La segunda etapa de la ruta "Luchamos por la Vida", partió desde el punto donde acabamos la anterior, Ramales de la Victoria.
Debe el nombre este pueblo a que es un lugar de encuentro y un cruce de caminos, ramales que se encuentran viniendo de diferentes orígenes unos desde la cercana Vizcaya, otros de la provincia de Burgos y de tierras castellanas y el que nos llevará a través de sierras y montañas hasta La Gandara de Soba lugar de destino y final de la etapa de hoy, toda ella dentro del GR 74 como se ve marcado en el poste al lado de una olla de las que se usaban hace años para la recogida de la leche y que hoy están fuera de uso. Curiosamente está atada con una cadena al árbol.
Debe el nombre este pueblo a que es un lugar de encuentro y un cruce de caminos, ramales que se encuentran viniendo de diferentes orígenes unos desde la cercana Vizcaya, otros de la provincia de Burgos y de tierras castellanas y el que nos llevará a través de sierras y montañas hasta La Gandara de Soba lugar de destino y final de la etapa de hoy, toda ella dentro del GR 74 como se ve marcado en el poste al lado de una olla de las que se usaban hace años para la recogida de la leche y que hoy están fuera de uso. Curiosamente está atada con una cadena al árbol.
El día amaneció despejado y andamos todos un poco despistados con el cambio del horario y el adelanto de la hora.
Va aumentando el numero de participantes y hoy se han llenado cuatro autobuses, más de 200 senderistas, no quiero pensar si la cosa continúa así cuantos seremos el día que lleguemos a Covadonga.
La marcha da comienzo pasadas las diez de la mañana, por delante tenemos 900 metros de desnivel de subida y 19 kms de recorrido.
Antes de seguir me gustaría presentaros a quien me acompaña en la foto, solo tenéis que pinchar en este enlace si queréis saber quien es esta gran persona.
Es el único socio de honor de nuestro grupo de senderismo (ORZA), y todo en el desprende sencillez.
Me cuenta que solo le falta conocer las montañas australianas y que todos los días sigue saliendo a caminar por los montes cercanos a su casa, los vecinos le preguntan si no le aburre y el les dice que todos los días ve y aprende algo nuevo en el monte.
Va aumentando el numero de participantes y hoy se han llenado cuatro autobuses, más de 200 senderistas, no quiero pensar si la cosa continúa así cuantos seremos el día que lleguemos a Covadonga.
La marcha da comienzo pasadas las diez de la mañana, por delante tenemos 900 metros de desnivel de subida y 19 kms de recorrido.
Antes de seguir me gustaría presentaros a quien me acompaña en la foto, solo tenéis que pinchar en este enlace si queréis saber quien es esta gran persona.
Es el único socio de honor de nuestro grupo de senderismo (ORZA), y todo en el desprende sencillez.
Me cuenta que solo le falta conocer las montañas australianas y que todos los días sigue saliendo a caminar por los montes cercanos a su casa, los vecinos le preguntan si no le aburre y el les dice que todos los días ve y aprende algo nuevo en el monte.
Continuamos por el interior de un hayedo, el sol ya está un poco más alto, comienza a hacer calor y los árboles aún sin hojas dejan pasar sus rayos, y bajo ellos caminamos esquivando la roca y tratando de pisar el mullido suelo musgo y hojas.
Salidos del hayedo hacemos una parada para reponer fuerzas, dejamos a nuestras espaldas el Pico San Vicente y continuamos ascendiendo por la Sierra del Hornijo, el sol ya aprieta de lo lindo y todo sigue cuesta arriba.
La senda está bien señalizada y llegando a este punto me empiezan a flojear las piernas, creo que me están pasado factura los anti inflamatorios que he estado tomando durante la semana por un problema de cervicales que al final me solucionó un masajista.
De frente veo El Mazo grande, hay que pasar por la ladera y continúa la flojera, aligero la mochila que me pesa como un demonio, (siempre la lleno de por si acasos),bebo agua, como un plátano, galletas de chocolate y llego a duras penas hasta él, aprovecho los neveros que quedan para refrescarme y continuo la marcha.
Acabo recuperandome una vez arriba contemplando las maravillosas vistas que tengo enfrente, el Portillo de la Sia que hace de frontera entre Burgos y Cantabria, aunque nevó el martes y hoy es domingo apenas queda nieve pues salió el viento del sur y rápidamente la deshizo.
Mirando para el otro lado veo el Puerto de Lunada también con un poco de nieve y el Valle de Soba con sus cabañas y un verde intenso. Hasta La Gandara ya todo es descenso por pista, en poco más de hora y media estaré en el pueblo.
Aparte de la belleza de la ruta lo mejor de la jornada ha sido conocer a la persona que os presenté al principio, ha hecho todo el camino con las manos en los bolsillos, ¡que es esto para él!. Llegados al pueblo nos tomamos un café juntos, hacía mucho tiempo que no tomaba un café tan rico.
Me acerqué hasta el mirador de las cascadas del río Gandara y fotografié el espectáculo que supone ver la nieve deshecha corriendo y saltando por esos barrancos a la sombra del Mazo Grande y el Mazo Chico que se ven al fondo de la foto.
La próxima etapa el día 22 de Abril, "La Gandara de Soba-San Roque de Río Miera"
Creo que es más dura.
LUCHAMOS POR LA VIDA.
MUCHO X VIVIR.
Me acerqué hasta el mirador de las cascadas del río Gandara y fotografié el espectáculo que supone ver la nieve deshecha corriendo y saltando por esos barrancos a la sombra del Mazo Grande y el Mazo Chico que se ven al fondo de la foto.
La próxima etapa el día 22 de Abril, "La Gandara de Soba-San Roque de Río Miera"
Creo que es más dura.
LUCHAMOS POR LA VIDA.
MUCHO X VIVIR.