hace con tanta fuerza que casi como quien no quiere la cosa va cuajando en el prado.
 Saco estas fotos desde dentro del refugio, los que primero hemos llegado comimos dentro pero no había cabida para todos y comer fuera nevando resultaba penoso....
 ....así que la mayor parte de la gente hubo de continuar camino y adentrarse de nuevo en el bosque con el viento y la nieve azotando en la espalda.
 Atrás dejábamos una estampa de puro invierno....
 ....y de nuevo en el bosque nos acoge la alfombra de hojas.....
 ....y el curso de los ríos y las aguas rumorosas que bajan dejando estelas de espuma y arrastrando hojas.
 Una vista hacia las cumbres por donde hemos pasado, ha merecido la pena cada paso que hemos dado, no hay paleta de pintor que tenga tanta variedad de colores.
Cuando llegamos a Espinama ahuman en los tejados las chimeneas, y el sol quiere demostrar que el también sabe pintar y tiñe de rojo anaranjado las montañas.